Vale, entonces.
Respuesta específica.

Dos razones por la que hacerlo o no hacerlo con niños:
-Voluntario "niño". Ante el peligro de un niño se dispara un sentimiento de protección en los adultos. O sea, que o no se lo creen (poca o nula magia) o se mosquean contigo (mala cosa).
-Voluntario adulto. Aquí el único problema es que el adulto tenga algún hijo pequeño en la sala que pueda sufrir por su progenitor. En todo caso tienes que elegir entre que crean que "hay truco" (mala magia) o que el adulto va a sufrir (mala praxis).

En todo caso, es un efecto que nació para hacerlo entre el mago y alguno de sus asistentes. La variación con voluntarios surgió en algún momento por la carencia de ese asistente. Pero aquí nadie comenta lo de hacerlo "al estilo tradicional" (o sea, con asistente) por lo que eso lo dejaremos correr.