Magia y Mentalismo. J.Tamariz

[Moss]

PENSAMIENTOS SOBRE MAGIA Y MENTALISMO. por Juan Tamariz.

"Toda la magia es mentalismo.

Todos los efectos mágicos se producen en la mente del espectador. Es un poco tonto y artificial hablar de magia mental como de una parte de la magia. Depende de cómo se presente un juego para que sea considerado, o no, mentalismo. Pero todos los juegos deberían ser presentados de forma que parezcan mentalismo. De forma que parezcan fuera de lo normal, paranormales. Incluso el efecto que nos pueda parecer menos apropiado puede dársele el carácter de magia mental. Incluso la simulaci6n del fenómeno más físico y aparentemente menos “mental” puede parecer mentalismo.

Incluso podría hacerse creer a los espectadores que asisten a un verdadero fenómeno misterioso cuya causa es desconocida de todos, incluso del propio mentalista. Un ejemplo definitivo: un truco vulgar, hecho sin grandes técnicas, sin casi sutilezas, pero presentado con brío, con las suficientes dotes de showman, con publicidad adecuada, através del medio adecuado: doblar una cucharilla de metal tocándola con los dedos (sin darla a examinar antes!), le valió a Uri Geller parte de su fama como mente super-normal, y de su increíble éxito en su show de televisión. Así que...

El viejo, tópico y falso problema de si se debe o no, es mejor o no, dejar claro ante los espectadores que nuestros efectos mentales tienen un secreto (digamos tramposo) o no, es simplemente una cuesti6n de objetivos. Si mi objetivo al hacer esta magia con una presentaci6n mentalística es, por ejemplo, conseguir que los espectadores crean en mis poderes mentales supra o paranormales, es claro que no debe darse a entender que se trata de algo con secreto tramposo; si mi objetivo es ganar cuanto más dinero mejor, creo que, a corto plazo, es preferible hacerse pasar por un medim o un “dotado” (a largo plazo creo que es contraproducente); si mi objetivo es dejar a los espectadores confusos y asombradísimos a la vez, tampoco debería dar a entender que hay una causa tramposa.

Si lo que busco es asustar hasta el histerismo, creo que existen otras formas quizá más efectivas de hacer esta magia (con compadres y compinches, haciéndola en un cementerio, etc...), pero si mi objetivo es entretener o es divertir (bello objetivo, por cierto!), si mi objetivo es jugar acompañado de otras personas (yo hago de mago, vosotros de espectadores), si creo en la enorme capacidad del arte para fascinar sin recurrir al engaño profundo, si creo que la imaginación y la fantasía de los espectadores pueden ser espoleadas por una presentaci6n de calidad de una magia en tono mentalista, si estoy seguro de que mi forma de actuar durante el juego, o mejor, de ser en el mismo, bastan para crear esa suspensi6n de la incredulidad (ilusión) a la que se refiere NELMS, si observo que durante la proyección de una película yo, espectador, río, me enfado, siento, me emociono, me angustio gracias al poder combinado del arte del cineasta y de mi propio y voluntario interés en creer en lo que en realidad son meras imágenes y pura ficción, si mis objetivos son algunos de estos o todos ellos y si trato de comunicarme con los demás que juegan conmigo, que juegan (“jouer” en franc4s tiene el doble significado de jugar y de representar un papel de ficción), un papel de espectadores que van a ser ilusionados por mis artes mágicas, entonces, es evidente, al menos para mí, que no puedo ni debo ocultarles que me valgo de métodos naturales y conocidos, que hay truco, que hay secreto, que hay trampa.

No puedo porque entonces esos objetivos que busco son inaccesibles. No puedo porque voy contra esos objetivos que yo me propongo. No puedo. Y por tanto tengo que dejar bien claro en la mente de los espectadores que estoy haciendo TRANPAS, que les estuve engañando, vale decir ILUSIONANDO. Quizá debido al deseo, consciente o no, de algunos de tus espectadores que desean creer en algo misterioso, de orden esotérico o religioso, no consiga siempre dejar bien clara esta realidad, pero me esfuerzo en conseguirlo.

El problema (y este sí existe, si es un verdadero problema en algunos casos) estriba en cómo conseguir dejar clara esta idea en su mente, en no dejarla ambigua (“ustedes pueden juzgar si esto es o no es verdadera telepatía”) y dejarla clara sin menoscabo de la impresi6n de misterio, sin romper la atmósfera mágica (al menos durante la representaci6n del juego). Pero esto es otra cuestión...

La magia mental como suele entenderse, me gusta, pero no me apasiona. A veces me causa, me aburre hacerla.

Con ella tuve mis mayores éxitos de público (cuando se actúa ante un pequeño grupo de 15 a 30 espectadores aproximadamente) pero me deja una cierta insatisfacci6n interior debida a que., hay que decirlo ya, la magia mental que suele presentarse es muy fácil de hacer.

