Estos días estuve leyendo nuevamente, y después de mucho tiempo, algunos de los ensayos y entrevistas de Eugene Burger. Verdaderamente aportan ideas y críticas muy interesantes en materia de "Teoría y presentación" de la magia. En una entrevista publicada en 2004, Eugene propone un tema que, francamente, me dejó pensando por mucho tiempo, hasta el punto de replantearme muchos efectos de mi repertorio.

A continuación, el extracto de dicha entrevista:

"Mucha magia, particularmente la magia de cerca, creo yo, es presentada como si no fuera importante, es trivializada. Es presentada en su mayoría como si hicieramos proezas, sabes, balancenado una silla sobre tu cabeza, o una pluma sobre tu naríz. Esto puede ser extremadamente divertido, puedes detener una fiesta haciendo eso y todos lo disfutarían, pero para mi eso no es magia. Son proezas. Así que la pregunta para mi es: como hago que mis públicos vean mi magia como magia y no como una serie de proezas??"

Que piensan ustedes? Sería un error intorucir en una presentación algún efecto que demuestre habilidad, y aunque presentado con un guión, sea percibido más como habilidades que como magia?
Sin duda la magia de cerca está muy bastardeada, y muchas veces vemos a ilusionistas hacer un juego tras otro por el mero hecho de demostrar "cuanto sabe". También, leer esto, me hizo preguntarme: "¿Sabemos realmente como nos percibe la gente??".