Moñiño
09/04/2008, 21:11
En el mundo mágico puede haber muchos homenajes y felicitaciones aun trabajo bien hecho. Este es por ahora el mejor que he tenido en mi corta trayectoria.
Los antecedentes son los siguientes:
Fuimos invitados al séptimo cumpleaños de los hijos de unos amigos. No tenía pensado hacer magia, ya que no lo pidieron y soy aun novato como para preparar un show grande.
Pero el caso es que sabiendo que hago magia, pidieron que hiciera algún juego. Menos mal que suelo llevar algo en los bolsillos.
Empecé no obstante con la servilleta de papel rota y recompuesta al estilo de uno de los libros de Tamariz más que nada, por que la servilleta con la que pretendía limpiarme, ya la tenía doblada en la mano y me evitaba el engorro de coger otra y prepararla.
De los bolsillos saque la armónica, que casualmente apareció por caso y la pille para ver si recordaba algo de lo poco que sabia tocar.
Se me ocurrió decir que era magia y que soplara. Al hacerlo el papel se recompuso. Menudos ojos puso él y sus amigos (unos 10 niños).
Hice un par de juegos mas, uno que suelo llevar encima de bolas de esponja que vale para todas las edades, ese que se transforma de redonda a cuadrado en la mano del chaval (con soplido armónico incluido) y otra mini rutina con una moneda que no relato por no extenderme mas.
Solo diré que al final le regale la armónica mágica.
El caso es que pareció quedarse tan impresionado que escribió este relato para un concurso infantil de colegios, el cual, todo sea dicho de paso, gano.
Este es el relato y el mejor halago que dentro del mundo de la magia me han hecho. Tenia que compartirlo con ustedes.
LA ARMONICA MAGICA
Érase una vez un niño muy pobre llamado Horton que vivía en un lejano pueblo de una lejana ciudad llamada Villa Castilla.
Horton no tenía padres y vivía solo. No tenia ni para comer y en su pueblo, nadie podía ayudarlo por que todos eran pobres, menos el alcalde Don Malo, que vivía en un inmenso castillo.
Era tan cruel que no ayudaba a nadie.
Cuentan que la pobreza de los habitantes de Villa Castilla era por su crueldad.
Horton era un niño solitario y triste y no tenia ni un solo amigo.
Pensaba que nunca se cumplirían sus sueños.
Pero el no sabia que su destino pronto cambiaria.
Un día caminando por la plaza del pueblo se encontró con un famoso mago llamado Iñigo, que venia de una lejana ciudad llamada Villa Norte.
El niño, asombrado de ver sus trucos de magia, se acerco al mago.
El mago metiéndose la mano en el bolsillo le dio una azul y brillante armónica.
El mago Iñigo le dijo:
“¡Esta armónica es mágica¡ Si la sabes utilizar tu destino cambiara”.
Horton se quedo todavía más boquiabierto.
En un santiamén, en un instante o como lo quieras llamar, el mago se enrollo en su capa Horton nunca había tocado una armónica, pero parecía como si ya supiera tocar.
La tocaba de noche y de día, en su pueblo y en cualquier lugar y poco a poco se hizo famoso y viajo de este a oeste, de norte a sur, e incluso viajo a China, América y Europa.
Conoció mucha gente y muchos lugares, recupero la alegría, pero pensaba en su pueblo y en sus gentes que no tenían nada.
Un día regreso a Villa Castilla con todo su dinero y lo repartió.
El alcalde Don Malo se puso tan furioso que se marcho del pueblo.
Los habitantes de Villa Castilla no volvieron a pasar hambre, y lo mejor de todo fue que en el castillo del alcalde Don Malo, construyeron una gran escuela.
Y colorin colorado este cuento se ha acabado que nosotros aun no hemos merendado.
Dedicatoria:
Este cuento se lo de dedico a Iñigo, un amigo de mi padre que es mago y que me ha regalado un armónica azul brillante.
