Carteles de infierno y muerte. Imagen y simbolismo

[Marko]

Las leyendas mágicas de antaño incluían la del "familiar" o demonio personal que acompañaba siempre al mago o brujo, pero no solo las leyendas mágicas: recordemos como Sócrates decía que tenía su "daimón" que era quien le daba ideas al oído. Nuestra palabra "demonio" viene de esa griega "daimón" y quizás ésta venga de otra más antigua en quién sabe que idioma.

El daimón de Sócrates no era ni bueno ni malo; era un simple espíritu personal que le hablaba al oído. ¿Cómo es que la palabra "demonio" viene entonces a convertirse en apelativo de un ser maligno? La respuesta la tenemos que buscar en las religiones judeo-cristianas. Son ellas, las que a mi entender, convierten el concepto del Daimón en algo procedente de Lucifer, el ángel de la luz y enemigo del Dios que ellos adoran como fuente de todo el bien... el demonio se convierte entonces en lo maléfico.

La idea del demonio "familiar" persiste en la era de las brujas. Normalmente se encarnaba en algún animal de compañía y ayudaba a ejecutar los conjuros.

En el libro "The Discoverie of Witchcraft", en la parte de trucos de magia, se explica como los magos colegas nuestros de aquella época tenían un animalillo falso hecho de piel y plumas y lo mostraban en sus presentaciones afirmando que era su "familiar" y que gracias a él podían hacer sus prodigios.

En el siglo 19 hay magos que comienzan a poner diablillos acompañando al mago en sus carteles... aunque hay quienes ponen ángeles (o lo que creemos nosotros que son ángeles). Normalmente estos diablillos le hablan al oído al mago, comunicándole secretos, seguramente. Sin embargo hay otros que están en su hombro, como una mascota, o incluso hay los que se inclinan ante él, reconociendo la superioridad del mago. Uno de este estilo es el de Carter venciendo al Diablo:



Nótese que al poner diablos y diablillos en sus carteles y volantes, el mago estaba siguiendo una tradición de milenios: la del espíritu (Daimón) que le ayudaba en sus trabajos, usualmente susurrándole al oído los secretos necesarios. La idea de demonio como ente maligno no estaba tan arraigada como está hoy entre nosotros ya que hemos echado para atrás en muchas cosas y ésta es una de ellas. El Demonio, Diablo, Satanás, etc. era entonces un simple personaje, a veces incluso gracioso. De hecho, cuando el teatro renace en la Edad Media, lo hace en las iglesias y el Demonio era el "malo", sin embargo resultó ser cómico y gracioso y se convirtió en el personaje favorito de las obritas religiosas de aquella época... en otras palabras: a los curas le salió el tiro por la culata... y dejaron de hacer teatro.

Hoy día sería impensable, por lo menos donde estoy yo ahora, que algún mago pusiera imágenes de demonios en un cartel o en una publicidad. Vamos hacia atrás.

Que los diablos y demonios que ponían los magos significaban más bien sabiduría, queda más que claro en el siguiente cartel de Thurston:



Véase el cariño con que el Demonio Mayor ilumina el libro con la lámpara para que el mago pueda aprender mientras los diablillos menores sirven de soporte al libro. Unos demonios doctos discuten algún concepto de otro libro mientras que los diablillos menores ociosos hacen travesuras. Lo encuentro una bella alegoría.

Ahora los esqueletos y fantasmas: El comienzo de su uso coincide con el surgimiento del espiritismo y de magos que hacían trucos espiritistas, tales como la cabina o armario, las mesas flotantes, las manos, craneos y pizarras espiritistas, etc. Por lo tanto, para anunciar tales efectos y dar un avance fantástico de lo que se iba a ver en el teatro, los magos pusieron esos esqueletos y fantasmas en sus carteles. No era en realidad una fijación con la muerte ni nada por el estilo ya que muchos de esos juegos terminaban siendo hasta humorísticos en cierta medida.

Obsérvese que "los espíritus" son una bella "justificación" para muchos efectos: la mesa se mueve... son los espíritus. La medium adivina... se lo dicen los espíritus. Aparecen bellas pinturas en un lienzo en blanco... las pintan los espíritus y en esa forma los usaban aquellos magos. También era una manera de estar "al día" con lo último que en aquel entonces era el espiritismo.

