El manifiesto de la EMM fue firmado por (ahora) eminentes magos españoles allá por el año 1971. Hace 42 años de esto. Toda mi vida por ejmplo.

Marcó una revolución en el pensamiento mágico de entonces, buscando nuevas técnicas, manejos y herramientas para conseguir ¿qué? MAGIA, que no magia.

Su primer punto dice esto (copio y pego):

Es claro y evidente que la Magia-Ilusionismo como espectáculo vive un presente pobre, triste y bastante poco apreciado. Prácticamente desaparecida la Magia de Gran Espectáculo de teatro, en trance de desaparecer la Magia en el Circo, sin cuajar aún como debiera la magia de cerca como espectáculo profesional (televisión, hoteles, etc.), la magia languidece y se marchita en el peor marco y en el menos adecuado de los que puedan imaginarse: el cabaret, la sala de fiestas que obliga a la actuación corta de tiempo (incapaz de crear el ambiente, la atmósfera mágica necesaria), limitada a actuar en pista o semipista o ante un público no concentrado, no predispuesto a ver magia (cuando no absolutamente predispuesto a no verla),perdiéndose así muchas de las posibilidades que como espectáculo, como sugeridora del misterio y la emoción e, incluso, como arte, podría tener (sin contar la auto limitación que, para encontrar un público internacional, ha supuesto la pérdida de la palabra. La Magia se nos ha quedado muda. Tan deprimente presente contrasta vivamente con anteriores épocas en las que la Magia (menos extendida como hobby), sí cumplía su principal finalidad: hechizar a los espectadores, ilusionarles; hacerles, en una palabra, sentir (de sensación, de emoción) el misterio"






Es decir, ponindo el mago enmascarado por aquí, youtube por allá, 42 años después (¡42!) la magia sigue teniendo el mismo problema, NO LLEGA.


Hablamos mucho de esto en el foro, la cosa es ¿necesitamos una nueva revolución? y de qué manera porque aquella no duró demasiado y estamos de nuevo inmersos en un momento de declive tremendo.


¿Qué pensáis?