33 preguntas interesantes

[Pulgas]

24.- Vas a un cumpleaños donde te decían que habría 15 niños pero, al llegar, ves que hay 40. ¿Qué haces?

En principio mostraría mi desconcierto ante la organización, pero como eso no resuelve el problema, pasaría a analizar qué puede ocurrir si actúo en esas condiciones.
Como todos imaginamos, puede suceder:

• Que, salvo el mosqueo por el engaño o la falta de seriedad, no suceda nada. Mi repertorio es perfectamente apto para poder llevarlo a escena y que todo salga bien, ¡adelante! Actúo y ya está.
• El conflicto surge cuando lo que llevo previsto no es realizable en tales condiciones. En ese caso, no me queda más remedio que plantearlo a la organización y suspender. Se me ocurren pocos supuestos en los que esto suceda.

Una vez llegados a esta conclusión, mas de sentido común que otra cosa, quizás debamos plantearnos qué es lo correcto cuando se alteran de manera tan evidente las claúsulas contractuales.
Cada caso será un mundo. Dependerá de tantas cosas...

• ¿Quién es el cliente?
• ¿Es la primera vez que nos falla?
• ¿Qué conlleva que le demos plantón y no actuemos?
• ¿Es culpa del contratante (Imaginad un intermediario al que han engañado)

Cada una de esas posibilidades puede tener un tratamiento distinto. Supongo que el sentido común vendrá en nuestra ayuda a la hora de decantarnos por una u otra alternativa.

[Pulgas]

25.- Llegas a un show y resulta que son los mismos niños que fueron al cumpleaños que hiciste el fin de semana pasado. ¿Qué haces?

En mi caso es muy complicado de resolver, porque suelo trabajar con espectáculos cerrados que no admiten modificaciones sobre la marcha. Si he ido a trabajar con la furgoneta, tengo alguna opción, porque el el vehículo llevo siempre algunas cosas más. Si no es así, empezaré a sudar y a sudar.
Presentar el 10 días el mismo espectáculo puede ser un error. No actuar es una faena enorme para los padres.
Seamos prácticos:
Hay que llevar siempre algo de más para cubrir este tipo de eventualidades.
Debemos tener preparadas algunas salidas para, con el mismo material,poder dar la impresión de que hacemos cosas diferentes.
En nuestra slatufa tenemos la solución, aunque reconozco que es una situación muy complicada.

Por cierto, creo que todo mago infantil debería poder rellenar una hora con magia 'sin objetos'. Si fuese así iríamos mucho más tranquilos a todas partes.

[Pulgas]

26.- Tu MP3 deja de funcionar. ¿Afectaría a tu show?
Personalmente me afecta poco: no suelo llevar músicas. En cualquier caso es algo que sí me preocupa y cuando se ha dado el caso de que la música es vital, la llevo grabada en varios formatos diferentes.
De todas formad, con tantos adelantos tecnológicos, con tanto teléfono y tanta historia, es muy complicado que sea un problema serio.
Para el caso de que aún así nos fallase la música, tendríamos que analizar si conviven o no desterrar del repertorio del día algún efecto que esté basado en la música (una nieve china, por poner un ejemplo). Si la música es esencial, mejor eliminar el truco que hacerlo mal o a medias.

[Iban]

slatufa??

[Ritxi]

slatufa??

Debe ser en Salmantino

[Pulgas]

slatufa??

Pandilla de analfabetos. Mira que no saber lo que significa... ¡Claro, como no está en la güiqui!

[Pulgas]

27.- Tienes reservada una comunión a las 16:00 y otra persona llama pidiendo otra comunión a las 18:00. Hay 30 minutos en coche entre actuaciones. ¿Aceptarías el bolo?

En otro tiempo ni me lo plantearía. No, no y no. Claro, que ahora, con la crisis, con el poco trabajo que sale... Pues tampoco.
Lo más probable es que,si voy con el tiempo tan justo, llegue tarde, quede mal,el cliente se mosquee y mi reputación caiga por los suelo. Creo que no compensa.
Ya, ya sé que muchas veces nos hacen esperar: que si no han terminado el postre, que si tal o que si cual. Pero que sean ellos, nunca nosotros. La puntualidad debe ser sagrada.
En cualquier caso, seguro que tendemos a pensar: ¡Me da tiempo! Llego de sobra.
Puede que sea así. Tal vez hasta te sobren algunos minutos, pero estoy convencido CE que al final ha habido dos sesiones en las que no ha estado al 100%. La primera, porque te has pasado el tiempo mirando el reloj para terminar según lo previsto (eso si no empezaste con retraso y, además de los nervios, tiene que hacerla más corta. La segunda, porque llegas estresado... Y aún te falta montar.
Definitivamente no y ni. Es más (posiblemente peque de injusto) aquí veo cuándo alguien es profesional de verdad y cuando no tanto.

[Pulgas]

28.- Estás trabajando y un@ niñ@ pequeñ@ empieza a andar por el escenario y tocar tus cosas. los padres no dicen nada, ¿cómo reaccionas?

