Hola a todos. Muchas veces he pensado en lo siguiente y se me ha ocurrido el comentarlo con vosotros porque me parece curioso respecto a lo que al ser humano se refiere y a su cerebro, y no sé muy bien cual es la respuesta.

A mucha gente le gusta la magia y va a verla, a disfrutarla, otras jamás han visto un espectáculo o mago, y cuando ven en directo se sorprenden y asombran pero...hasta ahí. Ya no más.

¿porqué y quienes son (somos) los que rompemos esa barrera de profanía y queremos aprender y convertirnos en magos? ¿porque unos sí y otros no?