Pues yo quisiera romper una lanza a favor de la espectadora borde. Muchas veces esa actitud la fomenta el propio mago. No digo que sea tu caso, pero a veces la actitud desafiante aparece sin darnos cuenta en nosotros.

Y eso de que hay gente a la que no le gusta la magia, no me lo trago. Igual que no hay gente a la que no le guste el cine o los bocadillos. Lo que a la gente no le gustan son los magos malos, las malas películas o los bocadillos rancios. ¿Qué quiero decir con esto? Cuando hagamos magia tan invasiva como la de bar o restaurante, no debemos pensar "en otras artes esto no pasa", porque no estamos practicando esas otras artes. El espectador impertinante, como lo llama Darwin Ortiz es una realidad de nuestro arte, y una que se puede soslayar.

No caigáis en lo fácil (decir que lq culpa es de la espectadora) porque él que abrió este hilo ya se ha parado a pensar que puede ser culpa suya, de él. Quizá te pusiste desafiante en algún instante, quizá no supiste leer a esa persona antes de empezar, quizá tu prestigio inicial era demasiado bajo. Enhorabuena: te has enfrentado a tu primer impertinente y haa sobrevivido. Te aseguro que el segundo dolerá mucho menos.