javier.eliu
29/09/2010, 19:35
¡Hola, qué tal todos!
Quiero compartir un momento muy especial que me pasó el pasado 15 de Septiembre. Ese día fue fiesta nacional aquí en México, y nos reunimos en casa de unos amigos para festejarla. Algunos amigos llevarían a sus hijos y decidí prepar una rutina de 10 juegos para los niños.
Eran 4 niños y 2 adultos cuando empeze mi rutina, y todo iba muy bien. Empecé con "Cambio de color" de Tamariz, y todos empezaron a decir "¡¡¡WOW!!!", eran como 20 los presentes y todos me voltearon a ver y se acercaron. Realmente me puse muy nervioso, ya que mi único público anteriormente había sido mi familia. Seguí con "Carta ambiciosa" y ya todos me prestaban atención y las manos me temblaban. Me sentía muy inseguro, puesto que era mucha gente la que me ponía atención y yo con tan poca experiencia.
Traté de charlar en todo momento, hacer unas pequeñas bromas, y fui tomando más y más confianza. Terminé la rutina y a todos los veía con unas caras de embobados por lo que les decía y los juegos que hacía.
Mi hermano estaba presente, él es mi conejillo de indias, y me dijo que a pesar de que ya me había visto esos juegos lo impresioné mucho y que también el los veía a todos embobados por los juegos.
Al final de todo, me aplaudieron todos, y me sentí muy bien, y tomé más confianza para otras ocasiones.
Quiero compartir un momento muy especial que me pasó el pasado 15 de Septiembre. Ese día fue fiesta nacional aquí en México, y nos reunimos en casa de unos amigos para festejarla. Algunos amigos llevarían a sus hijos y decidí prepar una rutina de 10 juegos para los niños.
Eran 4 niños y 2 adultos cuando empeze mi rutina, y todo iba muy bien. Empecé con "Cambio de color" de Tamariz, y todos empezaron a decir "¡¡¡WOW!!!", eran como 20 los presentes y todos me voltearon a ver y se acercaron. Realmente me puse muy nervioso, ya que mi único público anteriormente había sido mi familia. Seguí con "Carta ambiciosa" y ya todos me prestaban atención y las manos me temblaban. Me sentía muy inseguro, puesto que era mucha gente la que me ponía atención y yo con tan poca experiencia.
Traté de charlar en todo momento, hacer unas pequeñas bromas, y fui tomando más y más confianza. Terminé la rutina y a todos los veía con unas caras de embobados por lo que les decía y los juegos que hacía.
Mi hermano estaba presente, él es mi conejillo de indias, y me dijo que a pesar de que ya me había visto esos juegos lo impresioné mucho y que también el los veía a todos embobados por los juegos.
Al final de todo, me aplaudieron todos, y me sentí muy bien, y tomé más confianza para otras ocasiones.