Claro, el tema importante es que se conjuguen de la forma más fluida posible. La experiencia a transmitir es distinta y los criterios deben ser aplicados con mucho cuidado. Hay que elegir que es lo que prepondera en cada momento concreto pensando sólo en el global de la situación. Una cosa es una ejecución mala, que cante por su falta de pericia y otra es introducir momentos que pueden percibirse pero que existen por la necesidad de estar metidos en un conjunto mayor. Entiendo en estos casos que la magia de la obra se forma con los momentos, y no son los momentos los que suponen toda la magia.