Sobre el Profano del Aficionado

[S. Alexander]

Realizo este tema porque creo que TODOS tenemos profanos del tipo compañeros, familia, amigos, etc. que quieren ver nuestra magia. Es en este ámbito donde acecha el caza-trucos que tanto tememos (profesionalmente también los hay, pero no suelen interrumpir el acto ni dejarnos en ridículo) y por ello quiero aportar toda la información que he recogido sobre su psicología.
Repito: se hablará de los profanos cercanos a nosotros, no los profanos que acuden a ver nuestro espectáculo.

Si pongo algo mal, que se me corrija o discuta.

Un saludo, empiezo desde ya (todos podéis hacer aportaciones pero, por favor, que esto no se convierta en un hilo de tertulia).

[S. Alexander]

Psicología del Profano Cercano:

Nuestros compañeros, amigos, familiares y todo ese gran ámbito de personas que conocemos y que tienen cierto grado de confianza (por mínimo que sea) con nosotros, son un problema y una bendición.
Son una bendición porque con ellos pueden experimentarse los efectos que se te ocurran e ir mejorando, con ellos puedes contar para que te den su opinión y para hacerles magia creo que casi siempre que quieras.
Pero son una maldición, precisamente, porque hay confianza (y esque la confianza da asco... ). Al haber confianza, hay intervenciones dentro del juego, hay comentarios, hay anticipaciones del efecto justo antes de producirse: "Verás, ahora las cuatro reinas están justo ahí" hay incluso revisiones imprevistas del material que estás utilizando y otras brusquedades... precisamente, como he dicho, por la confianza (aunque también influye la manera de ser).
Esto es un gran problema... ¿cómo controlarlo? Pues bien, para empezar hay que saber cómo piensa el profano cercano (llamémoslo PC para abreviar, ya que aquí no hablaremos de computadoras ).

Cuando el PC te pide que le hagas un TRUCO: Recalco TRUCO porque a veces, por más que te empeñes, no consigues que lo llamen de otra forma. El PC lo que está buscando es diversión y emoción. Pero esta diversión y esta emoción cada PC puede venirle de una manera:
- Tratando de descubrir el secreto del juego que vas a hacer.
- Albergando emoción hasta explotar con el efecto.
- Divirtiéndose con tus bromas si eres gracioso.
- Fastidiándote y metiéndose dentro de tu juego, para tratar de ser el protagonista y que se lo reconozcan una vez más.

Sinceramente, hay muchas soluciones para los problemáticos, pero hay que conocerlas y aplicarlas con seriedad pero a la vez con cariño y tacto. Más tarde citaré algunas de las que conozco.

Todos los profanos cercanos van a intentar pillarte, consciente o inconscientemente, eso puedo garantizarlo, tanto si te dicen algo al respecto como si no. ¿Por qué se produce esto? Porque forma parte del juego. Sí señores, nosotros les presentamos un misterio, un juego, una prueba de memoria, un espíritu, un truco, un, un, un... pero tratar de descubrir el secreto siempre forma parte del juego. Lo tenemos en nuestra naturaleza, ¿o acaso el ser humano no es curioso? ¡Mucho! Unos más y otros menos, pero todos queremos saber la verdad sobre lo que nos intriga. ¡Sin embargo hay veces que esto se cumple a medias! ¿A qué me refiero? A que, aunque el espectador por dentro se pregunte cómo es posible pero, si le preguntases, te dijera que no se lo dijeses. A mí me ha pasado y, francamente, me alegro, pero no veo posible que siempre y con toda tu magia ocurra los mismo.