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slydini
12/04/2007, 17:02
os pongo un articulo sacado de un portal de parapsicologia donde hablan de ilusionismo (y de MAGIAPOTAGIA)

"Con frecuencia los escépticos argumentan que todos los fenómenos paranormales son un fraude, que cualquier ilusionista puede repetir. Eso es cierto solo en parte. Desde siempre los ilusionistas han combatido los fraudes espiritistas, y los falsos dotados, reproduciendo con sus trucos supuestos poderes psíquicos. Un aspecto del misterio que todo aficionado a lo paranormal debería conocer.

Aula de la Universidad de La Laguna, julio de 1994. Durante una de las conferencias a la que había sido invitado a dictar, sobre Mito y ciencia en parapsicología decido intentar una experiencia práctica. Con aparente espontaneidad pido un voluntario que no haya vivido fenómenos paranormales y se considere escéptico, con él intentaré reproducir a plena luz un "efecto" de psicocinésis. Pido un par de objetos al público que, una vez examinados por otros asistentes, son colocados en equilibrio sobre la mesa. Cien pares de ojos se concentran en el experimento sin parpadear. Yo me alejo, al otro extremo de la sala y comienzo a inducir "hipnóticamente" a mi espontaneo colaborador para que su "energía psíquica" mueva a distancia esos objetos. Pasa un minuto, dos... parece que mi experimento de "mentalismo" es un fracaso pero, de repente, los objetos se mueven, incluso caen a tierra. Emocionado mi improvisado ayudante no da crédito. Ha movido a distancia dos objetos con el "poder de su mente". Le pregunto si ahora cree en los poderes psíquicos. "¡Después de esto, a la fuerza! -responde". Y entonces yo confieso el secreto. Lo que parece una prueba irrefutable de los poderes psíquicos no es más que un truco de ilusionismo. Mas tarde leeré telepáticamente la mente de otra escéptica, moveré pequeños objetos en una urna de cristal, doblaré llaves de acero...
El término "mentalista" se ha utilizado con frecuencia como sinónimo de paragnosta, dotado o sensitivo, sin embargo también se refiere a una especialidad dentro del ilusionismo, la dedicada a reproducir fenómenos parapsicológicos, fundamentalmente telepatía, clarividencia, pre y retrocognición y psicoquinesis.

El mentalismo tiene su origen en aquellos cruzados que a finales del siglo XIX se dedicaron a perseguir a los falsos médiums que tanto proliferaron en Europa y USA a la sombra de las hermanas Fox.

Desde el legendario Harry Houdini, al polémico James Randi, pasando por John N. Maskelyne o Milbourne Christopher, son numerosos los ilusionistas de prestigio que han dedicado buena parte de su trabajo a desenmascarar fraudes parapsicológicos, sin embargo es fácil caer en el extremismo, considerando todos los fenómenos paranormales como fraude solo porque pueden ser reproducidos a través de la magia. Y este es un mal abundante en el mundo del ilusionismo.

No es de extrañar por tanto que algunas de las principales asociaciones escépticas-negativistas, dedicadas a luchar obsesivamente contra todos los fenómenos paranormales, estén encabezadas por ilusionistas. Como Enrique "Aries" Márquez, por ejemplo, director del CAIRP (Centro Argentino de Investigación y Refutación de la Pseudociencia), o el emblemático James Randi, ariete con quien el CSICOP y sus sucursales mundiales (como la española ARP) pretenden arremeter contra todo fenómeno paranormal calificando de estafador, fraude y timador a todo individuo que afirme poseer capacidades parapsíquicas. Este dogmatismo parte de dos prejuicios: todo fenómeno parapsicológico puede reproducirse a través del ilusionismo, y los poderes parapsíquicos no existen. Por lo tanto quien afirme poseer esos poderes, que no existen, es un mentiroso...

El arte de la ilusión
Es cierto, como dicen los escépticos, que todo fenómeno paranormal puede reproducirse a través del ilusionismo. Yo mismo he "doblado" llaves con y sin contacto, he "movido" objetos a distancia, he "leído" el pensamiento, he "pronosticado" hechos futuros, he "materializado y desmaterializado" objetos, he "contactado" con espíritus, etc., a través de efectos de mentalismo, pero siempre dentro de un margen. Existen una serie de limitaciones que el ilusionista no puede sortear, y ahí es donde han de demostrarse las facultades de los auténticos paragnostas.

