Es magia. Y las cartas se paseaban delante de los ojos inquietos de una mujer que miraba confusa y fascinada a partes iguales como el dos trocábase en rey, y este en dama, y ella en un reluciente as de diamantes.

Y serpenteaban las cartas traviesas en las manos del mago, que las domesticaba como si fueran insumisas y rebeldes, pero estando a merced de unos dedos aviesos y avezados que mienten a quien quieren y como quieren.

Como para burlarse el mago recoge sus mangas en sus antebrazos, dejando al descubierto poco más que simples brazos. Pero brazos inigualables. Brazos en cuyas extremidades se encuentran dedos que otrora habrían sido tachados de diabólicos y sacrílegos. Un satanismo que hace sonreir. Que engaña a la mente. Que juega con la percepción y las ideas. Que utiliza los vacíos de tu cabeza, y que después se aleja, mientras tú, en un gesto reverente, aplaudes ante el embeleco.

Y el mago se aleja, con los bolsillos llenos de mentiras y la cabeza llena de embaucos. Con los ojos henchidos de desafío, y la sonrisa pletórica de satisfacción.

Y la mujer parpadeaba y sonreía como si no hubiera mañana. Llena de felicidad se la veía invadida de una dulce mezcla de regocigo y desconcierto, que le hacía brillar los ojos. ”Una mentira más” Se dijo el mago.

Y cuando dió la espalda a la mujer, cerrando el abanico de su baraja, desapareció su sonrisa y cerró sus ojos. Recordó la sonrisa de un niño, y el brillo de una mirada hace muchos años. Una mirada que brilló ante una finta de los naipes, y que se doblegaron ante un mago de americana brillante y sonrisa ilusoria.

Maldito mago. La fascinación y la revenrencia hacia tal demoníaca habilidad, hicieron al niño cojer un día una baraja, y perderlo todo. Correr el telón. Levantar el mazo. Cruzar la línea. Y ahora la americana la luce él.



Y sus ojos ya nunca han vuelto a brillar igual.

__________________________________________________ _________

Me hubiese gustado no ubicarlo en cambalache, si algún moderador considera que puede estar en un lugar mejor, le insto a moverlo.

Un abrazo.