Magia con los cinco sentidos

[Pulgas]

Una introducción un poco “chorras”.

Ahora que me estoy planteado (una vez más) dejar de fumar (sin mucha fe, conste), me ha dado por leer acerca del tabaco. He encontrado un artículo que me ha hecho pensar mucho. El tabaco no es una sustancia relajante, sino todo lo contrario. Sin embargo, todos los fumadores aseguramos que un cigarrillo nos relaja. Y estamos convencidos de ello.
En realidad, una de las características que hace del tabaco algo tan adictivo es que nos permite concentrar los cinco sentidos en una misma acción (de ahí la sensación de relajación: nos abandonamos a todo para centrarnos en el cigarrillo).

• La vista: nos fijamos en el vuelo del humo, miramos el contraste del blanco con el gris de la ceniza o con el rojo de la brasa…
• El olfato: respiramos el humo, degustamos a través del olfato, aquello que fumamos.
• El oído: escuchamos (sobre todo cuando nos rodea el silencio) los pequeños chasquidos que se producen mientras va consumiéndose. Escuchamos nuestro golpear del dedo al desprendernos de la ceniza.
• El gusto: lo paladeamos, Y nos sabe bien.
• El tacto: jugueteamos con el cigarro entre los dedos, lo sacudimos para deshacernos de la ceniza, lo sujetamos en los labios…

Aseguraba el informe que esa concentración nos ayuda a evadirnos y que de ahí el que, inconscientemente, nos sintamos bien a la hora de disfrutar un cigarrillo (ojo, hablamos de esos pocos cigarros que de verdad disfrutamos a lo largo del día).
Partiendo de eso me dio por pensar.
¿Cuántos sentidos obligamos al público a utilizar en nuestros actos? ¿De qué manera los utilizamos? ¿Podríamos ir “a más”?
Y ahí nació la idea de abrir este hilo, para reflexionar sobre ello, para analizarlo y ver si, entre todos, podemos sacarle partido a algo que está ahí, que es innegable, y que puede convertirse (o no) en una herramienta de trabajo en el futuro.

[Pulgas]

El oído.

Me voy a saltar el orden lógico, ése que aprendimos todos en el colegio y que nos hacía repetir, como una cantinela, que los sentidos son cinco: vista, oído, olfato, gusto y tacto. Voy a empezar por el oído, quizás porque me resulta más atractivo, como presentación, para lo que ando buscando.
Muy pocos son los juegos que rehacen en absoluto silencio. Y ese silencio lo utilizamos como efecto que potencia el resultado final, como contraste que magnifica nuestro trabajo.
Casi siempre partimos de los sonidos, bien en forma de palabra, bien como banda sonora que se escucha mientras evolucionamos en escena.
Sobre la palabra hemos hablado mucho, pero conviene recordar que un artista con una voz educada, alguien a quien se le entiende bien, que domina el discurso, con sus alteraciones, su modulación, sus pausas… Es un artista que resulta agradable a ojos del espectador.
Ayuda el hecho de tener una voz “bonita”, pero resulta mucho más efectivo tener una voz bien trabajada.
De todas maneras, como es un tema manido, voy a saltar a otro aspecto sonoro, que es el que más me llama la atención ahora.
Tamariz triunfó cuando se puso delante de los espectadores, armónica en la boca, y acompañó un juego tocando música en directo.
Dominique Duvivier, en uno de sus juegos, hace sonar una cajita de música accionada por una manivela. Algo muy sencillo, con lo que hemos jugado todos de pequeños. Y el silencio se hace en la sala: no se mueve nadie, no respira nadie. Logra acaparar la atención de los más dormidos.
Son sólo dos ejemplos, pero que nos pueden ayudar a comprender que un detallito sonoro puede marcar la diferencia dentro de nuestro acto.
Y más, cuando ese detalle obliga al espectador a concentrar “otros sentidos” (en ambos casos interviene la vista, que obliga al espectador a mirar lo que está sucediendo).
Potenciar esos detalles, hacer de ellos una parte imprescindible dentro de nuestro acto, puede aportar un extra en el inconsciente del espectador, puede marcar la diferencia entre el “me ha gustado” y el “me ha gustado mucho”.
Por supuesto, no se trata de meter algo por meterlo, sino que debemos estudiar muy bien qué (acorde con nuestra personalidad), en qué momento (en función de las emociones que deseemos crear), y, sobre todo, por qué.

