Gandalf
25/11/2005, 14:20
Cito a Ignoto en un mensaje de otro post:
"Por supuesto, no se pregunta "como se hace" de un juego antes de estar bien seguro de que no se comercializa este o su explicación (cosa que no ocurre nunca, siempre está a la venta).
Ignoto Dixit."
En efecto, el dichoso juego siempre está a la venta. Pero, el hecho de que alguien se haya animado a comercializar un efecto ¿genera alguna obligación moral de conservar el secreto del mismo? Mi debate no es sobre las tiendas, a las que comprendo su interés en que no se queden sin material "útil" que vender, si no a si hay garantías de que quien comercializa un efecto es su inventor. En la magia se ha generado una corriente que es como si hubiesen juegos "transferibles" y "no transferibles", entendiendo como transferibles aquellos que se pueden explicar abiertamente entre magos y como no transferibles los que no se comentan por ser comercializados actualmente. En mi opinión son más "transferibles" los que no están ni publicados ni comercializados, luego están los solo publicados, y los que tienen mayor grado de protección son aquellos que se comercializan.
Pongo algun ejemplo:
Twisted Sisters de John Bannon. Se basa en cartas trucadas, que ya existían en el siglo XIX y anteriores, y de un efecto que supongo usado miles de veces anteriormente al nacimiento de este mago. Es un juego que se realiza en múltiples versiones y donde quizás lo que cambie sea la presentación y poco más. ¿El hecho de que se comercialice crea la obligación moral de no transmitir su secreto?
Por el hecho de que alguien comercialize un juego basado en un efecto de matrix ¿pasa este a estar dentro de los "no transefribles"? ¿Hay garantías de que quien se beneficia de esa comercialización es el inventor real de la idea?
Si junto tres bolas de esponja de distintos colores en una bolsita y le incluyo una rutina que desconozco si la hizo alguien antes ¿creo un juego "no transferible"? Y si la ideó alguien ¿me basta con citar la fuente para poder hacerlo? ¿pasa automáticamente a "no transferible"?
Existe la práctica de usar en galas e incluso comercializar en un libro juegos de otras personas, y es mi parecer que toda obligación que tienen los mágos en esos casos es la de citar la fuente del mismo. Algo del tipo "Este juego se lo ví hacer a Fulanito y lo llevo en mi espectáculo desde entonces...". ¿Esto si está permitido moralmente? ¿que diferencias hay?
En mi opinión la magia no es tan ámplia como parece, al final muchísimios juegos están basados en otros anteriores a su vez basados en otros y así por varias generaciones. Cuando alguien comercializa un juego este se basa en otro antiguo, por ejemplo una mujer zigzag, una bola zombie, o cualquier elemento que lleve un reel. Me parece claro que si uno incluye una novedad en esos desarrollos tiene cierta porpiedad del autor, pero ¿que ocurre con el resto del juego?
Ya me estoy extendiendo con tanta duda así que paro de escribir o empezaré a cuestionarme si existen los colores...
:lol:
"Por supuesto, no se pregunta "como se hace" de un juego antes de estar bien seguro de que no se comercializa este o su explicación (cosa que no ocurre nunca, siempre está a la venta).
Ignoto Dixit."
En efecto, el dichoso juego siempre está a la venta. Pero, el hecho de que alguien se haya animado a comercializar un efecto ¿genera alguna obligación moral de conservar el secreto del mismo? Mi debate no es sobre las tiendas, a las que comprendo su interés en que no se queden sin material "útil" que vender, si no a si hay garantías de que quien comercializa un efecto es su inventor. En la magia se ha generado una corriente que es como si hubiesen juegos "transferibles" y "no transferibles", entendiendo como transferibles aquellos que se pueden explicar abiertamente entre magos y como no transferibles los que no se comentan por ser comercializados actualmente. En mi opinión son más "transferibles" los que no están ni publicados ni comercializados, luego están los solo publicados, y los que tienen mayor grado de protección son aquellos que se comercializan.
Pongo algun ejemplo:
Twisted Sisters de John Bannon. Se basa en cartas trucadas, que ya existían en el siglo XIX y anteriores, y de un efecto que supongo usado miles de veces anteriormente al nacimiento de este mago. Es un juego que se realiza en múltiples versiones y donde quizás lo que cambie sea la presentación y poco más. ¿El hecho de que se comercialice crea la obligación moral de no transmitir su secreto?
Por el hecho de que alguien comercialize un juego basado en un efecto de matrix ¿pasa este a estar dentro de los "no transefribles"? ¿Hay garantías de que quien se beneficia de esa comercialización es el inventor real de la idea?
Si junto tres bolas de esponja de distintos colores en una bolsita y le incluyo una rutina que desconozco si la hizo alguien antes ¿creo un juego "no transferible"? Y si la ideó alguien ¿me basta con citar la fuente para poder hacerlo? ¿pasa automáticamente a "no transferible"?
Existe la práctica de usar en galas e incluso comercializar en un libro juegos de otras personas, y es mi parecer que toda obligación que tienen los mágos en esos casos es la de citar la fuente del mismo. Algo del tipo "Este juego se lo ví hacer a Fulanito y lo llevo en mi espectáculo desde entonces...". ¿Esto si está permitido moralmente? ¿que diferencias hay?
En mi opinión la magia no es tan ámplia como parece, al final muchísimios juegos están basados en otros anteriores a su vez basados en otros y así por varias generaciones. Cuando alguien comercializa un juego este se basa en otro antiguo, por ejemplo una mujer zigzag, una bola zombie, o cualquier elemento que lleve un reel. Me parece claro que si uno incluye una novedad en esos desarrollos tiene cierta porpiedad del autor, pero ¿que ocurre con el resto del juego?
Ya me estoy extendiendo con tanta duda así que paro de escribir o empezaré a cuestionarme si existen los colores...
:lol: