Ver la Versión Completa : La elección musical para nuestros actos
Con excesiva frecuencia se ven en el foro solicitudes de músicas para acompañar un juego determinado. Tal vez, más que atender una petición concreta, nos interese tener claro qué tipos de música pueden sernos de utilidad y, a partir de ahí, escoger conforme a nuestras preferencias.
Para argumentar el tema desde el punto de vista teórico, anoto algunas nociones que nos pueden resultar útiles más adelante. Las definiciones, puesto que nos encontramos en un foro de magia, las adecuo a conceptos mágicos prescindiendo del teatro, cine…
Música incidental (también se llama música de escena):
Es la música que acompaña representaciones escénicas, programas de televisión y radio, películas, videojuegos, etc.
Con frecuencia está considerada como “ambiente de fondo” y sirve para crear una atmósfera en la acción.
Música necesaria:
Con este término se alude a la pieza que es imprescindible para la comprensión de un efecto.
Música empática:
La que produce un efecto concreto en el espectador, que se adapta a las necesidades del juego.
Música anempática:
La que produce el efecto contrario al propuesto (por ejemplo, música muy violenta en un juego tranquilo y visual. Se uti9liza,. Esencialmente, para crear distorsión en los espectadores.
A la hora de escoger la música para un espectçaculo mágico, sugiero que se estudien los siguientes puntos:
- Criterios técnicos para la elección de la música.
- ¿Qué deseo transmitir? La empatía y la anempatía.
- La originalidad.
- Música instrumental.
- Los silencios.
- La música de inicio y cierre de espectáculo.
- La variedad de estilos.
- Música medida
Fuentes:
Cosecha propia.
Algunas notas extraídas de comentarios de foreros en éste y otros lugares.
http://es.wikipedia.org/wiki/M%C3%BAsica_incidental
http://www.mundobso.com
La elección de la música:
Es el punto clave al que, con frecuencia, prestamos poca atención.
Hemos de tener en cuenta que sirve como generadora de emociones que acompañan nuestro acto. En este sentido debemos escogerla con cuidado, procurando que transmita en la misma sintonía de lo que estamos haciendo (salvo que, expresamente, busquemos lo contrario).
Por otro lado hemos de medirla bien, pues se trata de que nos acompañe, no de que solape lo que hacemos. No hay nada más triste que ver un número en el que la gente está más pendiente de la banda sonora que del juego de magia.
Otra característica fundamental es que nos transmita a nosotros. Es más, yo recomendaría que la música lleve a “enamorarnos” pues así, a través de esa emoción interna que sentimos, nos creceremos en escena y el público lo notará.
La música, en cualquier caso, debe encajar con tu personalidad (o la del personaje que representes). Lo contrario es caer en incongruencias que el público suele detectar.
¿Qué deseo transmitir? La empatía y la anempatía.
A la hora de escoger una melodía que acompañe nuestro acto, debo plantearme qué es lo que quiero decir con ella, qué sentimientos quiero reforzar, qué deseo transmitir.
Lo más frecuente es que deseemos acudir a sensaciones armónicas, estéticas, relajantes. Por ello debo escoger melodías suaves, con un nivel sonoro parejo (sin picos que hacen que el volumen se suba y se baje. En este sentido hemos de cuidar piezas sacadas de bandas sonoras de películas, pues, generalmente, están pensadas para una acción concreta y pueden crearnos picos que no sean acordes con el juego o rutina.
En casos excepcionales puedo acudir a la anempatía, a crear una distorsión en el espectador entre lo que está viendo y lo que le sugerimos a través del oído. En este caso el cuidado debe ser extremo.
Este recurso, que no debe ser despreciado, encaja bien con personajes teatralizados en los que la superposición de personalidades es acompañada por los efectos sonoros.
La originalidad.
No hay nada más triste que ver los mismos juegos una y otra vez realizados con idéntico formato (escénico y sonoro). Se debería multar a todo mago que copia literalmente algo (frase que no encaja bien en estos apuntes, pero que no me he resistido a incorporar).
