Al hilo de otro tema, ha surgido la cuestión de qué es la vida interna dentro de un juego. Ahí se ha explicado un poco por encima este concepto. Sin embargo, me parece que es un asunto que merece tener su rincón propio en el foro para que pueda ser localizado y consultado con facilidad por cualquier usuario en cualquier momento.

Voy a tratar de explicarlo de una manera un tanto "de andar por casa", sin meterme en demasiados detalles. Lo que pretendo es que se entienda a qué nos referimos al hablar de ella. Más tarde, si la conversación nos invita, podemos completar la información, aumentar los datos y desarrolar el tema con mayor profundidad.

Vida interna de un juego.

Es todo aquello que tiene que hacer un mago a la hora de llevar a escena un juego, con independencia de que el público lo vea o no lo vea.

Un ejemplo nos ayudará a entenderlo mejor. Y, por no destripar ningún juego, voy a intentar explicarlo a través de una acción de la vida cotidiana, no mágica: de mi bolsillo voy a sacar un pañuelo de papel.
Supongamos que en el bolsillo delantero derecho de tu pantalón tienes, además de otros objetos, un paquete de pañuelos de papel. Imagina que quieres sacar un pañuelo. Sólo uno.
La acción es: estás hablando con alguien, metes la mano en el bolsillo y sacas un pañuelo.
En este caso, la vida interna es muy sencilla. ¿Qué es lo que haces? Metes la mano en el bolsillo, rebuscas hasta localizar el paquete de pañuelos, una vez encontrado, despegas la solapa, extraes el pañuelo de su bolsita, cierras la solapa y sacas la mano con el pañuelo.
Tu interlocutor (el público cuando hablemos de magia) no habrá visto todo lo que sucede dentro del bolsillo, pero tú sabes que es imprescindible hacerlo para obtener el resultado deseado.
A ese conjunto de acciones es a lo que llamamos vida interna.
Claro que, dicho así, puede parecer demasiado obvio y sencillo. Y lo es, ya lo ves, pero debemos ir un pasito más allá.
Cuando estamos actuando, precisamente por el hecho de estar interpretando, tendremos que pensar otros factores: por ejemplo... ¿Qué cara pongo? Y, lo que es mejor (ayuda a crear un todo) ¿Qué cara pongo en cada momento? Osea, qué quiero transmitir.
Imaginemos nuevamente el ejemplo anterior.
Puedo poner caras sucesivas de...
  • Tengo mocos.
  • Quiero limpiarme.
  • ¡Bien, tengo un paquete de pañuelos en el bolsillo! Voy a sacar uno.
  • Aquí está el paquete.
  • ¡Qué difícil es sacar uno sin extraer el paquete del bolsillo.
  • Aquí está.
  • Por fin, prueba superada.
En este ejemplo (no mágico) he introducido pensamientos que nos delatan, que dan a entender lo que estamos haciendo. Al mago le corresponde, en cada juego concreto, imaginar cada acción (cuando así interese) de tal manera que el público no sospeche que está sucediendo algo.
Ese conjunto de gestos o caras, que estudiamos necesariamente al diseñar y preparar el juego, forma parte, también, de la vida interna.

En realidad deberíamos seguir complicando el asunto, por ejemplo al hablar de la distracción (qué hago para distraer la atención del espectador, cómo lo hago), del ritmo, de los tiempos (qué hago en cada momento, por qué hago esto y no otra cosa en cada momento), y algunas cosillas más, pero creo que, para empezar, tenemos ya unas nociones básicas y la posibilidad de charlar un rato, si os apetece.

El siguiente paso será hablar de la vida externa pero creo que, teniendo claro esta cosa extraña de "la interna" ya habéis adivinada qué es la "vida externa". Y eso, sin necesidad de ser mentalistas.