¿Sabemos convivir con el fallo?

[Ricardo Solo]

Hay fallos y fallos. Los hay insalvables, mientras otros pasan desapercibidos incluso para el mago. Pero, ¿sabemos reaccionar ante ellos? No pretendo hablar aquí de las salidas estudiadas o improvisadas, sino de la actitud tomada en el momento del fallo.

Ahora bien, aunque haya una salida preparada, si la actitud no acompaña, no engañará a nadie. Incluso puede que el mero hecho de arreglar un entuerto sea más negativo que positivo en buena parte de los casos, si la intencionalidad reparadora se vislumbra en algún momento. Y creedme, se vislumbra cuando no alumbra.

Esto me plantea una duda, ¿sabemos convivir con el error? Max Maven dice que el juega cómodo con el riesgo y la posibilidad de fallo. Asumir esto puede que sea la clave de su éxito. Perdiendo el miedo a fallar, la actitud transmitida llegado el momento puede causar empatía o colocarse en un grado tan bajo que no sea perceptible para el espectador más allá del instante en que se produce. Hilo con una nueva duda, ¿merece la pena intentar aprovechar el error? A veces veo como se trata de aprovechar el fallo con una línea ingeniosa o un efecto paralelo que trate de cubrir en la memoria el trago pasado. Pero ¿no ancla esto en la memoria del espectador el reflejo del fallo? Podría ser mejor bajar el perfil del momento, y simplemente seguir adelante con una sonrisa amable y discreta.

Puede que a veces la reacción y salida ante un fallo sea un cloqueo similar al del forzaje logrado, que transmita con mayor fuerza el error y esfuerzo del mago por tapar unas partes pudendas que ya han quedado completamente al aire.

Por otro lado, alguien puede argumentar que un mago no puede dejar desaguisado sin arreglar, pues para algo tiene poderes. Con esto abro un frente contrario y posible a mi idea de aceptar y vivir con el fallo sin engrandecerlo por acción o diversión.

No trato de plantear mis ideas más allá de unas pinceladas que abran el debate, probablemente irán emergiendo por si misma con el fragor de la discusión.

¿Aprovechamos el fallo? ¿Lo dejamos pasar sin hacer caso?
¿Hasta que punto una salida es una salida? ¿Cuándo empieza a ser algo embarazoso?
¿Cuánto nos influye fallar? ¿En qué medida nos merma? ¿Cómo lo solucionamos?
¿Tiene que tener siempre una salida el mago?

[Ritxi]

Como tú mismo dices hay fallos y fallos, los hay de los que puedes salirte y los hay sin camino de retorno.

Creo que al igual que se aprenden las técnicas, los juegos, las presentaciones también hay que aprender a fallar, y no es fácil. Yo soy de los que me sabía tan mal que le daba vueltas horas y horas.

Poco a poco he aprendido a convivir con ello y con el riesgo, pero me cuesta.

Os explicaré una anécdota que me pasó el otro dia:

-Fuí a ver a Gabi a El rey de la magia y aunque no os lo creaís, falló en un juego, me quedé más parado yo que él hasta los más, más grandes tienen lapsus!!
pues con toda la naturalidad del mundo le dijo a los espectadores que lo sentía pero no podía continuar (era un error de esos que no hay quien salga) y que le sabía muy mal por ellos por que no les había dado el placer de ver el final del juego que era espectacular (la rutina de deletreos de Woody)

Fué tan sincero y lo asumió con tanta naturalidad que el aplauso fué mayor que si todo hubiese acabado bien

[eidanyoson]

Yo creo que solo existe una manera de poder convivir tranquilamente (casi tranquilamente) con el fallo y es asumirlo como algo natural. Y creo que la mejor manera es precisamente "jugar" a provocarlo.

Por ejemplo, hay magos que juegan continuamente con el riesgo de la improvisación y el error, aún sabiendo que posiblemente en algún momento puede salirle mal. Dani Ortiz es un ejémplo práctico (yo improviso en ese plan, pero no me pongo de ejemplo ni de mago ni de nada). Eso te da más calma interior (más tablas) ante los errores y sabes convivir mejor con ellos, tanto con su éxito como su fracaso. Por eso también a los espectadores les cuesta mucho más interpretar esos errores como tal, y, o bien sigue siendo el juego que creían, o es un acto noble del mago (Gabi).

Por eso yo propongo que todos alguna vez hagáis algún juego a algún espectador (cuando no sea nada importante, y no pase nada si no sale) de esta guisa, algo tipo el juego que no puede ser explicado de Vernon. Dar las cartas al espectador y no tener ni idea de qué vas a hacer. Incluso dejar que el espectador maneje el asunto (casi); no queda más remedio que estrujarse la cabeza para que aquello salga y, ante la posibilidad de que el error sea monumental, aprendes a convivir con esa tensión y llevarlo mejor (la rutina relaja, ya se sabe...).

Claro, esto requiere de un alto bagaje mágico. Pero creo que es un buen ejercicio.

[Magnano]

Pues si que se puede hacer, lo he provado varias veces y la verdad es que pueden salir juegos sorprendentes, todo en manos del espectador y con una simple cg, por poner un ejemplo, incluso cuando la cg es la elegida por el espectador... Cuando acaban empiezan a hacer preguntas imposibles y muy rebuscadas soluciones, ¡porque todo ha pasado en sus manos! Se recomienda el ejercicio, tal y como ha dicho Eidan. Yo para hacerlo lo he hecho con gente de mucha confianza, diciendo, vamos a hacer un juego que ni yo mismo se donde va a acabar... Y epiezas :P

[ignoto]

Como soy un patazas, en lugar de convivir con el error vivo inmerso en él.