Casi todos sus valores están en la idea del juego (vaya aquí mi admiraci6n a los autores, inventores de las “pizarras” “baraja mnem6nica” “misterio de Calcuta”, etc, etc.) pero yo, como intérprete,.., aporto bastante poco... Basta una cierta forma de presentar y una cierta convicción al hablar... Eso es todo (quizás exagero, a propósito).

El efecto lo están poniendo más ciertos deseos de los espectadores, ciertas ganas de creer, cierta ambigua y flotante creencia en la realidad de algunos fenómenos (telepatía, astrología,...) que lo que yo estoy haciendo allí, y esto es algo que me deja insatisfecho (debe ser mi vanidad artística, por más que el éxito final gratifique a mi vanidad personal).

Como solución personal a esto, llevo algún tiempo intentando dar presentaciones mentalísticas a efectos habitualmente no presentados así (desde “viajes de cartas” a “hilo roto”) y, por otro lado, tratando de dotar los clásicos efectos mentales (“guía de teléfonos” “test del libro”...) de atractivos para el que los esté presentando, o sea yo, o sea Juan Tamariz.

Así, los estoy haciendo ahora con inclusión muy medida y muy estudiada del chistes y gags (y funcionan!. Ejemplo máximo “la baraja imaginaria”; otro ejemplo “la mnetnotécnia de la 35 palabras con presentación humorística”) y tratando de que no pierdan efecto... Añadiendo sutilezas, sustituyendo forzajes o cambios demasiado mecánicos por otros máss naturales y manipulativos y, finalmente, utilizando los efectos de mentalismo (siempre siguiendo la forma clásica de llamarlos) como banco de pruebas de las técnicas de misdirection mental, pistas falsas y forma de engañar a la memoria. Ardides y técnicas que luego aplico a los juegos más sutiles, inteligentes, y para mí más satisfactorios que suelen encontrarse en el campo del close-up y, muy especialmente, en la cartomagia.

De todo lo anterior (si es que estoy en lo cierto) se deduce que los llamados efectos de mentalismo al ser muy fáciles, casi carentes de dificultades técnicas y, cuando hechos en condiciones propicias, muy efectistas, son muy apropiados para ensayar con ellos y entrenarse en las técnicas de presentación (desde cómo hablar, a cómo ser claro, pasando por cómo no ser farragoso, cómo sintetizar, cómo actuar y, también, para probar en la práctica las teorías y las técnicas del control de la memoria, de las pistas falsas, etc...

Las mentes más agudas, a mi juicio, que se han ocupado del mentalismo clásico son Anneman, Al Baker y Kaplan. También, a cierta distancia, Corinda y Al Koran. Conozco poco de Burling Ruil y de Nelson (la compañía americana dedicada por entero al mentalismo en todas sus facetas, artículos, cientos de libros, etc...) pero de los muchos libros y artículos leídos sobre el tema be de decir que abundan las mediocridades, los efectos carentes de fuerza, los métodos llenos de burdas y elementales maniobras, los secretos facilones y carentes de ingenio.
Pocos efectos y pocos métodos se salvan de este juicio negativo ío (subjetivo, claro!) y son los del “Centro roto” (versión Corinda y Dai Vernon) “El test de los vivos y muertos” (versión Kaplan y Anneman) “El test del libro” (Kaplan) y algunos de los comentados por E.G.Erown en su conferencia sobre mentalismo, el “Voodoo” (de Al Spelman presentándolo con la debida atmósfera y ante grupos reducidos) “Pizarras espiritas” (versión clásica, presentaciones buenas hay pocas a mi entender), “Actos de telepatía a 2” (algunas buenas ideas en el libro de Corinda y algunas de Nelson), “Visión rayos X” (la del disparo de J.Calvert), “La linea magnética” con tiza, la caja llena de objetos y el “crimen en la sala” y “conducción a ciegas’,’ sin olvidar el nmero de Kuda Box, “las 35 palabras” (versión Corinda y presentaciones divertidas) y algunas ideas sueltas pero muy ingeniosas de los libros de Al Baker, Anneman y Kaplan.

Vayan estas opiniones como guía posible para el interesado en el tema que no quiera dedicarle demasiado tiempo.

A la prochaine, chacongos!!"


Estas son palabras del Maestro a finales de los setenta, pero viéndolo en sus actuaciones, creo que sigue siendo coherente con lo aquí expuso.

[dante]

Podrías decir de donde lo has extraido este texto?

[Moss]

Sí.

De una Círcular de la Escuela Mágica de Madrid.

Y el texto no está extraído ni resumido. Tal cual.

[dante]

Nose, pues este texto justamente no es de los que yo elegiria para aportar algo teórico sobre mentalismo. No dice nada mus significativo, ni llega a profundizar en nada.
Esta el tópico de la ética, que no resuelve en nada y lo que dice es solo una opinión personal.
En cuanto a lo de que los efectos de mentalismo son fáciles es tan escueto, que puede ser interpretado erroneamente.
Inluso cuando cita a grandes mentalistas, puede darse una lectura erronea, pues parece mal puntualizado el parrafo. Parace que esté diciendo que de los efectos de mentalismo solo esten bien los que cita, cuando únicamente se está refiriendo a efectos de Burling Ruil y de Nelson, sino me parecería una salvajada.

