Creo que cuando Annemann escribió que como mago había que ganarse la vida con el público y no con los magos, expresó la frustración de su fracaso como artista. Hay que tener en cuenta que esto lo escribió casi antes de suicidarse.

Annemann, de joven, creó una excelente impresión entre los magos cuando llegó de su pueblito a la gran ciudad (era de Waverly, N.Y. que en 2000 tenía menos de 5000 habitantes.... imagínense en aquellos años lo que sería). De adolescente ya le publicaban sus trucos en The Sphinx, la principal revista mágica de aquella época y vendía juegos de su invención.

Al principio de su carrera en la ciudad de N.Y. actuó y todo pintaba bien pero lo que hacía no parecía convencer a los agentes artísticos y además existía el mentalista Dunninger, ya consagrado, y que tenía mejores dotes teatrales que Annemann. Dura competencia.

No le quedó más remedio que ganarse la vida con los magos, esto es: editando una revista para ellos. Sus sueños de triunfo artístico no se hicieron realidad y la revista, que empezó bien al parecer, fue perdiendo suscriptores y retrasándose (nótese que después del 10 de febrero de 1940 los números que siguen no tienen fecha de publicación. Esto significa indudablemente que estaba retrasado... lo sé bien ya que he editado una revista de magia y tuve que hacer lo mismo cuando me atrasé.

La situación económica de Annemann al final era precaria, bebía y fumaba marihuana. Lo más probable es que se alimentara mal y que estuviera deprimido. Una cagada.

No mencionaré nombres pero hay muchos magos que son figuras dentro de nuestro mundo pero que no tienen el mismo éxito en el mundo real y viven muy precariamente. Hablo de nombres muy conocidos y admirados. Habrán notado que hay figuras que surgen, brillan unos pocos años y luego no se oye más de ellos... hay que tener mucho temple para aguantar la caída y al parecer Annemann no lo tuvo.

Historias trágicas aparte, Annemann creo una enorme cantidad de cosas buenas pero lo principal es su forma de pensar en la magia justamente para llegar a estas creaciones. Su idea de que la gente prefería el mentalismo a la magia por ser éste algo más "adulto" me ha abierto el camino a la idea de hacer que la magia que hago se perciba más "adulta" y esto me está dando un excelente resultado.

Marko