Una vez uno asume esto, no se producen ni más ni menos errores pero duelen bastante menos.

[Ricardo Solo]

Voy a dar un empujoncito más conjugando las visiones de mago y profano, así como nuestras distintas formas de articular recepción y memoria.

Hace unas semanas hice un juego de múltiples revelaciones para un público compuesto mayoritariamente por magos, pero en el que había representación profana. Fallé en una de las revelaciones, no fue la primera ni la última, y embebido en el ritmo de la charla símplemente asentí al fallo y seguí. Al final pregunté a los profanos por la magia vista, y nadie parecio haber reparado en ello. Es seguro que lo vieron, y en su momento fueron conscientes de ello, pero el ritmo y la acción siguiente permitieron que se fundiese en el olvido.

Por otro lado, todos los magos de la sala me preguntaron por el fallo (que yo había prácticamente olvidado). En su mente el chirrío del error (por conocedores del método) no permite perderse en el curso de la acción. Me preguntaron por qué no había reaccionado, cuando un chiste podría haber (a sus ojos) mejorado la situación. se habló de que en el mentalismo un fallo refuerza la veracidad, pero de alguna forma se esperaba que sobreactuase el fallo para enfatizarlo (creo erróneamente). Así, la reacción de los magos fue de enfatizar el momento del fallo, cuando para los espectadores puede bien perderse en un sinuoso flujo de acción.

¿Miramos siempre desde la óptica correcta? ¿Lo hacemos alguna vez?

[eidanyoson]

Interesante reflexión Ricardo.

Desde mi humilde opinión de aficionadillo del tres al cuarto, creo que los excesos y los defectos se pagan. Me refiero a que, "enfatizar un error" (tus palabras) para mi gusto es llamar la atención precisamente sobre lo que debería pasar desapercibido. Creo que ante un error, como tu mismo has dicho que le pasaba a los espectadores, se sigue y punto (perderse en un sinuoso flujo de acción...). Ni se le da más chicha ni menos que cuando el juego sigue normalmente (y eso es lo verdaderamente difícil).

Por supuesto estamos generalizando, pero hay muchas excepciones, muchos tipos de fallos y muchos tipos de espectadores y por tanto no existe una solución única.

Como bien expones, a veces un falllo calculado eleva el fecto final, pero creo que el tema inicial habla de errores de mago reales, más que provocados y de como vivir con esa culpabilidad.

Hay que tener en cuenta que un espectador no sabe los derroterros que el mago va a seguir. No sabe como acaba el juego. Así que si el final cambia, para él es el único final posible. Si ese final es mágico, no ha existido error.

Por eso proponía lo del ejercicio, sirve para darse cuenta de que para un espectador puede ser mágico cualquier cosa (entendámonos....), para aceptar que puedes bloquearte en un momento dado (mucho más factible si sigues un guión estructurado y algo falla, no sabes como continuar...) y como retomar el hilo u otro hilo, pero llegar a un desenlace, Para el espectador: EL desenlace.

[Ricardo Solo]

El planteamiento del falso fallo iba más bien por la actuación dramática que llevaba. Se esperaba que ante el fallo real se siguiese el mismo tipo de sobreactuación (que suele darse en el falso fallo). También uno y otro tienen requisitos distintos en cuanto a dramatización.

A veces veo los fallos como los f.d. es más importante lo que pasa (o no pasa) después que el momento en sí.

¿Como construís las salidas ante los fallos?

[jatubio]

Hola, yo como profano (aun falta muuucho para poderme llamar aprendiz de mago) en la materia os voy a contar otra pequeña anécdota:

El otro día fui a ver la Gala de Campeones en Madrid y el presentador, Murphy, intentó realizar una predicción, no recuerdo bien ahora si pidió a una persona del público que nombrara una carta o se la dió a elegir de la baraja. El caso es que sacó del bolsillo una carta doblada que supuestamente era su predicción, pero no coincidía. Lo que hizo fue decirle al espectador: "Lo siento pero te has equivocado" o algo así.

¿Creéis que es buena idea acusar al espectador? Todos nos reímos y aplaudimos pero a veces ese tipo de risa es como la risa nerviosa de cuando estás haciendo algo mal..

[ignoto]

Hola, yo como profano (aun falta muuucho para poderme llamar aprendiz de mago) en la materia os voy a contar otra pequeña anécdota:

El otro día fui a ver la Gala de Campeones en Madrid y el presentador, Murphy, intentó realizar una predicción, no recuerdo bien ahora si pidió a una persona del público que nombrara una carta o se la dió a elegir de la baraja. El caso es que sacó del bolsillo una carta doblada que supuestamente era su predicción, pero no coincidía. Lo que hizo fue decirle al espectador: "Lo siento pero te has equivocado" o algo así.

¿Creéis que es buena idea acusar al espectador? Todos nos reímos y aplaudimos pero a veces ese tipo de risa es como la risa nerviosa de cuando estás haciendo algo mal..

Eso es un gag muy habitual. Hace tropecientos mil años que salió Jeff Hobson haciéndolo en TV y...¡Hala! ¡Todo el mundo a hacerlo! (Si, yo también lo he hecho).