[Moss]

Nose, pues este texto justamente no es de los que yo elegiria para aportar algo teórico sobre mentalismo. No dice nada mus significativo, ni llega a profundizar en nada.
Esta el tópico de la ética, que no resuelve en nada y lo que dice es solo una opinión personal.
En cuanto a lo de que los efectos de mentalismo son fáciles es tan escueto, que puede ser interpretado erroneamente.
Inluso cuando cita a grandes mentalistas, puede darse una lectura erronea, pues parece mal puntualizado el parrafo. Parace que esté diciendo que de los efectos de mentalismo solo esten bien los que cita, cuando únicamente se está refiriendo a efectos de Burling Ruil y de Nelson, sino me parecería una salvajada.

La verdad, a mí me sorprendió tanto como a tí. Decidí publicarlo por una cuestión de simple coincidencia. Con todo el respeto, el Mentalismo es una rama de la Magia que no me llama mucho, cuando leí este artículo, pensé: "esto tiene miga".

¿Por qué lo puse en Teoría? No le encontraba ubicación. También digo que creí que iba a causar más impacto.

Otra cosa, va dirigido a Magos; y sí, por supuesto que es una opinión personal del Maestro.

¿Puede herir sensibilidades? ¿...?


Un saludo, Dante.

[eidanyoson]

Pues yo no creo que sea ninguna salvajada. Simplemente da su opinión que puede ser tan valida como la tuya... o la mía. Sólo qué el es Tamariz, y eso impone.

De hecho, ya escribe que está exagerando para que se le entienda.

En resumen viene a decir que el considera el mentalismo una rama donde prima la presentación por encima de la técnica, y que él, como mago, necesita también de la técnica para sentirse más feliz a la hora de una actuación.

Hay muchos que piensan parecido.

Y si no, hazte esta pregunta:

¿Cuantas veces presentamos juegos que nos gustan a nosotros sin fijarnos lo que gusta a los espectadores?

¿Porqué nos fastidia que un doble predicción, automático, cause más impresión que el nuevo reset que hemos encontrado?


Yo tengo una doble dualidad en esto, porque por un lado disfruto de un juego difícil técnicamente pero por otro, también cuando la gente se impresiona con lo más sencillo.

[DrkHrs]

Pues a mi me ha gustado bastante. Basicamente por que me siento plenamente identificado con su visión del mentalismo. Supongo que los que practican esa rama podrían poner bastantes objeciones y ademas razonadas.

De todas formas el mentalismo es la rama mas polemica de la magia. Eso es inevitable ya que gran parte de la polemica, si no toda, proviene de la presentación necesaria para este tipo de efectos. De hecho, el único pero que le pondría es cuando habla de realizar efectos de mentalismo con humor. ¿Es posible? Seguro que si, pero yo no lo he visto nunca.

Un saludo.

[dante]

Evidentemente no es una salvajada, es una opinión personal, que el mismo dice que exagera, pero lo vengo a referir es que este texto es muy ambiguo, se atisban cosas interesantes en las que podría entrar a debatir con mas profundidad pero no lo hace, sea para magos o no creo que la información que da deja indiferente.
Creo que este hombre podría contar algo mucho mas útil incluso en un articulo tan escueto como este, aunque el mentalismo no sea su rama.
Pero si a raiz de este artículo empezamos a debatir algo un poco más extendidamente, bien benido sea.
Aunque me hubiera parecido un articulo mucho mas sustancial si tan solo hubiera escrito las dos líneas que has escito tu eidanyoson. No se si me explico.
No ofende para nada este artículo, no hay nada polémico en el.
Quizás encuentro por ejemplo que podría haber hablado del tema del mentalismo con humor extendidamente, por que erroneamente muchos magos profesionales creen que al no poder interpretar un personaje sobrio y creible en mentalismo lo llenan de "humor" entre comillas, por que lo que hacen en realidad es el payaso. El mentalismo con humor es mas dificil de hacer que el papel de mentalista común. Y creo que Juan podría contarnos cosas muy útiles sobre eso, de la que no bastaría escribir un par de líneas.

[MaxVerdié]

De hecho, el único pero que le pondría es cuando habla de realizar efectos de mentalismo con humor. ¿Es posible? Seguro que si, pero yo no lo he visto nunca.

Un saludo.

Pues yo lo hice el lunes en Palencia.

Y ayer en Madrid.

Y hoy en Valladolid, en el auditorio de Caja España en Fuente Dorada.

Delante de 400 personas, casi todos adolescentes.

Y se han reido de lo lindo con la presentación, no se han desmadrado el más mínimo segundo y se han asombrado igual que si me hubiese creido vampiro.

¿Por qué leer la mente tiene que volver a la gente una amargada? Yo me iría riendo por la vida.

¿Vosotros no?