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22/05/2013, 17:20 #1
"Quiero, quiero, ¡quiero!"
Hoy me gustaría tratar con vosotros un tema que estuve comentando el otro día con un mago y que la verdad, me dio bastante que pensar. Este tema en cuestión va sobre la palabra quiero, palabra que los magos usamos continuamente para muchos de nuestros juegos.
Creo que esa palabra provoca un efecto no muy deseado en el espectador y en su subsconsciente. Pongamos algunos ejemplos
- Quiero que metas tú mismo la carta en la baraja...
- Quiero que pienses en un número entre el 1 y el 100...
- Quiero que cojas la cuerda por la mitad...
- Quiero que me digas una esquina de la mesa...
¿Por qué el mago quiere?
¿Realmente quiere el mago que haga esa acción? Y si es así, ¿por qué? ¿Requiere el juego de magia que lo haga así, si no, no sale? Esas preguntas son las que pueden pasar por la mente del espectador al usar esta palabra en este contexto. ¿Realmente nos da igual que meta la carta por el centro de la baraja, o realmente queremos que lo haga por la mitad? ¿Realmente es necesario que piense un número extrictamente entre el 1 y el 100? ¿Será este el secreto del juego?
Este tipo de preguntas pueden darse antes o después del efecto o climax y pueden hacer perder potencia al juego en la mente del espectador.
La lucha entre el mago y el espectador
Al usar el "quiero" se puede llegar a crear incluso una lucha interna entre el mago y el espectador. ¿Qué pasa si el espectador no quiere coger la cuerda por la mitad? Pues ahí entra en conflicto la mente del espectador. Puede ceder y dejar claro de forma intrínseca que tu le controlas o puede intentar revelarse y dejar claro que a el no puedes controlarlo (cosa que no debe de pasar nunca).
Si el espectador está a gusto con el show, esto no tiene porque ser un problema , pero si el espectador es una persona de alto estatus o es el "chulito" del grupo nos puede causar problemas.
A mi opinión es el mago el que marca el ritmo y éste no debe de ser afectado a que el espectador se ajuste a lo que nosotros "queremos". Es importante, a mi parecer, dejar claro que eres tu el que lleva el ritmo del momento y no al revés.
A mi parecer, para los ejemplos anteriores sería mejor usar:
- Mete tú mismo la carta en la baraja, que veas que no manipulo...
- Piensa un número, entre el 1 y el 100, para que no sea muy grande...
- Coge la cuerda por la mitad, así quedará la misma parte a cada lado de la mano...
- Dime una esquina de la mesa, la que más te guste...
Mejor una orden firme, pero justificada, que una petición a cumplir algo que tu deseas.
¿Que opinan?Esta firma ha sido censurada porque era demasiado dulce. Los diabéticos estaban en peligro.
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22/05/2013, 17:55 #2
Re: "Quiero, quiero, ¡quiero!"
El quiero es como el "¿sí?", "muy bien", "eh"... Se dice porque no se sabe cómo rellenar el espacio de voz. Es igual que el "mezclamos un poquito", "cortamos"... no, no cortamos, corto yo .
Mi Blog: http://tenderistheword.blogspot.com/ We Believe You
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22/05/2013, 18:06 #3
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22/05/2013, 19:36 #4
Re: "Quiero, quiero, ¡quiero!"
En mi caso no es "quiero", es "me gustaría que", aunque me estoy desintoxicando :P
Totalmente de acuerdo contigo, Ciporr.
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22/05/2013, 22:24 #5
Re: "Quiero, quiero, ¡quiero!"
Coincido con vosotros. Para mí, esa expresión es demasiado "dura" y entiendo que se usa por falta de vocabulario. Aunque es una coletilla muy extendida, creo que al espectador puede rechinarle. Cuando me la dirigen a mí, me pasa (sin entrar en lo que dice Ciporr de que puede poner al espectador en guardia o directamente en actitud hostil). Para mí, lo mejor, como decís, es el imperativo, suavizado con el plural, como apunta Ricardo.
