ignoto
22/10/2007, 09:24
Estaba dándole vueltas ayer tarde a un tema sobre el que quería escribir desde hace tiempo.
Es del dominio público que en la magia, todo lo que puede salir mal saldrá mal y se producirá el gran drama. Un espectáculo fracasado.
Para ello, lo magos tienden a prepararse "salidas" y a prevenirse con ensayos exhaustivos.
¿Por qué no se refuerzan esos pasos, correctos por otra parte, con un poco de planteamiento paranoide?
Cuantas veces hemos visto como los magos mas experimentados salen a escena y han olvidado traer la carga de la pandereta (¡A ver qué hago ahora!), el pulverizador para las palomas (Tórtola que sale del arnés medio muerta de calor), el papel flash (¡Ostras! Pues a ver cómo hago la producción del pañuelo ahora) y tantas cosas que pasan y no nos enteramos.
¿Tanto cuesta ser desconfiado? Basta con tener una lista (en papel, nada de "usar la memoria") con todos y cada uno de los elementos a emplear, una chuleta del orden de los juegos en alguna parte del velador (aunque hagamos la misma rutina mil veces) y repuestos "extra" de los consumibles (cargas de nieve china, tirabocas, papel flash bien seco, pilas, una regleta y un destornillador para reparar el prolongador eléctrico...).
Basándose en la regla de que hay que pensar en todo lo que pueda salir mal y de que esto no se limita a los fallos al ejecutar los juegos.
Es del dominio público que en la magia, todo lo que puede salir mal saldrá mal y se producirá el gran drama. Un espectáculo fracasado.
Para ello, lo magos tienden a prepararse "salidas" y a prevenirse con ensayos exhaustivos.
¿Por qué no se refuerzan esos pasos, correctos por otra parte, con un poco de planteamiento paranoide?
Cuantas veces hemos visto como los magos mas experimentados salen a escena y han olvidado traer la carga de la pandereta (¡A ver qué hago ahora!), el pulverizador para las palomas (Tórtola que sale del arnés medio muerta de calor), el papel flash (¡Ostras! Pues a ver cómo hago la producción del pañuelo ahora) y tantas cosas que pasan y no nos enteramos.
¿Tanto cuesta ser desconfiado? Basta con tener una lista (en papel, nada de "usar la memoria") con todos y cada uno de los elementos a emplear, una chuleta del orden de los juegos en alguna parte del velador (aunque hagamos la misma rutina mil veces) y repuestos "extra" de los consumibles (cargas de nieve china, tirabocas, papel flash bien seco, pilas, una regleta y un destornillador para reparar el prolongador eléctrico...).
Basándose en la regla de que hay que pensar en todo lo que pueda salir mal y de que esto no se limita a los fallos al ejecutar los juegos.