Patrick I. O'Malley
03/07/2006, 11:01
En numerosas ocasiones se ha hablado de dominar juegos, hacerlos a la perfección, etc. ¿Cuándo un juego es realmente bueno? ¿Cuántos domino realmente? ¿Cuántos hago bien?.
Hace unos meses 'creé' un jueguecito remotamente basado en una rutina que vi a Tamariz en el Loco de la colina. Bueno, el juego ha quedado radicalmente distinto, pero su actuación me dio la idea.
Este juego lo presenté en las habituales reuniones de los viernes en Tres Cantos y hemos debatido varias veces sobre él. Ya creía que lo tenía equilibrado y dominado cuando, hace unos días, me puse a pensar en él paso a paso y caí en la cuenta de que había, todavía algo que se podía pulir. El pasado viernes lo compartí con el resto (Carlos, Mr. Poza, Jose....) y mostré la variación que, efectivamente, resultó dejar el juego un poco más 'limpio'.
Las conclusiones son varias:
En primer lugar que es obvio (vista toda la trayectoria del juego) que compartirlo y revisarlo con otros magos es muy conveniente, puesto que aportan nuevas visiones.
Pero considero muy importante el mero hecho de revisar los juegos (propios o ajenos). No contentarse con la versión que hacemos (por muy buena que parezca) y no cejar en el empeño de intentar mejorar cada vez más y dar otra vuelta de tuerca a los juegos. Es fácil decir aquello de 'domino tal porcentaje del Canuto' (yo lo he dicho), pero ¿En realidad lo hacemos?.
Estudiar, practicar, compartir, pulir, repasar..... Eso es lo que acaba puliendo una rutina de forma que quede elegante y mágico, engañando o enganchando incluso a los que no son tan profanos.
Era una reflexión.
Hace unos meses 'creé' un jueguecito remotamente basado en una rutina que vi a Tamariz en el Loco de la colina. Bueno, el juego ha quedado radicalmente distinto, pero su actuación me dio la idea.
Este juego lo presenté en las habituales reuniones de los viernes en Tres Cantos y hemos debatido varias veces sobre él. Ya creía que lo tenía equilibrado y dominado cuando, hace unos días, me puse a pensar en él paso a paso y caí en la cuenta de que había, todavía algo que se podía pulir. El pasado viernes lo compartí con el resto (Carlos, Mr. Poza, Jose....) y mostré la variación que, efectivamente, resultó dejar el juego un poco más 'limpio'.
Las conclusiones son varias:
En primer lugar que es obvio (vista toda la trayectoria del juego) que compartirlo y revisarlo con otros magos es muy conveniente, puesto que aportan nuevas visiones.
Pero considero muy importante el mero hecho de revisar los juegos (propios o ajenos). No contentarse con la versión que hacemos (por muy buena que parezca) y no cejar en el empeño de intentar mejorar cada vez más y dar otra vuelta de tuerca a los juegos. Es fácil decir aquello de 'domino tal porcentaje del Canuto' (yo lo he dicho), pero ¿En realidad lo hacemos?.
Estudiar, practicar, compartir, pulir, repasar..... Eso es lo que acaba puliendo una rutina de forma que quede elegante y mágico, engañando o enganchando incluso a los que no son tan profanos.
Era una reflexión.