Glasgow, ciudad mágica.

**CarlosTomico** · 10/09/2012, 21:23

¡Hola a todos!

Quizá a algunos os suene que yo solía pulular por este foro hace un año y pico, y de vez en cuando hacía alguna intervencioncilla modesta (nada demasiado interesante como para que os suene, en realidad). En verano del año pasado dejé de asomarme por aquí porque empecé lo que iba a ser, sin que yo lo supiese en absoluto, una experiencia de lo más mágica: un programa Erasmus en Glasgow, Escocia. La ciudad acabó siendo muchísimo más de lo que cabía esperar en lo que a magia se refiere, así que ahora que ya he vuelto me gustaría compartir con vosotros, o mejor dicho, con quien quiera leer, algunas de mis experiencias en el frío norte, para que si alguno tiene la suerte de pasar por allí, que sepa lo que hay escondido (aparte del monstruo del Lago Ness).

Al poco de llegar, como todo buen aficionado, lo primero que hice fue buscarme alguna que otra cosilla que hacer relacionada con la magia. Tropecé con una página web de un pequeño negocio de máscaras, disfraces y trucos llamado "Tam Shepherd's Trick Shop", localizado en el centro centrísimo de Glasgow. Era algo por donde empezar.

Una tarde me decidí a ir a la tiendecita. Realmente es una "tiendecita", se cabe mejor de perfil que de frente, y suele estar de gente hasta los topes que compra desde bombas fétidas hasta cabezas de cabra de gomaespuma. Por las paredes hay un montón de pósters y fotos de magos famosos (una enorme fotografía de Dai Vernon es casi la más llamativa de todas). Al fondo de la tienda está la sección más interesante: una vitrina llena de trucos y aparatos de todo tipo, y al otro lado del mostrador una estantería con libros de magia. Un señor mayor con aspecto amable me dirigió la palabra, y con un acento de Londres precioso me preguntó si necesitaba algo. Le dije que era aficionado a la magia y que andaba buscando algo que hacer, y si sabía de algún club o asociación o algo parecido en los alrededores. Me dio una tarjeta de la SCA ("Scottish Conjurers Association") y me recomendó encarecidamente que fuese a verlos. Le di las gracias y me marché, tan feliz con mi tarjeta y con unas Tally-Ho nuevecitas.

La Scottish Conjurer's Association se reunía los miércoles. Nerviosísimo ante la idea de plantarme allí un día delante de un grupo de experimentados ilusionistas de habla extraña, me armé de valor para hacer caso al ancianito y fui para allá. El lugar de reunión era un pequeño teatro/museo dedicado a las máscaras y a las marionetas; un poco inquietantes al principio, pero realmente fascinantes.

El miedo y los nervios se me quitaron en seguida: los miembros de la SCA resultaron ser, como no podía ser de otra manera tratándose de escoceses, el grupo de personas más amable y simpático que se puede encontrar uno. Rápidamente se enteraron de que era español, lo cual hizo que todos empezasen a darme la mano y a decir "Oh, Huan Tamaris! Do you know Huan Tamaris? And Woody Aragon?". O eso, o bien "Oh, Mallorca! Benidorm! I love it!". ¿He dicho ya que son todos agradabilísimos?

Mis nuevos colegas mágicos me hablaron de unirme a ellos en la quedada semanal que hacían todos los sábados en la tiendecita a la que había ido, en la que se reunían para charlar, compartir material, intentar engañarse los unos a los otros, y esas cosas que supuse que hacían los magos cuando se juntaban. Así que allí fui yo el sábado siguiente, con mis cartas, mis monedas y prácticamente todo lo que me cupo en los bolsillos.

Al fondo de la tiendecita, en la "sección" de magia, reconocí las caras de algunos de los miembros de la SCA. Hablaban con el señor mayor que me había atendido la otra vez. Me acerqué, saludé y me pegué la oreja. Uno de los allí presentes le preguntó al señor por una técnica en concreto. No os podéis imaginar cuál fue mi sorpresa cuando aquel hombre de al menos 70 años (que resultaron ser 80) se puso a manejar las cartas. Nunca había visto nada igual. No tardé en enterarme de que aquel no era otro que Roy Walton. Sí, ese, Mr. Roy Walton, el de los libros, el que se codeaba con Vernon, Alex Elmsley, y otras muchas leyendas de la magia. Y allí estaba, detrás de un mostrador a media hora de mi casa.

Desde aquel momento, la cosa no hizo más que mejorar. Todos los sábados iba a ver a Mr. Walton, con quien tengo la suerte y el privilegio de poder decir que me llevo muy bien. Nos contaba historias, anécdotas y curiosidades de todo tipo, nos ayudaba con las técnicas más complicadas, y siempre estaba dispuesto a darte un buen consejo sobre cómo hacer un juego. Gracias a la SCA hice muchísimos amigos, tuve la oportunidad de asistir a muchísimas conferencias (Joshua Jay, Shawn Farquhar, y magos de prestigio en Reino Unido), a un montón de shows, y hasta me las apañé para ganar un segundo premio en el concursillo de magia de cerca de la asociación; conocí a Gordon Bruce, a Paul Wilson, quien me invitó a un taller impartido por Jason England (menudas dadas...); fui a la convención de Blackpool en febrero (todavía más conferencias)... En fin, que durante los 10 meses que duró mi estancia en Glasgow realmente no paré.

Si hubiese sabido todo lo que me iba a encontrar antes de decidir el destino de mi programa eramsus, creo que hubiese matado por esa plaza. Lo que es el azar, ¿verdad? Aún ahora sigo sin creérmelo.

Pues eso, ahí queda una pequeña crónica de lo que ha sido el año más mágico de mi vida. Como ya he dicho, si alguno de vosotros se deja caer por la ciudad del Clyde, no dudéis en daros un paseo por el centro y visitar a Roy Walton o en tomaros unas pintas mientras disfrutáis de un show de magia en vivo, o hacer magia impromptu en un pub para los afortunados clientes. Sabed que Glasgow, ahí donde lo veis, es una ciudad mágica y fascinante, llena de gente amable y con una gran afición a la magia.

Ahora que ya estoy un poco más relajado, volveré a pasarme por el foro más a menudo.

¡Saludos! (y si has llegado hasta aquí abajo, ¡enhorabuena, y gracias!)

P.S.: Si hacéis magia en la calle, no olvidéis una buena bufanda. Y unos calzoncillos térmicos