Otro aspecto del público.

[ignoto]

El sábado pasado estuvimos actuando para un publico de discapacitados psíquicos.
Como la mayoría de los miembros del público padecían síndrome de Down, utilizamos la versión "adaptada" del espectáculo, como otras veces.
El espectáculo salió mas o menos como siempre.

Yo tengo la costumbre de repasar mentalmente las actuaciones por si les encuentro algún pero. En lugar e ello, me surgió una duda.

Hasta ahora, he actuado media docena de veces para este tipo de público y, excepto en la primera sesión, utilizando una versión "especial" del espectáculo.

No voy a entrar ahora en pormenores de esta variación sino en algo un tanto mas peliagudo.

Una vez uno tiene el ritmo cogido de mirar a la primera fila para tener controlados a los mas pequeños (para "abrir" huecos en el espectáculo mientras se los llevan a hacer pis y similares) y se ha preocupado de comprobar que no hay ningún anciano que no nos pueda ver y que los altavoces cubren toda la sala,,,

¿Que pasa si entre un público normal nos sale una persona con este tipo de problemas y que quiere participar?

Algunos son muy, muy participativos. Les encantan los espectáculos y ser el centro de atención y, aunque no se puede cortar el espectáculo por una sola persona...

¿Se os ocurre algo para integrarla sin romper la continuidad?

A mi solamente me ha pasado una vez e intervine porque estaban riñendo a una pobre chica solamente porque quería estar entre los pequeños viendo al mago.
Por supuesto, interrumpí mi juego (total eran los conejitos hippity-hop) y cambié por el guante volador (a mi mujer casi le da un ataque) para sacarla de "voluntaria".

Todos felices y contentos (menos mi mujer),

[Patrick I. O'Malley]

A priori (como profano en niños), viendo las premisas que pones me plantearía lo siguiente:

Si es una actuación para niños 'normales' (lo entrecomillo simplemente para destacar que no está orientada a chicos con síndrome de down o cualquier otro):

1.- Tener SIEMPRE preparado un juego por si en la sala se encuentra algún niño con esas características. Si lo encuentras, en un momento dado metes el jeugo y le sacas a que participe como los demás. Eso será bueno para el niño, para sus padres, para tí y para el resto de niños que verán que es uno más. Esto en el caso de que el niño está formalito en su sitio.

2.- Si hay alguno de ellos y se expresa con la habitual extraversión, entonces tienes que llevar, al menos pensada, la posibilidad de incluirle en cada uno de los juegos que hagas. Me refiero a que si quieres lelvar el espectáculo perfectametne preparado este ha de ser uno de tantos puntos a tener en cuenta. Hombre, aquí entra la capacidad de toreo de cada uno, unida a la personalidad del niño/niña para conseguir que puedas terminar el juego en curso y, acto seguido, meter el preparado para esta circunstancia. No, no es fácil controlar la situación.

Eso sí, SIEMPRE dejarle participar (aunque te fastidie el normal devenir del juego) y JAMAS hacer con él/ella un distingo o cualquier tipo de separación.

[Némesis]

Pues mira, justamente en el IMPOSIBILIA del viernes sucedió algo parecido, aunque no exactamente igual a lo que comentas. Te lo explico, a ver qué te parece.

Me disponía a hacer el juego de la carta con hueco en medio que queda liberada de una cuerda, en la que previamente la hemos atrapado. Iba a dar a elegir la carta en cuestión. La mayoría del público era adulto, pero andaba algún niño camuflado por ahí.

Yo tengo la costumbre de no pedir nunca voluntarios. Señalo directamente al que deseo que me ayude, le pregunto si le importa, y si no tiene inconveniente sale. Y por lo visto, un niño se dio cuenta en seguida, sin decir yo nada, que estaba buscando con la mirada un colaborador. Y en seguida dijo: "Yo, yo , yo, a mí, a mí...". Me enternecí y lo saqué al escenario.

No padecía la enfermedad que tú has comentado, pero sí que era una dispcapacidad psíquica cuyo nombre desconozco. Al final de la actuación, su padre tuvo la amabilidad de venir a contarme que era un problema del cerebro, que afecta sobetodo a la forma de expresarse y de escuchar.

La cuestión es que le pedí al niño que tocara una carta. Los nervios, o lo que fuera, hicieron que tocara más de una. Entonces decidí ayudarle, sacando un poquito la primera que había tocado. "¿Esta?" dije. No respondía que sí, pero acabé entregándosela de todos modos. Además, le hice guardar el "testigo" de la carta que recortamos (para probar una vez liberada que es la misma).

Creo que en esa parte del show se integró excelentemente y no rompió el ritmo. Además, el público lo hubiera comprendido en seguida. También supongo que es fruto e mi inexperiencia, pero lo que me vino a la cabez aquel momento fue guiarle un poco, tomando las riendas de la situación.

[CharlieCharm]

Es muy dificil poder saber como va a reaccionar una persona con deficiencias mentales ya que no sabemos el grado de deficiencia que tiene, por eso lo mejor es informarce con anterioridad al show para poder preparar cada juego acorde a las caracteristicas del publico.

Pienso que teniendo esto en cuenta en una situacion como la que comenta ignoto lo mejor es hacerle un juego que no tenga que tocar nada, ni recordar nada y haci evitar la posibilidad que te tire lo que le des o que diga en voz alta lo que recordo, etc.

[ernestomisterio]

Si tienes una persona de este tipo y quiere salir, sácala como un ayudante "extra" en unos de los juegos de tu repertorio.

Puedes hacer que él sea el que de el pase mágico o el que te sujeta la varita especial que nunca le dejas a nadie, etc.

De esta manera estará en el escenario más feliz que unas pascuas y prácticamente no te interrumpira en la continuidad.