En mis espectáculos me gusta darle un toque de color, en algunos casos para decorar, ya que pienso que el escenario también es parte importante de cualquier número, como también para intentar distraer mientras realizo alguno de mis trucos. Reconozco que los magos que únicamente tienen en mano una baraja de cartas y nada más le hace falta los admiro, pero en mi caso prefiero crear una pequeña seña de identidad, darle más colorido, algo alegre y que la gente pueda sentirse feliz al ver tantos papeles de colores y tanta vitalidad en el escenario, que es lo que ellos desean, algo novedoso y que les atraiga de principio a fin.