Una de las claves de la magia es que no crea fenómenos paranormales, sino ilusiones de esos fenómenos. El empalme, el forzado y el salto, por ejemplo, son tres herramientas básicas con las que cualquier prestidigitador puede hacerse pasar por el más fabuloso sensitivo ante parapsicólogos inexpertos. El "forcing", obligar a elegir al sujeto lo que él cree escoge libremente; el "stealing", técnicas para obtener información del sujeto, que el mago no podría conocer; y el "facting", hacer aparentar predicción algo que ya se conocía antes, son las tres armas del mentalista para convertirse en un perfecto paragnostas. Por eso es importantísimo, a la hora de evaluar un supuesto fenómeno paranormal, que el investigador tenga conocimientos de ilusionismo, o se asesore de mentalistas expertos.

En 1993 participaron en la serie de TV Mundo Misterioso varios ilusionistas españoles de demostrado prestigio, como Luis Boyano o Manuel Mola, o los cubanos Isora y Gavilondo. Todos ellos realizaron efectos de mentalismo que llegaron a engañar a conocidos investigadores españoles, quienes veían con sus propios ojos fenómenos parapsicológicos, que en realidad no eran sino trucos de magia.

Isora y Gavilondo incluyen en su repertorio un truco de telepatía cuyo código todavía no ha sido descubierto por los principales prestidigitadores españoles. Manuel Mola además de actuar fabrica sus propios instrumentos mágicos, y Luis Boyano adorna su impecable puesta en escena de apuntes auténticos sobre historia de la parapsicología y una simpatía natural que termina por embaucar a toda la audiencia. Es perfectamente comprensible, por tanto, que tras escuchar a Boyano narrar la historia de J. B. Rhine en la Universidad de Duke, el efecto que realiza con las mismas cartas Zener parezca una experiencia telepática de laboratorio, y nada más lejos de la realidad.

Cuando un mago profesional incorpora a su repertorio trucos de mentalismo, la experiencia no pasa de un divertido e instructivo espectáculo. Sin embargo actualmente muchas tiendas y distribuidoras mágicas, como Magia Potagia, Magicus, etc., venden efectos de mentalismo que no necesitan apenas entrenamiento ni conocimientos de manipulación, y yo mismo he reconocido instrumentos de ilusionismo en exhibiciones públicas de pseudo-parapsicólogos y sensitivos españoles que las presentaban como auténticas experiencias parapsíquicas. Y eso si es un fraude. Ellos están avisados...

Muchos ilusionistas se documentan en la literatura esotérica y parapsicológica para enriquecer su repertorio y dotar de credibilidad sus efectos. Y a veces de forma un tanto cruel, utilizan las creencias de su audiencia para conseguir un efecto más espectacular.

El español Marko, por ejemplo, autor de varios cuadernos sobre mentalismo y magia mental plantea a sus lectores la conveniencia de que el público crea en los poderes paranormales, ya que eso enriquece la espectacularidad de sus trucos. En la introducción a su Magia Mental enumera 13 cuestiones importantes para el buen mentalista, como "llevar al público a creer que está realizando verdaderos milagros", "leer sobre parapsicología, astrología, cartomancia, quiromancia, ufología, ocultismo y misticismo...toda clase de curiosos y creyentes te preguntarán sobre estos temas", "adoptar un aire superior", etc.

En la recopilación de efectos de mentalismo del célebre Annemann que el mismo Marko editó en varios cuadernillos se encuentran numerosos ejemplos de los extremos a que puede llegar la manipulación de la credulidad popular por parte del ilusionista, que puede convencer a cualquier espectador de estar en contacto con su padre fallecido, etc.

Precisamente por esta razón algunos ilusionistas (no especializados en mentalismo) han establecido guerras personales contra los mentalistas, al considerar que abusan de la credulidad popular. Como cita Marko, "más de un mago ha revelado los secretos del mentalista porque en su opinión engañaba al público". Tal es el caso del mago Richard Himber, convertido en enemigo número 1 del mentalista Dunninger se presentaba en todas sus actuaciones para descubrir en público sus trucos, agresiones que Dunninger sabía sobrellevar con la soltura y veteranía del buen mago de escena. En una ocasión, como anécdota elocuente, Himber interrumpió una actuación de Dunninger gritándole que le daría mil dólares si adivinaba lo que estaba pensando, a lo que Dunninger respondió con voz pausada que sería él quien le daría mil dólares si demostraba que podía pensar...

