Creo que tenemos que tener una identidad en el escenario, algo que llame la atención y que se convierta en un símbolo en lo que hacemos. Después de mucho buscar y después de mucho pensar en lo que podía hacer, me decanté por utilizar un sillón en mis espectáculos, presentarme a todos sentado en uno, con un aspecto elegante, distinguido y que mientras narro mi historia, y el espectador está mirando qué es lo que hago, presentarles mi número. Aunque se pueda pensar que puede caparme un poco el hecho de no moverme por el escenario, pienso que esto es una dificultad que las personas valoran y quieren conocer.