J. Vicente Ortega. Iniesta 2008
pd: Hizo dibujos y todo, pero no he podido subirlos poque soy torpe con la informatica y no se como poner aqui las fotos escaneadas.
Los antecedentes son los siguientes:
Fuimos invitados al séptimo cumpleaños de los hijos de unos amigos. No tenía pensado hacer magia, ya que no lo pidieron y soy aun novato como para preparar un show grande.
Pero el caso es que sabiendo que hago magia, pidieron que hiciera algún juego. Menos mal que suelo llevar algo en los bolsillos.
Empecé no obstante con la servilleta de papel rota y recompuesta al estilo de uno de los libros de Tamariz más que nada, por que la servilleta con la que pretendía limpiarme, ya la tenía doblada en la mano y me evitaba el engorro de coger otra y prepararla.
De los bolsillos saque la armónica, que casualmente apareció por caso y la pille para ver si recordaba algo de lo poco que sabia tocar.
Se me ocurrió decir que era magia y que soplara. Al hacerlo el papel se recompuso. Menudos ojos puso él y sus amigos (unos 10 niños).
Hice un par de juegos mas, uno que suelo llevar encima de bolas de esponja que vale para todas las edades, ese que se transforma de redonda a cuadrado en la mano del chaval (con soplido armónico incluido) y otra mini rutina con una moneda que no relato por no extenderme mas.
Solo diré que al final le regale la armónica mágica.
El caso es que pareció quedarse tan impresionado que escribió este relato para un concurso infantil de colegios, el cual, todo sea dicho de paso, gano.
Este es el relato y el mejor halago que dentro del mundo de la magia me han hecho. Tenia que compartirlo con ustedes.
LA ARMONICA MAGICA
Érase una vez un niño muy pobre llamado Horton que vivía en un lejano pueblo de una lejana ciudad llamada Villa Castilla.
Horton no tenía padres y vivía solo. No tenia ni para comer y en su pueblo, nadie podía ayudarlo por que todos eran pobres, menos el alcalde Don Malo, que vivía en un inmenso castillo.
Era tan cruel que no ayudaba a nadie.
Cuentan que la pobreza de los habitantes de Villa Castilla era por su crueldad.
Horton era un niño solitario y triste y no tenia ni un solo amigo.
Pensaba que nunca se cumplirían sus sueños.
Pero el no sabia que su destino pronto cambiaria.
Un día caminando por la plaza del pueblo se encontró con un famoso mago llamado Iñigo, que venia de una lejana ciudad llamada Villa Norte.
El niño, asombrado de ver sus trucos de magia, se acerco al mago.
El mago metiéndose la mano en el bolsillo le dio una azul y brillante armónica.
El mago Iñigo le dijo:
“¡Esta armónica es mágica¡ Si la sabes utilizar tu destino cambiara”.
Horton se quedo todavía más boquiabierto.
En un santiamén, en un instante o como lo quieras llamar, el mago se enrollo en su capa Horton nunca había tocado una armónica, pero parecía como si ya supiera tocar.
La tocaba de noche y de día, en su pueblo y en cualquier lugar y poco a poco se hizo famoso y viajo de este a oeste, de norte a sur, e incluso viajo a China, América y Europa.
Conoció mucha gente y muchos lugares, recupero la alegría, pero pensaba en su pueblo y en sus gentes que no tenían nada.
Un día regreso a Villa Castilla con todo su dinero y lo repartió.
El alcalde Don Malo se puso tan furioso que se marcho del pueblo.
Los habitantes de Villa Castilla no volvieron a pasar hambre, y lo mejor de todo fue que en el castillo del alcalde Don Malo, construyeron una gran escuela.
Y colorin colorado este cuento se ha acabado que nosotros aun no hemos merendado.
Dedicatoria:
Este cuento se lo de dedico a Iñigo, un amigo de mi padre que es mago y que me ha regalado un armónica azul brillante.
J. Vicente Ortega. Iniesta 2008
pd: Hizo dibujos y todo, pero no he podido subirlos poque soy torpe con la informatica y no se como poner aqui las fotos escaneadas.