Otros mentalistas sin embargo procuran dejar muy claro a priori que sus trucos nada tienen de sobrenatural. En un divertido prólogo de 1902 de Armytage Ware a un libro de magia, el mentalista aprovecha la moda espiritista y esotérica de principios de siglo citando personajes como "Mr. Crowley y gente de su ralea", para crear un clímax de misterio. Pero termina advirtiendo al mentalista ético que "antes de cada demostración de tus recién adquiridas destrezas manuales, encárgate de explicar tranquilizadoramente a tu audiencia, y de modo especial a los niños presentes, que tu magia no es sino artificio, sino abracadabras dichos bajo los indulgentes ojos de Dios Nuestro Señor y que no se acercan ni un ápice a los Ritos Oscuros".

Bajo este mismo espíritu de transparencia y sana diversión algunos mentalista contemporáneos desarrollan espectáculos íntegramente basados en el espiritismo y la parapsicología para disfrute de los presentes.

Anibel y Ramón son una pareja de expertos ilusionistas que han realizado efectos de mentalismo en las principales televisiones del país. Con frecuencia han mostrado sus habilidades en programas tan populares como 1,2,3, El Retonno, etc. Pero donde muestran todas sus capacidades de ilusión es en su particularísimo local: La Cripta Mágica. La Cripta Mágica es un pequeño pub privado donde, además de disfrutar de las actuaciones de todo tipo de ilusionistas, magos y prestidigitadores, Anibel y Ramón celebran "sesiones de espiritismo" para los amantes de las emociones fuertes, donde las mesas se mueven solas, los ectoplasmas cruzan la sala y las voces del más allá se dejan oír desde sus tumbas.

Naturalmente nada hay de sobrenatural en estas sesiones espiritas, pero de no tener ese hecho muy claro sería una experiencia no acta para cardiacos...

Por su parte Anthony Blake, sin duda el mejor mentalista español, concluye sus actuaciones con un ambiguo "todo lo que ha visto es producto de su imaginación, no le dé más vueltas". La forma más estética y armónica de concluir una excelente demostración de mentalismo, sin afirmar ni negar nada.

Parapsicólogos ilusionistas
Ante estos hechos resulta comprensible que muchos parapsicólogos de prestigio sean a la vez consumados expertos en ilusionismo. David Pérez, por ejemplo, fue el ganador del último concurso español de mentalismo celebrado en Barcelona, y además es uno de los fundadores y pilar fundamental, junto con Enrique Echazarra, del Centro de Estudios e Investigaciones Parapsicológicas y Ufológicas (CIPU) de Vitoria. En el último Congreso Mundial de Parapsicología celebrado en España, el conocido parapsicólogo Robert Morris, profesor de Psicología y Director del Area de Parapsicología de la Universidad de Edimburgo dio una documentada conferencia sobre los fraudes y trucos que rodean la parapsicología, y la cruel utilización que del mentalismo hacen algunos supuestos dotados para lucrarse. Otros, como Robert Torquet, incluso llegaron a la parapsicología desde el ilusionismo, intentando ver nuevos trucos posibles y encontrándose con auténticos fenómenos paranormales. El famoso parapsicólogo, sacerdote y consumado mentalista Óscar González-Quevedo no necesita presentación. Y es que independientemente de que un fenómeno paranormal pueda reproducirse fraudulentamente, eso no demuestra que sea necesariamente un fraude.

Hace un par de años yo mismo tuve la oportunidad de realizar varios experimentos de telequinesis, fitopsiquismo, ESP, etc., con el sensitivo israelí Uri Geller, blanco de las criticas apriorísticas de casi todos los ilusionistas del mundo. Con materiales que nosotros le facilitamos minutos antes de cada experiencia Uri Geller dobló tenedores de acero, movió una brújula sin contacto, reparó relojes averiados, hizo germinar una semilla, etc. Yo mismo podría reproducir a través de efectos de mentalismo todos esos supuestos fenómenos, sin embargo me resulta absolutamente imposible reproducir las experiencias de telepatía que efectuamos con él. Existen muchos efectos de telepatía en el mentalismo, pero todos necesitan unos requisitos básicos que no existieron con Uri Geller. Y en ese sentido debo coincidir con el polémico Randi, quien también afirma que puede reproducir todos los supuestos poderes psicocinéticos de Uri Geller, menos sus experiencias telepáticas. A pesar de ello los críticos de Geller hacen oídos sordos a esa excepción y continúan considerando al israelí como un ilusionista embaucador y a Randi como una especia de paladín de la verdad y la racionalidad. Son los devotos incondicionales del "Mahatma Randi" que aceptan a priori sus afirmaciones con exactamente el mismo dogmatismo con el que los seguidores de cualquier gurú, médium o contactado aceptan su discurso mesiánico. Y es que los extremos se tocan...

