Saludos.
Quisiera comentar un experimento realizado hace unos días con unos sobrinos y unos amiguitos.
Era una cosa que me rondaba en la cabeza desde hacía bastante tiempo, y no desaproveché la oportunidad de ponerla en práctica.
La cuestión era impartir una clase de Educación Vial con la magia como fondo. No se trataba de hacer magia, sino de enseñar Educación Vial y usar la magia como medio. Tratando de dar mayor importancia al aprendizaje de las distintas normas de comportamiento en un paso de cebra, los semáforos para peatones, caminar por la izquierda de la calzada, o como ir en bici, etc.
La situación fue perfecta, estaban jugando con uno de esos juegos en los que hay coches, muñecos, y lo más importante, una especie de mantel de esos enrollables con carreteras, pasos de cebras, aceras, etc. Espero que me entendáis, una pequeña ciudad. Ese era el escenario.
Los ví y me lancé, aproveché la ocasión para poner en práctica mi idea.
Cogí pocas cosas: un FP y dos pañuelos, uno rojo y el otro verde, y la joya de mi corona, el cochecito que figura en mi avatar, está construido por mí. Mi hija le puso un nombre PITOMARI.
Con los pañuelos hice los cambios de los semáforos, siempre desde el punto del peatón, ellos vieron un "semáforo" mágico, sus caras lo decían todo, y la atención fue perfecta, el semáforo cambiaba de rojo a verde, y de verde a rojo, y ellos con sus muñecos cruzaban por el paso de cebra cada vez que los pañuelos eran de un color u otro.También hubo explicaciones en el caso de no haber semáforos, mirar a ambos lados de la carretera.
Pero todo se vino arriba con la aparición de Pitomari, su funcionamiento es similar al "coche de Tamariz", el coche para o no para dependiendo del conductor. Les hice unas demostraciones de un conductor responsable en la carretera y de otro que no lo era. Ellos mismo manejaban el coche.
Sus ojos se les salían de las cuencas, no daban crédito a lo que pasaba.
Despues de haber atropellado a varios peatones cuando no debían cruzar, y de haber aprendido unas normas básicas de Educación Vial, los semáforos se abrían y cerraban, y el coche paraba o seguía.
Espero haberos trasmitido más o menos lo que sucedió.
Quisiera saber opiniones al respecto, y sobre qué juegos se podrían incluir en un escenario como este, dando prioridad a la enseñanza, no a la magia.
Y otra duda, si incluimos efectos más fuertes, ¿Saldría reforzada la enseñanza?, o por el contrario, recordarían el efecto pero no las explicaciones.
Agradecería la opinión de los expertos en la materia. A mi personalmente me convence la idea de buscar un equilibrio entre enseñanza y magia, pero dando prioridad al objetivo del experimento: Que es aprender Educación Vial, no hacer magia.
Gracias, espero impaciente vuestros consejos y opiniones.

PD: Cuando me marché, antes de salir de la habitación, la mayor del grupo no pudo resistir la tentación de mirar debajo de la ciudad-mantel.