Hacer trucos de magia con cosas convencionales que podemos tener acceso todos los días es lo que pienso que atrae a la gente a los espectáculos de este tipo. En mi caso, intento incluso realizar trucos con lo que me encuentro en el restaurante en el que hago mis números, desde las mesas, las sillas o la comida, hasta los terminales tpv del propio local. Sé que a los clientes esto les emociona, pero a mí también me da vida, porque no uso lo habitual, la baraja de cartas, la moneda y otros sucedáneos que se encuentran en los trucos, sino que busco todo lo diferente, ya que es lo que al final, el público se queda, y si son aficionados a la magia no verán un truco igual.