Estoy leyendo el libro de La Buena Magia de Darwin Ortin sobre las meteduras de pata y viene a decir que no está muy de acuerdo con intentar salir airosamente, salvo que tengas muy clara la salida. Lo mejor es disculparse brevemente y pasar al siguiente efecto.

Como me imagino que os habrá pasado algunas veces (yo el primero) me gustaría saber cuál es vuestra opinión y qué habéis hecho en una situación como ésta.

Ya sé que lo fundamental es practicar mucho y llevarlo todo muy atado para que eso no ocurra, pero siempre surge algún imprevisto.