Entonces ¿la Magia gusta a los adultos?
Adultos, feo concepto, horrible palabreja…
Adulto es quien posee una capa gelatinosa que cubre impenetrable y ahoga el joven aventurero, el lírico adolescente, al mágico niño que se asfixia en su interior.


Adulto es quien desea seguridad y poder, dinero y poder, política y poder.
La Magia trata de disolver y penetrar la capa de la madurez (con la del Adulto casi casi no puede) para llegar al niño prelógico, ilusionable, imaginativo, soñador de imposibles…
La Magia se dirige a las gentes maduras y a los jóvenes para que se rían y sientan el niño que también son.
Si, además, es Magia lleva poesía también las fibras sensibles del soñador imposible (amor) que es adolescente.
Si lleva juego y participación alegrará al niño de 7 a 11 años, si aventura intelectual (¿cómo es posible?) al veinteañero inquieto. Pero esencialmente, buscará al niño prelógico, inocente, desconocedor del concepto imposible.
Sólo si dejamos respirar ese niño que llevamos dentro podremos gustar y degustar la Magia…
… si suspendemos la incredulidad, momentáneamente, al menos,
… si dejamos libre la imaginación para que vuele liberada de la lógica
… si aceptamos gozosos jugar con bolitas de colores, pañuelos, cajitas, cochecitos de madera (juguetes)
… si somos capaces de repetir en voz alta con el Mago las palabras y conjuros mágicos
… si mimamos los gestos abracadabrantes, si espolvoreamos los polvos mágicos sintiéndolo entre nuestros dedos al hacerlo
… si somos capaces de mirar y sentir con inocencia





* Esto es un pequeño extracto del inmenso (en cantidad y calidad) articulo de Juan Tamariz que me he encontrado gracias al blog de Kiko Pastur y que me gustaria compartir con vosotros.