Otro de los elementos que el investigador debe tener en cuenta es que algunos fenómenos físicos, que con frecuencia han estado limitados al contexto religioso o supersticioso, pueden ser utilizados por los mentalistas disfrazados de esa misma apariencia sobrenatural. En estos casos no hay truco, simplemente se disfraza un fenómeno natural con una apariencia mistérica.

Antonio de Armenteras en su Historia de la Magia, por ejemplo, aplica los complejos mecanismos de las levitaciones clásicas a efectos de hipnotismo como la "catalepsia en el aire". Como es sabido, uno de los trucos clásicos de levitación consiste en una especie de armadura rígida que el levitante lleva bajo la ropa, y que fijada a un punto de apoyo permite que, sustentado en una grúa invisible al espectador, de la impresión de que el cuerpo rígido levita. En hipnotismo de espectáculo es fácil ver experiencias similares en que el sujeto es colocado sobre dos sillas, e incluso puede romperse ladrillos en su vientre, o sentarse otras personas sobre él sin que el cuerpo se doble. Sin embargo Armenteras resulta demasiado convencional, ya que es posible (yo lo he hecho) realizar ese ejercicio seleccionando entre los presentes un sujeto joven y atlético cuya natural capacidad muscular le permitirá adoptar esa posición sin ningún tipo de ayuda mecánica adicional. El rol que el seleccionado asume al participar en el número, siguiendo nuestras indicaciones dócilmente, permite un efecto de hipnotismo muy espectacular que no tiene nada de paranormal ni de hipnosis, es simplemente un fenómeno fisiológico bien conocido por los médicos.

Lo mismo ocurre con los caminantes sobre el fuego ("pirovasia" en parapsicología), por citar otro ejemplo. En otro capítulo de la serie Mundo Misterioso que antes citaba, quemamos una tonelada de leña y preparamos una alfombra de brasas (5 metros) que cruzamos, con los pies descalzos, hasta siete personas. La mayoría jamás habíamos hecho nada parecido, pero nuestro objetivo era precisamente demostrar que cualquier persona, con una técnica elemental, puede caminar descalzo sobre brasas ardientes. El fenómeno no tiene nada de sobrenatural ni de parapsicológico, se trata de un fenómeno físico, impresionante pero totalmente natural. Sin embargo, con una buena puesta en escena, puede resultar un efecto de mentalismo absolutamente espectacular. El fakirismo de escena está lleno de ejemplos...

Por todo ello resulta muy importante la formación física y química del investigador, ya que en esas ramas de la ciencia (sobretodo en la química) radican las bases de muchos efectos de ilusionismo que pueden pasar por fenómenos sobrenaturales sin necesidad de manipulaciones ni trucos mecánicos. Agua convertida en vino, liquido "congelado" paranormalmente, sangre que mana de una imagen religiosa...todo es posible a través de la "magia química".

Imaginación sin límite
Resulta difícil hablar de ilusionismo sin mencionar al increíble David Kotkin (más conocido como David Copperfield). Nacido en New Jersey hace 38 años, Copperfield se inició en el espectáculo a través de la ventriloquia. A los 10 años comenzó a hacer trucos de magia para sus amigos, y a los 18 estrenaba un musical con efectos de ilusionismo.

Copperfield está considerado el ilusionista más espectacular del mundo utilizando todo tipo de disciplinas: escapismo, cartomagia, prestidigitación, micromagia, mentalismo, etc. Pero lo que le ha dado un renombre mundial son sus "grandes ilusiones"; ha hecho desaparecer un avión y la Estatua de la Libertad, se escapó de la prisión de Alcatraz, atravesó la Gran Muralla China... pero algunas de sus ilusiones superan todas las descripciones de fenómenos paranormales. Su "resurrección" de la "Sierra de la Muerte" nada tiene que envidiar a la del Lázaro bíblico, y su "levitación" (un auténtico vuelo humano) supera con mucho todos los vuelos de D.D. Homme o San José de Cupertino. En el caso de Copperfield no se trata de que pueda reproducir mágicamente fenómenos paranormales, sino que los supera con creces.

De la misma forma el mentalista David Berglas "adivina" el futuro cuan Nostradamus contemporáneo, el escapista Todd A. Martin se fuga de una caja arrojada desde un avión a 4.000 metros, etc.

Estos ejemplos ilustran hasta que punto los buenos ilusionistas puede convertirse en auténticos monstruos de poderes inconcebibles, no iguales, sino superiores a cualquier paragnosta auténtico. Por eso es tan importante conocer esta asignatura pendiente de la parapsicología.

