Generalmente lo recito, se como funciona y me siento cómodo. Eso sí, fundamental con mi sistema es ensayarlo de forma teatra. No repetirlo en casa como un soniquete. Mis palabras van coordinadas a gestos, miradas y movimientos. Cuando ensayo intento entonar y trabajar la teatralidad.

Hay creo que radica otra cosa importante. Al recitar, cual monólogo teatral, se pueden guionizar tambien los silencios y los gestos. Un actor de teatro hace la misma obra todas las noches y aún así funciona, ¿por qué no un mago?

Hay que ensayarlo tanto que sea dinámico y fresco siempre, tanto que parezca que esa frescura no está ensayada. Habla de esto tambien John Carney.

Si alguien pierde espontaneidad al hacerlo, debería estudiar un poco de técnica teatral (fundamental en magia).

Claro que cada uno tiene su estilo. Últimamente leo mucho sobre este tema, y sobre grandes nombres de la magia que hablan de esto. Las opiniones pasan desde las que opinan sobre tomar la magia como el teatro y trabajarlo todo, hasta las que sólo plantean un guión interno muy esquelético e improvisan alrededor. Cualquiera de estas técnias es válida, si bien, hasta saber cual es la óptima para cada uno, lo mejor es la via intermedia.

De todos modos, Pulgas, creo que tienes razon y pensamos lo mismo, pero lo expresamos distinto.

Con esto intento explicar mi forma de trabajar y mi concepción de como funciona mi acto mágico. Tambien es verdad que soy muy metículoso en el guión y me gusta tenerlo todo escrito y entrenarlo hasta que salga espontáneo. Así, al tener tanto la técnica como la presentación completamente interiorizada puedo ser perceptivo al público y responder con un poco más de agudeza a las oportunidades que siempre brindan con los comportamientos espontáneos.

Algún dia deberiamos abrir un post sobre la importancia de interiorizar no sólo la técnica, sino la presentación para centrarnos en el público y sus reacciones