¿Cobráis por adelantado?¿Tenéis representante?

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Estoy ultimando detalles para poder oferecer mis primeros bolos profesionales.Me gustaría mucho si me pudiérais orientar sobre dos temas que para mí son una incógnita:
¿ Cómo gestionáis el cobro? Si lo hace vuestro representante o vosotros en el momento de la actuación y sobre todo si cobráis o no por adelantado(ingresar en un nº de cuenta, etc.) para evitar los posibles morosos o retrasos en el cobro.
¿Tenéis representante ?¿Qué comisión se suele llevar? En mi caso para empezar a trabajar, es aconsejable que me ofrezca a algún representante artístico de mi ciudad o mejor primero pruebo en solitario y si quiero trabajar más, entonces me ofrezco? Pros y contras.Muchas gracias... por adelantado.

[mayico]

Pues te aconsejo que busques por el foro sobre lo del cobro, ya que te ayudará mucho.
Pagar impuestos, Autónomo, Facturas...

Con respecto a lo del representante... Sí, existen, pero de momento creo que debes empezar tu solo, currarte tu zona e ir haciendote publicidad. También una vez tengas la experiencia necesaria, hay... compañías de animación de fiestas que pueden vender tu trabajo desde su establecimiento, y ahí ya no sé como va lo de cuanto se llevan ellos o algo, pero sé que quizá sean ellos los que te digan... x dinero por x cumpleaños, y si tu acuerdas pues eso, cumples jeje.

Con respecto a la forma de pago, pues yo lo hago directo, en efectivo y siempre despues del show, es mejor para mí, por motivos propios jeje, ahora... hay opiniones como personas.

[Pulgas]

Ojalá no te resulte borde mi respusta (de verdad que no queiro serlo).
Contestar a ese tipo de preguntas a alguien de quién no sé nada me parece una temeridad.
Para facturar debes estar al día en todos los temas fiscales: alta de la seguridad social, alta en actividades económicas, etc.
Si cumples esos requisitos (lo ignoro por completo), perfecto. Si no, no temino de entender la aplicación del término "profesional".
Insisto en que para hablar del oficio, me gusta saber con quién hablo.

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Ante todo,gracias por contestar tan rápido.Bien, entiendo que pueda ser un tema algo espinoso.Seré algo más concreto sobre mi pesona.Trabajo en un local donde semanalmente tengo la suerte de poder hacer muchos juegos de magia de cerca y de salón a multitud de clientes.Los grupos son entre una y veinte personas.Así llevo varios años.Y hay gente que reconoce que nos visita sólo para que les haga un par de juegos.Y la aficinón ya me venia de antes,claro.Para mí, hasta ahora era sólo un hobby, fidelizaba clientela y animaba el local.También soy miembro de una asociación de ilusionistas de mi zona,donde asisto a todas las reuniones y conferencias que me permiten mis quehaceres y familia.Total,que tras escuchar muchas buenas opiniones sobre mis pinitos mágicos y verme con "lo suficiente" para ofrecer un espectáculo digno y divertido he decidido hacerlo de forma "profesional" (cobrando por mis actuaciones).De aquí surgen mis dudaspor lo que ahora os replanteo las preguntas del principio.

¿Habéis tenido malas experiencias como para tener que cobrar por adelantado? Sobre todo en el caso de particulares desconocidos.
¿Tenéis o aconsejais tener representante?¿Qué porcentaje aproximado se suele llevar? Pros i contras.
Muchas gracias a todos.

[Pulgas]

¿Habéis tenido malas experiencias como para tener que cobrar por adelantado?

Sí, alguna, aunque no suelo cobrar por adelandado.
Lo ideal, para no tener conflictos, es firmar un contrato.

¿Tenéis o aconsejais tener representante?

No tengo representante "oficial". Con frecuencia trabajo para intermediarios y empresas de gestión de espectáculos. Es más seguro, pero se incrementa el importa final del caché.

¿Qué porcentaje aproximado se suele llevar?

Depende del representante y del volumen de trabajo que te dé. Me he movido entre un 8% y un 25%, aunque me consta que algún caradura le ha ganado a mi actuación más del 100%.

En cualquier caso insisto en que, para ser profesional, lo primero, si se quierne hacer las cosas bien, es estar al día con los temas fiscales. Lo demás es hacer una pequeña chapuza y constituye una competencia desleal hacia quienes hacen frente a sus obligaciones fiscales.