A propósito de la discusión que ha surgido en otro hilo sobre los regalos en las galas de magia infantil, me gustaría que debatiésemos el asunto en este subforo, con un poco de detenimiento.
Diré, en primer lugar, que nunca regalo nada a los niños durante uno de mis espectáculos, y no lo hago por varias razones:
Uno, creo que suficiente regalo tienen ya con ver un espectáculo bueno, de calidad, adaptado a ellos y a su mentalidad.
Dos, me parece un recurso demasiado fácil, que desvirtúa el verdadero sentido de un espectáculo cultural, y que crea en los niños la sensación de que, por el hecho de ir a verte, tienes que darles algo.
Tres, porque considero que, como comunicadores, tenemos que inculcar unos valores diferentes a los del consumismo.
Cuatro, porque cuesta mucho controlar el alboroto de "a mí, a mí..." o la decepción de "a mí no me ha dado nada". No creo que merezca la pena asumir esos riesgos "por quedar bien" (que no creo que se quede bien) ante los niños o los adultos.

Dejo fuera de este comentario dos supuestos (aunque yo tampoco lo hago) el del detalle al homenajeado cuando se trata de un cumpleaños o comunión, y el del mero detalle (por ejemplo en forma defigura de globoflexia) a quien te ha ayudado en el desarrollo de un juego.