Entiendo que el personaje es cómico (por su exageración), pero la línea de comicidad tiene que ir en esa dirección, en ser excesivamente satánico de pegatina. La idea del volver a por el bastón, por ejemplo, es cómica y sí que le pega, porque un satanás desmemoriado tiene gracia, o un satanás que se asusta si oye un ruido... cosas así podrían encajar en el personaje. ¿Pero entrar en política? A mi entender (sin tener ni idea), no. Y aún así, el gag del América y los dólares queda poco comprensible.

Y lo repito: UN VÍDEO MAGNÍFICO.