markes
18/05/2006, 11:30
Hola:
El caso es que acabo como quien dice de aterrizar en este mundo y, después de terminar de leer el libro de Cartomagia Fundamental de Canuto, he estado meditando sobre la responsabilidad que deberíamos tener todos los que empezamos, en procurar no impacientarnos en nuestras presentaciones para no echar a perder las técnicas y maniobras de las que se alimenta este fantástico mundo de las ilusiones que es la magia, y que , sobre todo, suponen el modo de vida de muchas personas.
Veamos, yo hace un mes, no tenía ni idea de lo que era un empalme, ni de que existiesen las cuentas falsas, o de que se pudiese controlar o forzar una carta y por lo tanto, cada vez que veía a alguien hacer un juego de cartas, siempre buscaba las explicaciones mas rebuscadas para tratar de entenderlo, sin imaginar ni levemente las cosas que realmente estaban pasando. Lógicamente ahora, tan solo unas semanas después, mi punto de vista ha cambiado y en esa medida, ya tengo una base para poder, por lo menos, sospechar que tipo de movimientos puede haber echo una persona para realizar cierto juego. Y es este el punto al que quiero llegar porque, de la misma manera que uno que se acaba de leer un libro de magia, ya posee ciertos conocimientos, un simple y afortunado espectador, en manos de un novato acelerado, también puede llegar a tenerlos, y , lo que es peor, está en condiciones de divulgarlos en la próxima ocasión que vea a alguien haciendo otro juego de magia. Cierto es que todo esto lo digo en plan tremendista pero, ¿ podría llegar a darse el caso de que se popularizasen muchas de estas técnicas como consecuencia de que nos podamos precipitar a la hora de empezar a enseñar nuestros trucos?. (En el propio libro de Canuto, reconoce que la carta corrida es bastante popular). En definitiva, que si yo me lanzo a hacer un juego de manos, y hago uno mecánico y me lo descubren, no creo que pase nada, pero, si por el contrario, me descubren un empalme, o llegan a sospechar que por mucho que se mezcle una baraja, es relativamente fácil controlar una carta, creo que sería dar un conocimiento muy potente a personas que nunca deberían haberlo recibido.
Bueno, pues esta es mi línea de debate. ¿ Deberíamos los que empezamos tratar de contenernos por el bien de la magia hasta el infinito mas uno, y no hacer juegos complicados hasta no dominarlos al 100%?. Yo en mi caso, pienso que si, y no solo eso, si no que procuro primero, que nadie se entere de que estoy aprendiendo, por aquello de no tener que empezar a recibir presiones tipo, venga, hazme un truco, y segundo, no dejo los libros a la vista, porque lomos del tipo: MAGIA PARA TODOS, 200 TRUCOS DE MAGIA, LEEME Y SABRAS HACER MAGIA, son como un imán para las manos, y aunque estén rodeados de otros 200 libros mas, siempre acaban destacando.
Saludos.
El caso es que acabo como quien dice de aterrizar en este mundo y, después de terminar de leer el libro de Cartomagia Fundamental de Canuto, he estado meditando sobre la responsabilidad que deberíamos tener todos los que empezamos, en procurar no impacientarnos en nuestras presentaciones para no echar a perder las técnicas y maniobras de las que se alimenta este fantástico mundo de las ilusiones que es la magia, y que , sobre todo, suponen el modo de vida de muchas personas.
Veamos, yo hace un mes, no tenía ni idea de lo que era un empalme, ni de que existiesen las cuentas falsas, o de que se pudiese controlar o forzar una carta y por lo tanto, cada vez que veía a alguien hacer un juego de cartas, siempre buscaba las explicaciones mas rebuscadas para tratar de entenderlo, sin imaginar ni levemente las cosas que realmente estaban pasando. Lógicamente ahora, tan solo unas semanas después, mi punto de vista ha cambiado y en esa medida, ya tengo una base para poder, por lo menos, sospechar que tipo de movimientos puede haber echo una persona para realizar cierto juego. Y es este el punto al que quiero llegar porque, de la misma manera que uno que se acaba de leer un libro de magia, ya posee ciertos conocimientos, un simple y afortunado espectador, en manos de un novato acelerado, también puede llegar a tenerlos, y , lo que es peor, está en condiciones de divulgarlos en la próxima ocasión que vea a alguien haciendo otro juego de magia. Cierto es que todo esto lo digo en plan tremendista pero, ¿ podría llegar a darse el caso de que se popularizasen muchas de estas técnicas como consecuencia de que nos podamos precipitar a la hora de empezar a enseñar nuestros trucos?. (En el propio libro de Canuto, reconoce que la carta corrida es bastante popular). En definitiva, que si yo me lanzo a hacer un juego de manos, y hago uno mecánico y me lo descubren, no creo que pase nada, pero, si por el contrario, me descubren un empalme, o llegan a sospechar que por mucho que se mezcle una baraja, es relativamente fácil controlar una carta, creo que sería dar un conocimiento muy potente a personas que nunca deberían haberlo recibido.
Bueno, pues esta es mi línea de debate. ¿ Deberíamos los que empezamos tratar de contenernos por el bien de la magia hasta el infinito mas uno, y no hacer juegos complicados hasta no dominarlos al 100%?. Yo en mi caso, pienso que si, y no solo eso, si no que procuro primero, que nadie se entere de que estoy aprendiendo, por aquello de no tener que empezar a recibir presiones tipo, venga, hazme un truco, y segundo, no dejo los libros a la vista, porque lomos del tipo: MAGIA PARA TODOS, 200 TRUCOS DE MAGIA, LEEME Y SABRAS HACER MAGIA, son como un imán para las manos, y aunque estén rodeados de otros 200 libros mas, siempre acaban destacando.
Saludos.