PDA

Ver la Versión Completa : HISTORIA DE MAGIA: Triste panorama



Rafa Piccola
22/10/2008, 04:25
Desde hace algunos años, codo con codo con mi hermano mágico Raúl Jiménez, estoy dedicado al estudio de la historia de la magia al modo de un historiador, es decir, yendo hasta las mismas fuentes de cada dato e intentando, con rigor, separar el grano de la paja.

Una vez incorporado a este foro comencé a repasar, como apasionado por la historia de nuestro arte, casi todo lo aquí escrito al respecto. Tras mis lecturas he observado por enésima vez, y con preocupación, lo que la inmensa mayoría de los magos considera es la historia de la magia: un cúmulo de lugares comunes, sin comprobar, gratuitos, a menudo falsos o llenos de incorrecciones, sin datar, sin referenciar, sin criterio alguno, tomando la información de otros libros que tampoco "han hecho sus deberes", que perjudican más que aportan...

Este triste panorama tiene una única vertiente positiva: que la historia de la magia, excepto honrosas y escasísimas excepciones (William Calush, Vanni Bossi, Beckman, Ricky Jay, Guillemin, Stephen Minch, Mike Caveney...), aún está por hacerse. Hay aún mucho por investigar, mucha luz por arrojar.

Es por otra parte sorprendente (e indignante) que las obras de historiadores de la magia de principios del siglo XX estén más y mejor documentadas que las de autores de reciente publicación cuyo acceso a la información, gracias a las nuevas tecnologías, es mucho más fácil.

Como decía Ascanio, "DIGNIFIQUEMOS NUESTRO ARTE". Antes de escribir un nuevo texto titulado Historia de la Magia (sea o no copiado de otro autor) deberíamos pensar qué puede aportar y cómo ayuda al resto de los magos. Aportar un dato sin referencias comprobadas y que no esté bien enfocado sólo emborrona páginas y añade confusión a la ya bastante turbia charca del conocimiento sobre los orígenes de la magia-ilusionismo.

Y una de las más clásicas equivocaciones presentes en la mayoría de los textos es no clarificar y separar lo que a nosotros nos interesa, es decir, qué datos corresponden verdaderamente a ilusionismo-arte; por lo general, los textos que encontramos (sobre todo en Internet, pero también en otros formatos) son una mezcolanza de datos que en realidad se encuadran en otras actividades: ó son engaños-timo (por ejemplo, oráculos y falsos profetas), ó física recreativa (por ejemplo, las puertas de templos, que describe Herón de Alejandría, que se abrían mediante vapor), ó cuestiones de fe (cada vez que se cita a Moisés y la transformación de las varas a serpientes, recordemos que La Biblia, por ejemplo, no es un libro de Historia. Todos los exegetas coinciden en que La Biblia no puede tomarse al pie de la letra, que hay que “desmitologizarla”), ó, incluso, efectos especiales (por ejemplo, el empleo del cuchillo hueco, retráctil, en el teatro griego o “la mechane”, el aparato que empleaban también en el teatro griego para hacer que los personajes volaran en la escena).

Aparte de una ausencia total de criterio y escasas ganas de investigar (de trabajar, en definitiva), hay otra razón para que los magos citen constantemente referencias que no son ilusionismo-arte: la necesidad (romántica pero innecesaria) de demostrar que nuestro arte se remonta a cinco mil años en lugar de a dos mil.

Pues bien, sentimos acabar con la ilusión de los más creyentes pero, siendo rigurosos, la primera referencia escrita que se refiere a magia-arte-espectáculo es (al menos que nosotros sepamos, y hemos investigado profusamente) del siglo primero (d.C). El romano-cordobés Lucio A. Séneca (en su obra: “Epístolas Morales a Lucilio”, epístola 45) documenta la existencia de la magia-ilusionismo, la magia-espectáculo, al escribir: “Estas falsedades nos engañan inocentemente, al igual que los cubiletes y las piedrecitas de los prestidigitadores. Lo que me divierte es que se trata de un arte; sin embargo, enséñame el truco y se acabó la diversión”.

Y, manteniendo el mismo rigor, podemos afirmar que la primera descripción de un acto real de magia-ilusionismo es la que aporta el cronista del siglo segundo (d.C.) Alcifrón de Atenas (libro tercero “Cartas de Campesinos” -carta 17 de Napeo a Creniades- de su obra “Rhetoris Epistolarum”), quién describe el juego de los cubiletes con bastante precisión: “…un amigo me llevó al teatro dónde me consiguió un buen asiento y me entretuvo con varios espectáculos; no recuerdo la mayoría de éstos por que tengo mala memoria para recordar y contar estas cosas; pero puedo decirte que una cosa que observé me hizo casi enmudecer de asombro. Un hombre se acercó y colocó, sobre una mesa de tres patas, tres platitos. Después deslizó debajo de estos unos pequeños cantos rodados como los que se encuentran en las orillas de los torrentes. Luego, unas veces hizo aparecer un guijarro debajo de cada platillo, otros, sin saber yo cómo, estaban todos debajo de uno sólo y, finalmente, desparecieron todos de debajo y aparecieron en su boca…”.

