Hace poco, un pariente cercano mío, volvió de viaje y me trajo un regalo. Sabedor como es de que me gusta la magia, me trajo un libro sobre magia.

A priori me sorprendió que consiguiera un libro sobre magia, porque no es un tema que se encuentre en las librerías en general, salvo algún título que he visto del tipo "Aprenda magia e ilusionismo en diez días", y que me recuerda a títulos como "los mejores cócktails a su alcance". Por otra parte, sé que no estuvo en sitios donde hubiera tiendas de magia. Tampoco creía que lo hubiera conseguido por internet, en alguna subasta o similar, porque no suele entrar en ese tipo de páginas.

POr otra parte, no me gusta que me regalen libros de magia, salvo mi mujer, porque el que regala no sabe qué tipo de libro puedes querer, ni cuál es el nivel apropiado. Además nada impide al que regala hojear dicho libro y ya no puedes hacer casi nada para esa persona, pues conocerá, aunque no practique, alguna técnica y juego. Pero este hombre parecía hacerle ilusión dicho regalo, así que abrí el paquete con una sonrisa de agradecimiento en la boca.

Mientras lo abría, me iba diciendo que lo había visto en una librería de ocasión, y que no dudó en ningún momento que pudiera interesarme. Además el dependiente le había dicho que era uno de los mejores libros de magia que existía, que llevaba años agotado (yo me hacía la boca agua pensando en si sería el agotadísimo primer tomo de Ascanio, o algo similar), y que él, que sabía mucho del tema (¿otro aficionado?) lo corroboraba.

Debo decir que me sentí un poco dolido cuando este familar me dijo que además era verdadera magia, no lo que yo hacía. Vale, sé que soy malo, y no seré nunca Juan Tamariz, pero tampoco es para soltarme así como así que soy un maleto, que no tengo ni idea, y que si sigo el libro haré verdadera magia, y no cuatro juegos chorras.

Por fin abrí el libro. La magia al alcance de todos. No me sonaba el título. No traía autor. Eché un vistazo al índice: Invocación de espíritus, demonología, cómo mantenerse protegido de las fuerzas ocultas, desarolle el potencial de su cerebro, cómo conseguir tener éxito en los negocios, magia de las runas, cómo tener éxito con el sexo opuesto, telepatía y telekinesis, ouijas, reencarnación, contactos con el más allá. Todo por el estilo. Eché una mirada furiosa al interfecto, pensando que me estaba tomando el pelo. Ya me había visto hacer magia. Sabe lo que hago. Nadie puede ser tan tonto como para creer que lo que yo hago puede tener relación con el libro en cuestión.

Me cayó el alma a los pies viendo el candor de su expresión. Parecía sincero. Me dijo que gracias a eso, podría hacer magia de verdad, con poderes de verdad, y no usar complicadas técnicas que requieren muchas horas de práctica y estudio.

Traté de explicarle que lo que me estaba regalando era una sarta de estupideces. Al final la culpa era mía porque estaba despreciando su regalo. Al final, por imperativo legal de mi mujer, tuve que dar las gracias, para no herir sus sentimientos. "Pobrecillo, lo ha hecho con buena intención"

He metido el libro en un cajón. Lo he cerrado con llave. Espero que se apolille. Bueno, quizá lo lea cuando tenga ganas de reírme. Seguro que está a la altura de Wodehouse.