Yo huiría de toda banda sonora utilizada por otro mago.
También escaparía de las músicas de moda, las que acompañan a anuncios comerciales de televisión y radio, los números uno en las listas de las cadenas de radio fórmula.
Pocas cosas hay peores que ver a un público más centrado en tararear una propuesta musical que en seguir el hilo de una rutina.
Si la música ha de ser personal, escojámosla asumiendo que somos únicos.
Música instrumental.
El riesgo serio de escoger una pieza vocal es que la conozca el público y se descentre tarareándola, esforzándose por recordar la letra, o comentando con el espectador de al lado lo que le sugiere o recuerda la canción.
En general, cuando se trata de música instrumental, el cerebro lo traducirá como fondo musical, mientras que si hay letra estamos invitando al espectador a que duplique sus esfuerzos: se concentrará en lo que hacemos, pero también en lo que escucha.
Los silencios.
Al igual que la pausa en un discurso puede ser una frase entera dicha sin palabras, el silencio musical puede ser terriblemente elocuente, otorgando al acto una fuerza nada despreciable.
Los silencios marcan tensión (o relajación, en función de lo que estemos haciendo) y, en cualquier caso, ayudan a la concentración de los espectadores.
Los silencios sirven para el tránsito de una melodía a otra, aunque, en este caso, se deben extremar las precauciones para que no se desacompasen movimientos y sintonías.
No se utilizan mucho, pero creo que no sería mal que reflexionásemos sobre ellos y diseñásemos nuestros espectáculos teniéndolos en cuenta.
La música de inicio y cierre de espectáculos.
Insistiré una vez más en que la música debe ser escogida con meticulosidad absoluta. Pero aún más las de inicio y cierre de un espectáculo.
La primera porque es nuestra tarjeta de visita, aquello que llega al espectador por primera vez y va a condicionar sus expectativas para el resto del número.
La segunda, porque es el cierre, el recuerdo final con el que un espectador se marchará a casa.
Di igual manera que son aspectos que tenemos en cuenta a la hora de diseñar un programa, debemos meditarlos en el momento de escoger estas dos sintonías.
En ambos casos no es necesario que acompañen el juego, pueden, sencillamente, servirnos como presentación y despedida del mago, sin que medie magia alguna en torno a ellas, pero son parte de nuestro show y debemos estudiarlas otorgándoles el papel que van a desempeñar.
La variedad de los estilos.
Alterar los estilos a lo largo de un espectáculo presenta ventajas e inconvenientes.
Entre las ventajas señalo el hecho de que a mayor diversidad crecen las opciones de dar gusto a todos los asistentes: siempre darás con una melodía que les guste a unos u otros.
Entre los inconvenientes, se rompe la uniformidad, la unidad del espectáculo. No le veo problema si lo que se hace en escena es diametralmente opuesto a lo anterior, pero sí le veo más inconveniente si la línea de actuación es uniforme.
Música medida.
Cierro el capítulo haciendo una pequeña alusión a la música medida, la que nos marca el ritmo de nustro juego. En estos casos debemos tener en cuenta que todo debe estar perfectamente ensayado, debe estar milimétricamente cuadrado. Una diferencia entre nuestros movimientos y el ritmo equivale a una disonancia en la interpretación.
Trabajando en directo el resultado es espectacular, pero se asume un riesgo añadido al acto, por lo que esta decisión debe ser tomada con prudencia y llevada a escena después de cientos de ensayos en los que no haya ningún error.
rubiales
28/05/2009, 15:09
Woody Aragon tiene una conferencia interesantisima sobre este tema. "LA Musica en la Magia" creo recordar que se llama, es sin duda una gran conferencia de uno de los mejores y mas creativos magos de españa y uno de los grandes compositores musicales.