Como magos estamos hartos de escuchar que en las afueras de El Cairo, en Egipto, cerca de la población de Beni Hassan, hay 39 tumbas y que las paredes de estas criptas están cubiertas con murales que muestran escenas de la vida cotidiana del antiguo Egipto. En concreto, lo que todos los magos repiten hasta la saciedad es que en la tumba 15, la de Baqet III (un gobernador de provincia que vivió sobre el 2000 a.C.), hay una imagen que corresponde a ilusionistas haciendo el juego de los cubiletes; y que esta afirmación tiene su base en la opinión de los egiptólogos Sir J.G. Wilkinson y Percy Newberry.

Pues bien, lo que dicen ambos egiptólogos en su libro “The Manners and Customs of the Ancient Egyptians” (Capítulo VII, página 435) no justifica en absoluto esta extendida creencia: “Parece que la magia también les era conocida, al menos el juego de las tazas en las que se coloca una bola, mientras la otra persona trata de adivinar bajo cual de las cuatro ésta se oculta”. Parece describir un juego de sociedad más que un juego de magia. En cualquier caso, tomando como referencia esta descripción nadie puede asegurar con rotundidad que lo que representa la imagen sea ilusionismo: Podemos especular y desear que lo sea, pero afirmar que es ilusionismo no es riguroso.

Valga este ejemplo para entender que sólo empleando un criterio-criba para discernir lo que es y lo que no es ilusionismo, investigando cada dato sin dar ninguna afirmación de otros autores por buena así, sin más (sobre todo la de aquellos que afirman sin citar fuentes comprobables), y dejando de mirarnos el ombligo con la autocomplacencia del ignorante podremos en el futuro llegar a hablar de tú a tú con otras artes.

Por nuestra parte, tras muchos años e investigación, lectura, traducción de los más variados textos... queremos comenzar a compartir con la comunidad mágica la información acumulada; poco a poco esperamos ir publicando retazos de nuestra historia.

Mientras tanto, la inmensa mayoría de los textos que encontraremos no podrán considerarse Historia de la Magia: Serán, desafortunadamente, lo de siempre. Ascanio decía que “la crítica en magia está en pañales”; podríamos contestarle: “No sólo la crítica, querido Arturo, no sólo la crítica”.

Mistico
22/10/2008, 11:43
Muchísimas gracias Rafa, tanto por el aporte de información como por la reflexión, que, en muchas ocasiones hacemos en otros ámbitos de la vida pero que no solemos trasladar al contexto de la magia.

No suelo creer lo que no está comprobado (deformación profesional) pero si bien, es cierto que, cuando se ha hablado de historia de la magia, muchos (me incluyo) hemos creído a ciencia cierta la información leída en cualquier web, en la que ni siquiera se citaban las fuentes de información que dieron lugar a esas conjeturas.

Y seguramente sea por lo que mencionas, por esa autocomplacencia que desarrollamos, de manera que si leemos que la magia tiene 5000 años, pues nos vanagloriamos de ese dato, y lo hacemos cierto, aún cuando no hay prueba alguna que lo justifique.

Hay otra cosa que me ha llamado la atención de tu aportación, y es el dato de la tumba egipcia. No había pensado (hasta hoy) que todo aquello que nosotros conocemos como ilusionismo, puede que en aquel contexto histórico no fuera así, y sólo un juego de sociedad que no se puede encuadrar en este arte. Debe ser difícil discernir cuando algo era Ilusionismo y cuando no, para tener una fiel Historia de la Magia.

Un saludo, y lo dicho, gracias por la reflexión y por el aporte ( y los que vendrán).

AHC
22/10/2008, 14:44
Madre Santa !!!!!.....espero que haya una segunda parte de todo esto.
Fue como leer todo un libro y que le falte la ultima pagina.

Quiero Mas !!!!!!!!!!!!!

Saludos
AHC

oskiper
22/10/2008, 15:53
Excelente aporte, muchísimas gracias!

Magnano
08/12/2008, 14:09
estoy pensando en realizar un trabajo sobre la historia de la magia, si me pudieses enviar toda la informacion que tienes por mp o por mail me harias un gran favor, muchas gracias por el aporte!

saludos!