He oído muchas veces el hecho de que si parece que no manejas las cartas bien, o que no se te nota habilidad el efecto que hagas será más mágico.
Pues bien, hoy leyendo un viejo libro de casa de mi abuelo "Trucos y tretas para divertirte con tus amigos" (1988) de Sheila Anne Barry leí algo que me pareció interesante citar aquí, claro está sin pretender convencer a nadie de esta idea.
"Si los manejas con torpeza (los naipes), los espectadores darán por sentado que el truco es sencillo; si no lo fuese, pensarán, no puedes hacerlo. Pero si barajas con habilidad, (...) tus amigos tendrán la suficiente confianza en ti para relajarse engañar sin dificultad"

Pensé en ello, ya que me convencía previamente el hecho de que era mejor la falta de habilidad (para el público) pero esta reflexión me hizo pensar en que el público piensa que algún truco tiene que haber, y si encima lo haces como si nunca has tocado unas cartas, ellos no lo valorarán tanto.

¿Cuál es vuestra opinión? Yo veo coherentes ambas opciones :P