Con frecuencia los grupos de escépticos se amparan en estas ilusiones prodigiosas para atacar ferozmente las investigaciones paranormales, considerando a los estudiosos ingenuos ignorantes capaces de creer todo lo que ven. Y por desgracia no les falta razón en muchos casos, ya que las investigaciones psíquicas adolecen del amparo científico que disfrutan otras disciplinas académicas. El hecho de que la parapsicología no sea una disciplina académica en España, por citar un ejemplo, limita los estudios a aficionados que disponiendo de medios totalmente paupérrimos, intentamos indagar en el mayor enigma de la naturaleza: el cerebro humano. A causa de ese desinterés, cuando no ataque desenfrenado de la comunidad científica para con la parapsicología, la mayoría de los investigadores limitan su "instrumental de trabajo" a una grabadora, una cámara de fotos y un cuaderno de campo. "Herramientas" que pueden ser útiles, por ejemplo en ufología, pero que en parapsicología resultan absolutamente ridículas. Para el científico el hecho de que él presencie un fenómeno no demuestra que ese fenómeno sea real. Ha de medirlo y contrastarlo. El dicho popular "ver es creer" no sirve ante el mentalismo, ya que lo que vemos no se corresponde con la realidad.

En muchas ocasiones, como en la experiencia de la Universidad de La Laguna que citaba al comienzo, alguien se me acerca para preguntarme ¿?no será que usted realmente tiene poderes y hace esto para desmitificar?. Esto también es una constante. Algunos autores de libros sobre parapsicología han llegado a escribir de los magos: "algunos de sus números son trucos, pero que otros se basan en poderes especiales que no pueden revelar debido a lo que he dado en llamar la Razón Esotérica; su divulgación causaría una gran conmoción y su mal uso podría ser pernicioso...". Alucinante...

Realmente todos los fenómenos paranormales pueden reproducirse fraudulentamente a través de efectos mágicos, pero siempre según ciertas condiciones que el mago no puede superar. Por esa razón es necesario que el buen parapsicólogo pueda aislar esas posibilidades de manipulación para evitar trucos de ilusionismo.

Por otro lado algunos mentalistas han rendido una encomiable ayuda a la parapsicología a la hora de desenmascarar falsos videntes y timadores psíquicos, como el reciente caso de la argentina Mª Teresa Gimenez condenada judicialmente por estafa gracias a las demostraciones que el ilusionista Enrique "Kartis" Carpinetti hizo ante el fiscal, enseñando como la falsa bruja "desmaterializaba" los billetes de sus cándidos clientes.

Ante todo lo expuesto es evidente que tan dogmático resulta afirmar que todo fenómeno paranormal que veamos es auténtico, como sentenciar que todos los sensitivos y paragnostas son unos timadores. Ambos extremos, crédulos y negativistas, son idénticos en su fundamentalismo, solo que unos profesan devoción a Sai Baba (por ejemplo) y los otros al "Mahatma Randi".

slydini
12/04/2007, 17:04
la anecdota de Dunninger y Himber no tiene desperdicio

el articulo es de un señor llamado Manuel Carballal

MERLINLIGHT
12/04/2007, 19:41
Hola:
Pienso que hay que huir de toda clase de dogmatismo. Los extremos nunca son positivos, hay que sacar conclusiones positivas de todo.
Lo dicho enhorabuena por una exposción nada dogmatica.

Un saludo mágico.








El escepeticismo es justo y necesario el dogmatismo para nada.

slydini
12/04/2007, 21:00
hola Merlin,

la exposición no es mía, solo corté y pegué :roll:

shark
18/04/2007, 19:46
"...que unos profesan devoción a Sai Baba (por ejemplo) y los otros al "Mahatma Randi"."

pues a mi comparar a James Randi con un guru de una secta considerada extremadamente peligrosa y prohibida un bastantes paises, me parece columpiarse mucho.

De todas maneras viniendo de Carballal me lo creo todo , en sus articulos ponia las mayores burradas y luego soltaba su frasecita pseudoesceptica...

pd: (es que pa reirme, cuando "el jueves" dejo de gustarme , leia revistas de ocultismo, grandes risas garantizadas)

slydini
18/04/2007, 21:49
este señor es mago??

shark
19/04/2007, 13:12
carballal? que yo sepa no.

Nadir
26/04/2007, 14:54
Se columpia con Randi... y con Geller. Hacía mucho que no escuchaba a nadie defender a Geller como psico real.