No, la idea no es mala. Lo que puede estropearla es una presentación forzada. Si la foto no está justificada, quedará una chapuza. Si lo está, entonces será un puntazo.

Aquí va una pista: no uses una foto: fabrícate una tarjeta postal con el mismo secreto, escríbetela y mándatela por correo. A partir de ahí, sigue tú pensando.