Hola a todos,

En primer lugar, gracias AHC por tomarte la molestia de participar.

Tras leer tu comentario varias veces no consigo entender en qué crees que me he equivocado. Con independencia de lo que yo sepa o no sobre la historia de la magia, mi crítica, como podrás comprobar si relees mi post, no es a Internet (valiosísima herramienta gracias a la que, por ejemplo, tengo acceso, a miles de kilómetros de distancia, a una maravillosa biblioteca de magia como la del proyecto Ask Alexander); mi crítica va más allá: no es de recibo que, en un foro de magia, específicamente dedicado a nuestro arte, se sigan “posteando” (feo verbo este) reseñas sobre historia de la magia de esta POBREZA.

Que aquellos que son profanos lo hagan no me parece bien, pero es inevitable; sin embargo, que alguien que ama este arte, que desea que avance, que desea que algún día pueda considerársele al mismo nivel que el resto de las artes, se conforme con copiar y pegar… esto no debía permitirse por que NO APORTA NADA, SÓLO AÑADE PALABRAS, RUIDO.

Cualquiera que se tome el tiempo de poner en Google los términos “magia” e “historia” puede encontrar miles de páginas que relatan más o menos lo mismo que Crow: textos manidos, que repiten como loritos los mismos errores, los mismos tópicos, los mismos lugares comunes… textos que, por más repetidos que sean, no tienen prácticamente ningún valor.

¿Cómo avanzan el resto de disciplinas del conocimiento humano? Yendo a las fuentes, analizando los hechos, no dando nada por bueno a priori (a no ser que el autor sea fiable y nos de todas las referencias de sus investigaciones)… mientras, los magos COPIAN Y PEGAN. Claro, el método riguroso, el que da resultados interesantes, requiere de un esfuerzo de años, de atesorar información, de acudir a bibliotecas, de leer todo lo que cae en tus manos que pueda tener una mínima relación con el tema investigado… hacer eso no está de moda y, además, es cansado. Citando tus palabras: “podemos usar nuestro cerebro, investigar partiendo desde una base o afirmación e investigar un poco mas y llegar a nuestras propias conclusiones”.

No se trata de que cada uno discierna lo que es bueno o no de lo que lee. Se trata de no seguir copiando y pegando lo que ya sabemos que no es. Si, por poner un ejemplo de los muchos posibles, en el texto de Séneca, el autor hispano-romano dice textualmente: “Estas falsedades nos engañan inocentemente, al igual que los cubiletes y las piedrecitas de los prestidigitadores. Lo que me divierte es que se trata de un arte; sin embargo, enséñame el truco y se acabó la diversión”, no se puede escribir en un artículo que Séneca “escribió sobre un mago. Describió el truco de la copa y la pelota, en el cual esta aparece y desaparece bajo tres cubiletes”, por que no es verdad; Séneca no dice eso. Esto no es opinable, es un hecho.

Respecto al Antiguo testamento, no he entendido tu comentario. Lo que Raúl y yo afirmamos en el artículo es que no podemos considerar ilusionismo-arte lo que aparece en la Biblia por que, para empezar, la Biblia no es un libro de historia; y, como segundo argumento, por que los ejemplos que siempre se citan de la Biblia (los magos de Egipto y Moisés, por ejemplo) no hacen referencia a representaciones ilusionistas.

Respecto a la dureza de mis palabras, su tono es el resultado de un momento de gran enfado y no pretendían hacer daño; sólo pretendo generar la semilla del INCONFORMISMO: NO NOS DEBEMOS QUEDAR EN LO FÁCIL Y MANIDO. Los magos americanos nos llevan muchos años de ventaja pero aún podemos alcanzar su nivel de exigencia. Por cierto, creo que no es necesario saber quién está detrás de un texto de historia para analizar si los hechos que cita el autor están o no ajustados a la realidad.

Finalmente, respecto a “aceptar lo que otros dicen”, no necesito que nadie me de lecciones sobre respetar las opiniones ajenas, sobre todo cuando yo no he criticado una opinión, he criticado los hechos que se relatan y cómo se relatan; y en lo dicho me reafirmo: hay muchos datos equivocados, imprecisiones, lugares comunes, datos sin confirmar, sólo hay una referencia bibliográfica (para que, como dices, este texto sirviese como base para un estudio posterior no estaría mal que citara sus fuentes, los libros en dónde encontró cada uno de los datos que aparecen en el post; eso es lo que los autores serios de todo el mundo desde siempre han hecho), en definitiva, ES DE UNA POBREZA MUY TRISTE.

Puedes compartir o no mis opiniones, puedes compartir o no el tono de mis palabras, pero si no compartes el fondo de mi comentario, la llamada a que pensemos que, por el bien de nuestro arte y por nuestro propio beneficio como ilusionistas, NO VALE TODO, mal vamos.

Pese a mis aún malhumorados saludos os deseo Felices Fiestas a todos.