A falta de una definición más clara de lo que es un niño "pequeño"...
Si es menor de tres años (no está escolarizado), hago algo que le vi hacer a un malabarista de calle hace años: simulo tener la cruceta de una marioneta de hilos en mi mano y la muevo acompasadamente, somo si el peque fuese mi muñeco. En general provoca tanta risa que los adultos reaccionan siempre y se hacen cargo del niño. Para el caso de que no sea así, y ninguno se quiera responsabilizar del niño, pregunto directamente por los padres y se lo devuelvo.
Sólo en una ocasión el niño volvió. entonces, más serio, simulé que el niño era un perro y, como ya conocía a los padres, les comenté: el perro os lo devuelvo, la correa pónsela tú, por favor, que está estorbando. No me importó parecer borde. En ocasiones, cuando la falta de educación de alguien es tan evidente, no me importa soltar contestaciones de este tipo.

Si el niño tiene de tres a cinco años, lo siento la primera vez, y la segunda. A la tercera, más serio, le digo que no.
Hasta ahora nunca ha habido una cuarta vez.

Por cierto, nunca espero a que el peque pueda tocar mis cosas. La respuesta debe ser anterior a ese momento.

Si se produce un efecto contagio y, por imitación, otros niños se levantan, me pongo serio, les digo que no y siempre se me han aplacado. Creo que el niño es especialista en ver hasta dónde puede llegar y cuánto puede tensar la cuerda.

[Pulgas]

29.- Eliges a un voluntario y 2 suben a la vez. ¿Qué puedes hacer?

Si lo he elegido yo, significa que el segundo "se me ha colado". En ese caso no tengo reparo en mandarle de regreso al sitio (de manera simpática, para que no se sienta mal) indicándole que ahora va a participar el otro niño.
Si sospecho que puede sentirse mal, argumentaré mi decisión con alguna excusa convincente:

• Si han salido un niño y una niña, es que para ese juego necesito un sexo concreto.
• Si uno es más alto que otro, diré que mi decisión está basada en la altura.
• Si no se me ocurre nada concreto, indicaré que necesito alguien vestido con un color determinado.
• Etc.

Actuando de esta manera, nunca se me ha rebotado ningún peque. Eso sí, a lo largo del desarrollo del juego tengo que hacer mención a la característica que he indicado (estatura, sexo, color de ropa...) porque de lo contrario no sólo estaré estafando al peque, sino que caeré en una incoherencia estúpida buscada por mí.

Lo que, a priori, nunca haré (y digo lo de a priori por eso del "nunca digas nunca"): quedarme con los dos.

• Primero, porque casi con certeza, me ensuciará el juego. Un juego diseñado para un espectador puede ser complicado hacerlo con dos.
• Segundo, porque si cedo en ese momento, me cuelgo el cartel de "todo vale" y abro la veda para que el resto de los niños hagan lo que les venga en gana.
• Tercero porque... ¡qué demonios! si he diseñado así el juego es porque quiero que sea así, y no como me imponga un pequeñajo.

A modo de resumen.
Se trata de que mantenga las reglas del juego, pwero sin hacer que los niños se sientan mal. Firmeza, pero con dulzura y mano izquierda.

[Pulgas]

30.- ¡La mierda de la paloma! - Tu paloma caga encima de la alfombra persa de tu cliente...

Nunca trabajo con animales vivos, así que vamos a considerar que es una alegoría y que la pregunta hace alusión a cómo reaccionar si causo algún desperfecto a mi cliente.

Personalmente lo resuelvo a la primera: no me preocupa mucho, tengo contratasdo un seguro. Que sea él el encargado de arreglar el desaguisado.

No. Demasiado pobre esta contestación, porque detrás de esta acción (la de cargarme la alfombra persa) se esconden otros muchos factores, como el valor sentimental (del que no se encarga mi seguro), mi reputación (que tampoco la recupera mi seguro), los dimes y diretes que circulen a partir de ahora sobre mi falta de cuidado (creo que el seguro tampoco me sirve en este caso).

Llegados a este punto, es el momento de las valoraciones.

• ¿Ha sido un error mío?
• ¿Ha sido un accidente y, como tal, impredecible?
• ¿Se podría haber evitado?

Estas preguntas me llevan a la urgencia de una disculpa que intentaré que sea sincera y convincente.
Si el error ha sido mío o si de alguna manera pudiera haber evitado el accidente, me pondré a disposición del cliente para buscar alguna forma de compensarle.

Pero, como me faltan algunas reflexiones, dejemos por aquí un par de ellas.

• ¿De verdad valoramos todos los riesgos a la hora de actuar?
• ¿Somos capaces, de un sólo vistazo, de valorar posibles situaciones comprometidas y evitar el peligro para quitar la ocasión?

Como artistas, deberíamos poder valorar los riesgos de nuestros actos antes de empezar y, por supuesto, ponerles remedio para evitar males mayores.