Como profe de lengua, me gusta este hilo. Creo que uno de los elementos que tenemos que cuidar mucho cuando actuemos es el lenguaje, por razones varias. Entre otras, porque es nuestra carta de presentación más elocuente.
Saludos.qué bonito sería...
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23/05/2013, 00:53 #6
Re: "Quiero, quiero, ¡quiero!"
No opino que sea una coletilla, si no un verbo puesto ahí para no parecer muy secos ni directos.
En mi opinión, el mago no quiere nada. Es el juego el que requiere que se haga tal acción, no los deseos del mago. El juego pide que se devuelva la carta, no es por gusto del mago, no es por necesidad del mago.
De ahí que crea que es mejor una orden justificada que una petición. Pero me gusta que esto se esté animando un poco, creo que es un tema interesante. A veces las palabras que decimos provocan un fallo más catastrófico que el puro fallo técnico.Esta firma ha sido censurada porque era demasiado dulce. Los diabéticos estaban en peligro.
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23/05/2013, 01:16 #7
Re: "Quiero, quiero, ¡quiero!"
A ver si recuerdo dónde lo he leído... Hablaba de hacerse listas de sinónimos, y estudiarlas, para utilizarlas de manera intercambiable... Dónde lo he leído... ay.... no me acuerdo...
Yo no creo que sea tanto una muletilla, como una carencia de vocabulario. Cuando nos ponemos nerviosos, nos quedamos sin palabras, y nos salen automáticamente las más simples.
Puede que haciéndonos una lista y forzándonos a usar diferentes sustitutos cada vez, poco a poco automaticemos la diversidad en nuestro discurso:
- "Quiero que..."
- "Vamos a..."
- "Ahora podríamos..."
- "Voy a/vas a..."
- "Qué te parece si..."
- "Te parece si..."
- "Por qué no..."
- "Ha llegado el momento de que..."
- "Ahora lo que toca es..."
- [imperativo]...
- "Si no te importa..."
- "Por favor, [imperativo]..."
- [primera persona del plural imperativo]...
etc.No hay magia más bella que la propia vida.
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23/05/2013, 03:23 #8
Re: "Quiero, quiero, ¡quiero!"
Has tratado un tema muy interesante Ciporr. La forma en como se habla influye diréctamente en los procesos del pensamiento del espectador. Estoy totalmente de acuerdo.
"No es preciso cerrar los ojos para que mientras leas estas lineas, te relajes y entres en trance ahora..."
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23/05/2013, 08:15 #9
Re: "Quiero, quiero, ¡quiero!"
El uso de muletillas no es más que el reflejo de un vocabulario escaso y/o de la necesidad (por nerviosismo) de llenar un espacio que el hablante percibe como incómodo, así que de acuerdo (si complementamos ambos orígenes).
Lo que me hace pensar en el "quiero" como una muletilla es el terrorífico recuerdo de un guía turístico que nos martirizó durante unas ocho horas diciendo a cada momento: "quiero que se fijen en...", "quiero que me digan si...".
La solución pasa, como propone Iban, por tener muchas alternativas para decir lo mismo y manejarlas con soltura (recurrencia se llama ese fenómeno, lo expliqué en clase hace unos días).
En cualquier caso, como sabemos que el lenguaje induce el pensamiento y el comportamiento, no es baladí experimentar las distintas reacciones del público ante diferentes formas de proponer las instrucciones y fijar aquellas que mejor resultado den.qué bonito sería...
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23/05/2013, 11:10 #10
Re: "Quiero, quiero, ¡quiero!"
En realidad, conocer las alternativas es necesario pero, en mi opinión, la solución está en otro lugar: el silencio.
Aprender a modular, estirar, cortar... los silencios para evitar el miedo al vacío que nos hace rellenar por rellenar.Mi Blog: http://tenderistheword.blogspot.com/ We Believe You