A quien no le ha ocurrido y sobre todo en el inicio de sus primeras actuaciones, que durante un espectáculo se le abalancen los niñ@s, terminando rodeados por ellos, interrumpiéndose incluso el espectáculo por unos instantes. A veces, estos diablill@s te las hace pasar canuta, pero, igual no son tan diablill@s y lo que ocurre, es que realmente estamos haciendo algo mal. Sus inquietudes por conocer los secretos de la magia y al misterioso@ mag@ es tan grande, que a veces, parece que quieran comérsel@. Esta avalancha de pequeñ@s, es más fácil que ocurra, cuando el mag@ se encuentra a su altura o en un escenario muy bajo. He probado varios métodos para mantener a raya a estos pequeñ@s y nunca mejor dicho, os explico, los que más me han funcionado, han sido los siguientes:
En el caso de que no haya sillas para el público. Para evitar que se acerquen demasiado, les hago un pase mágico a todos a la vez, con una varita y les digo que les he pasado parte de mis poderes, pero que si quieren participar en el espectáculo, es muy importante permanecer detrás de la cuerda, (que les pongo en el suelo a modo de barrera ó bien les dibujo una línea con una tiza) y que si la cruzan, perderán todos los poderes y no podrán participar con el mag@.
En el caso de que contemos con unas pocas sillas, en vez de usar la tiza ó cuerda se coloca una hilera de sillas, en ellas invitamos a sentarse a l@s anfitrión@s si los hubiera y los demás, se deben situar detrás. En este caso, es más difícil que se abalancen, ya que los que se encuentran sentados, para no perder detalle evitaran que se les pongan delante el resto. Y ell@s, permanecerán sentad@s por miedo a perder su sitio, que solo abandonaran si el mago les invite a participar.