ignoto
27/05/2010, 09:11
Uno de los problemas que uno se encuentra es el bichillo descontrolado.
El pequeñajo que debería estar con su cuidador pero que nos dejan suelto porque "para eso pago al mago" (como si fuésemos niñeras).
Este bichillo descubre muchas veces que al lado de ese señor que hace cosas tan raras hay un OMNI.
Un Objeto Maravilloso No Identificado.
Eso hay que tocarlo, cogerlo y mirarlo bien mirado. No importa si es la mesa de mezclas del equipo de sonido, el velador, el chisme de las descargas o una caja espejo. El caso es que es un OMNI y hay que ir a por ello.
Como, además, suelen ser muy confiados y no les da miedo el tío raro del micro de diadema y traje estrafalario, pues se acerca sin más problemas pasando por delante de todos y directo al objetivo.
Obviamente, únicamente son OMNI los objetos que no tienen a nadie al lado, ni están guardados y están a su alcance.
La respuesta lógica es no dejar nada sin compañía, ni a la vista ni a su alcance.
Esto que es muy sencillo entre dos, se vuelve casi imposible para uno solo a menos que esté muy fogueado y tenga más tablas que la armada invencible. Es una de las razones por las que se suele aconsejar a los noveles que "trabajen" acompañados.
El pequeñajo que debería estar con su cuidador pero que nos dejan suelto porque "para eso pago al mago" (como si fuésemos niñeras).
Este bichillo descubre muchas veces que al lado de ese señor que hace cosas tan raras hay un OMNI.
Un Objeto Maravilloso No Identificado.
Eso hay que tocarlo, cogerlo y mirarlo bien mirado. No importa si es la mesa de mezclas del equipo de sonido, el velador, el chisme de las descargas o una caja espejo. El caso es que es un OMNI y hay que ir a por ello.
Como, además, suelen ser muy confiados y no les da miedo el tío raro del micro de diadema y traje estrafalario, pues se acerca sin más problemas pasando por delante de todos y directo al objetivo.
Obviamente, únicamente son OMNI los objetos que no tienen a nadie al lado, ni están guardados y están a su alcance.
La respuesta lógica es no dejar nada sin compañía, ni a la vista ni a su alcance.
Esto que es muy sencillo entre dos, se vuelve casi imposible para uno solo a menos que esté muy fogueado y tenga más tablas que la armada invencible. Es una de las razones por las que se suele aconsejar a los noveles que "trabajen" acompañados.