Marko

[Pulgas]

Ahondando un poco más en la exposición de Marko (genial, por supuesto. Muchas gracias), citaré que hasta hace poco tiempo en las procesiones españolas de Semana Santa (desfiles que poco tienen que ver con la posteriro austeridad de la que se dotaron) siempre se incluía la firura del demonio. Eran seres alegres que contrastaban con el espíritu serio del dolor y la muerte.
Era una parte más del rito de la vida.
Los magos recogen un sentir popular. El demonio era entonces como la varita puede ser ahora (se impone la varita más por razones prácticas que por un sentimiento real de transmisión de poderes). Por eso es tan frecuente la aparición de estos personajes.

En cuanto a los esqueletos, si bien es cierto que se popularizan con el incremente del "espiritismo" dentro de la magia, no podemos olvidar que esconden una filosofía completa. El esqueleto (sobre todo la calavera) no es sólo la muerte, sino que esconde todo el pensamiento del pecado, lo malo. Por consiguiente desataron el morbo de la sociedad, con lo que su mera presencia servía perfectamente de reclamo publicitario, aunque luego no tuviera una presencia real en el espectáculo.
No olvidemos que nacen en el período posterior al cese de las actividades de la Inquisición, cuando deja de considerarse contrario a las normas divinas cualqueir manifestación "paranormal" (y en esos años muchos magos se adrogaban poderes paranormales).
No es tanto el infierno en sí, como la rpesencia del mal (lo que entonces se consideraba como sobrenatural) al servicio del hombre.
Podríamos decir, entonces, que el mago, a través de la iconografía, está desvelando poderes sobrenaturales, algo que le confiere la fuerza necesaria como para realizar lo imposible.
Buena prueba de ello la tenemos en algunso de los escritos de Robert-Houdin. Pero de eso ya hablaremos en otro momento.

[Pulgas]

Aquí dejo algunos carteles más:
Benevol y Blackstone.

[Pulgas]

Otra tanda de Blackstone y uno de Ph de Noran & Datura.

[marcoCRmagia]

wow esta demasiado interesante eso del motivo que los impulsaba a utilizar estos elementos, solo tengo una pregunta:

¿no se escandalizaba la gente al ver esto? por que todo lo del infierno, la muerte y los demonios siempre ha traido temor supongo, entonces, de alguna manera no se escandalizaba la gente al ver que los magos proclamaban tener amistad con el demonio

[Pulgas]

Como ha comentado Marko, la mentalidad era muy distinta. No existía una identificación del demonio con el mal tan fuerte como la que hay hoy en día.
Fíjate que en México, por ejemplo, el día de Todos los Santos se sigue celebrando con pasacalles, mascaradas y diversión. Y en la cueltura anglo-sajona es Halloween, con el componente festivo que conlleva.
Son temas que se vivían con una naturalidad muy diferente.

[Iban]

El tema recurrente de pequeños diablos hablando a Blackstone al oído podría hacer creer que su fuerte era el mentalismo. Y sin embargo, como quería ratificar/refutar dicha suposición, he estado mirando algo de sus espectáculos, y resulta que lo suyo eran las grandes ilusiones y la manipulación. Curioso.

Y también curioso que tenía una bola flotante con luces que había diseñado para él Edison (una muestra de lo ligados que estaban los descubirimientos científicos a la magia, en aquella época).

[Ming]

Aquí un par que se han colgado ya pero que todos juntos me parecen... curiosos...
(junto con el de Blackstone que ha subido Pulgas [no me deja ponerlo :(...])

PD. Iban, de los que les susurran diablillos al oído

[Iban]

Aquí un par que se han colgado ya pero que todos juntos me parecen... curiosos...
(junto con el de Blackstone que ha subido Pulgas [no me deja ponerlo :(...])

PD. Iban, de los que les susurran diablillos al oído

No me lo puedo creer, las coincidencias son excesivamente excesivas: uno susurra al oído, mientras que el otro trepa, y/o está en actitud más "distraída"...

Me empiezan a recordar a los querubines de Rafael (el pintor).

[Iban]

No, Ming, no era ironía. ¿Lo dices por los angelitos de Rafael? Muy al contario, lo digo en serio.

Mira esta foto, y compárala con los diablillos de los carteles.


Tienen la misma actitud indolente, autosatisfecha, pícara... Se aburren en el paraíso, y bajan a ver si entre los hombres encuentran algo más de diversión. Eso mismo parecen hacer los diablillos.