Os dejo el enlace a un video en el que podeis oir parte de su ultima obra musical, la banda sonora del videojuego "The Abbey" premiada en uno de los ultimos Congresos mundiales de videojuegos.
http://www.youtube.com/watch?v=3TV_LyT2-gM&feature=related
Luis Vicente
31/05/2009, 00:02
Me parece extraordianaria tu aportación, Pulgas, y me gustaría añadir algunas cosas prácticas sacadas de mi experiencia como asesor:
Muchos magos ponen una música que les gusta y esta no tiene ninguna relación con los efectos que se hacen, ni se remarcan lo climax. Además, ellos han aprendido una rutina y no tienen un guión mental ni corporal que la acompañe. Esto está mal.
La música debe estar en función del acto de magia y no al revés. Buscar una música y luego adapatar los efectos, es posible, puede ser muy hermoso. Pero es complicado. Es como adaptar un ballet a una música previamente escrita.
Los magos de la época del Vodeville: Cardini, Frackson, Nelson Down, Blakston... Tenían una pequeña orquesta que se adaptaba al ritmo del mago y "creaba" efectos sonoros para realzar los climax o apariciones del número. Y si hacia falta metían unos compases de más para cubrir fallos y ganar tiempo. No era un melodía cerrada. Hoy en día la música está enlatada y si pierdes el tiempo por un error, el mago va a "toda leche" para recuperar el tiempo y queda fatal, o pierde el compás.
Además, al componerla, tienes que tener previsto el tiempo de los aplausos. He visto ha magos que se han quedado "cortos" y paran el aplauso porque la melodía se les va... Y esto no se suele saber hasta que no has probado en público el número varias veces.
Si creas un número musical, lo mejor es arreglar la melodía para que vaya con tu número. Igual tienes que repetir pasajes. O repetir la parte final si tienes climax acumulativos. Es lícito en un momento dado cambiar de melodía. Esto, si tienes dotes musicales, lo puedes hacer con un programa de ordenador. Pero te quedará más profesional si acudes a un especialista. Sí, ya sé que no está al alcance del mago medio que solo actúa en la gala de su club.
Tendrás que tener en cuenta los pagos a la sociedad de autores si la música aún está sujeta a derechos de autor.
Otro inconveniente, y no pequeño, es que si pones la musica muy cuadrada, en tus primeras versiones del número, cualquier cambio que se te ocurra cuando los pruebes... te obliga a hacer un trabajo de chinos para adaptar la música. Y, posiblemente, por pereza, no cambiarás algo que es obvio que está mal.
Espero que esto os sirva de ayuda a los que empezais con números musicales.
Me parece un excelente aporte Pulgas, lo unico que no entiendo porque no haberlo puesto en un solo post en vez de nueve.
Muy orientativo y instructivo para aquellos que buscan algo mas que poner la musica de Jorge Blas, Copperfield o la del cirque du soleil.
¡Nos vemos en el espejo!
Ha caído en mis manos un libro interesante para "novatos" en las tecnologías musicales y en eso de elegir la melodía adecuada para su acto.
Título, "Musicalización del acto mágico"
Autor: Vlad.
Editor: Editorial de los catro vientos (Argentina).
La reseña de la propia editorial nos cuenta sobre la obra: El propósito de este libro es ser una guía para el artista que decida emprender la tarea de elegir y editar música y el sonido que usará para presentar su rutina. En esta obra se describe una serie de detalles y cuidados que se deben tener en la selección de temas, efectos de sonido y edición.
Como punto de partida es un buen libro, pues contiene técnicas básicas de edición de sonido, consejos para escoger la música según tu repertorio, formatos para reproducir la música, etc.
Le veo algunas pegas: con lo rápido que avanza la tecnología quedarán desfasados pronto algunos capítulos (otros son "eternos").
Para quien no tiene ni idea de cómo funciona eso de las múscias, o para lso que se pierden entre cacharros y ordenadores, es un libro muy recomendable.
alvarovilla
23/11/2009, 13:01
Aporto un video en el cual se ve perfectamente la dificultad que entraña el uso de la música medida y el tremendo esfuerzo y trabajo que se necesita para conseguir lo que se ve en este video. Un saludo!
http://www.youtube.com/watch?v=Jucxw56RDik
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