Cita Iniciado por Iban Ver Mensaje
No sé si seguir, o dejarlo ya para que no llaméis a lo loqueros. Lo más probable es que nada tenga sentido, pero... ¿no sería bello que sí lo tuviese? Ahí está, para mí, la belleza de lo que nos presenta Luis: no en la realidad, sino en la posibilidad.


Sigue sigue. Me parece interesante el análisis que estás haciendo.

Pero, aunque todo encajara como un gran puzzle, aunque cada uno de los signos tuviera un porqué, y encontrásemos la senda que ha seguido Luis para llegar a todo esto, aunque toda la historia que se ha montado Luis fuera de lo más coherente, apoyándose en la mitología, en lo oculto y en el “más allá” (me ha costado escribir la palabra coherente antes de esto) yo me planteo una pregunta ¿Gana la magia con esto?

Quiero decir ¿Resulta para el espectador todo ésto más mágico, más entretenido, más divertido?

Me da la sensación que se busca crear un mundo diferente, más irreal, donde la magia “real” si tiene cabida. Y de esta manera, que el espectador vea posible lo que está viendo. Luis justifica cada cosa que hace, mediante un lenguaje poético, casi filosófico, e intenta convencer de que lo que hace puede ser real.

Y todo esto tiene sus inconvenientes.

Primero le da mucha importancia a lo que cuenta, pasando a ser sus palabras la parte importante de todo lo que sucede, es la historia que cuenta la que sirve de base a todo lo que esta pasando, y la magia pasa a un segundo plano.

Y segundo, al ser la charla de la naturaleza que es, puede que al público no guste. Bien porque se aburra, bien porque puede parecer que le están tomando el pelo con razonamiento cercanos al esoterismo, o las ciencias oculta.

Es que, veo que solemos buscar justificaciones al porqué sucede la magia (aunque a veces sea un “porque si”) pero forma parte del entretenimiento, sabemos que no es real. Tanto nosotros como el público, sabemos que los ases no son fáciles de encontrar porque son importantes, pero lo decimos en nuestras presentaciones, porque forma parte del entretenimiento que buscamos al hacer magia. En cambio cuando escucho y veo a Luis García, creo que en ocasiones pretende vender sus historias en serio, pretende que el espectador crean que esto de la magia sucede de verdad, que sucede por unas fuerzas ocultas misteriosas.

O almenos esa impresión me da.

Para mi, no se trata de vender una historia (por muy trabajada y muy coherente que parezca) mediante la cual, se pretenda convencer que no hay “truco”, sino que se trata de conseguir que al espectador no le importe que exista el truco.

Y si Luis García no pretende vender realmente la certeza de lo que cuenta, sino que se trata de una presentación más “trabajada” (por así decirlo) me parece que resulta demasiado lioso, demasiadas palabras. ¿Cuántas veces hemos hablado que la historia no ha de comerse al efecto?

Sea como sea, ha de reconcerse que lo que hace Luis es “distinto”, que tiene un encanto especial que no deja indiferente y que da y dará mucho que hablar.