Estoy convencido de que esta línea de trabajo nos puede reportar satisfacciones y (quizás) un debate interesante. Pero, como al mejor son sólo elucubraciones mías, lanzo el reto ¿Quién se anima a aportar ideas o comentarios sobre cómo podemos utilizar el sentido auditivo del espectador en nuestros números?

[Coloclom]

Para estudiarlo hace falta comprenderlo, y a eso quizá deberías ayudarnos.

El 25 de agosto hubo un festival de magia en Asturias, 2 FISM y varita Montecarlo sobre el escenario; 5 actuaciones y ni una sola palabra salvo las del presentador. El audio, BSOs que simplemente nos recuerdan aquella pelicula de Gladiator, o aquel Alegria! que tan de moda puso el Cirque du soleil.

Y me llamó la antención; pero echo la vista atrás, y me voy al festival internacional de Llanes, más FISMs, sin comunicación verbal,...

Entiendo que la palabra va con el tipo de magia. Sobran las palabras en una rutina como la que Mirko presentó cuando ganó el FISM o como la que Juan Mayoral está presentando ahora,... Pero si soy partidario de la magia hablada, de transmitir mediante la palabra.

Pero estos hombres demuestran o intentan demostrar que la magia se puede ofrecer para los ojos únicamente.

En el tipo de magia que a mi me interesa, el oído es la parte más importante para mi; porque es la forma más fácil de distraer al espectador.

[Ming]

... Pero que no se hable no quiere decir que no intervenga el oído, ¿no? Si encuentras la música ideal (o la creas)... puede que la palabra te vaya en contra de lo que quieres... Aunque me parece que el sonido es el sonido, sea palabra o no... y por lo tanto todo esto no viene al tema...

Y ya que me voy por las ramas... y ya que se me va la olla... en cada "juego" uno de los sentidos es el que más se utiliza... o en cada momento de este... ¿Hay algún juego o momento dónde intervengan los cinco a la vez? Cual/es.

[eidanyoson]

¡Interesante! es curiosísimo Pulgas, pero justo llevaba yo un par de días o así, y no es broma, con la ocurrencia de conseguir hacer interactuar los 5 sentidos en un juego o por lo menos, los máximos posibles, pensando que cuanto más sentidos impicados, mas emocionalmente "tocado" estará el espectador.

Has empezado por el oído, y creo que, justo con el de la vista, son los dos "fundamentales" , puesto que son absolutamente imprescindibles ambos para que un juego emocione.

De hecho, cuando piendo en lo que me emociona de una película o de un acto, siemrpe hay una música o un sonido muy claro y definitorio. Y evidentemente, el mometno visual que lo acompaña. Eso es lo que andaba haciendo, haciendo un ejercicio de momentos que realmetne me emocionaron "artisticamente" (desde un payaso a un cuadro) y analizar el por qué, y ver si podía conseguir algo similar.

Me he di cuenta que el sonido (ya que hablamos de ello) es tan importante que sin él se pirde gran aprte de esa emoción. Por ejemplo, algo como un cuadro; Resulta que lo ves por primera vez, cuando te toca la fibra y se te erizan los pelillos, y si te fijas siempre va acompañado de un sonido característico, o, precisamente la ausencia de la mayoría de ellos (el silencio no absoluto pero sobrecogedor de un museo o una catedral por ejemplo).

Y luego está la música. Es algo absolutamente aparte y creo que hay algo en el ser humano que predispone nuestro corazoncito a los sonidos armónicos. Según las personas a unas armonías determinadas, y por eso hay conciones que nos invaden y otras que ni fu ni fa, da igual la época, el estilo o la cultura).

Así que si juntas una imagen concreta por la que estás predispuesto, y un conjunto de sonidos armónicos que te "van" el momento "emoción" aumenta exponencialmente, y más por cuanto estén implicados cada uno de los demás sentidos.

Y aunque todavía estoy en ello, creo que cada sentido tiene bastante que ver con un tipo concreto de aspectos. Por ejemplo: el olfato es el más evocador de todos ellos y te permite generar recuerdos muy muy puntuales como ningún otro.
El oído es el más melancólico, me parece, y la vista el que más impresiona pero el que antes se olvida.

Bueno, perdón por el tocho, es que justo estaba pensando en todo esto y aún no tiene nada de orden.

Espero qeu se entienda y que no me crucifiquéis.

[rafa cama]

Precisamente este verano he estado trabajando en las músicas para crear diferentes momentos... combinándolo con diferentes entonaciones... y está funcionando de p.m., y dando otra dimensión al show.

La vista y el oído desde luego son los más fáciles de trabajar (porque no nos queda más remedio, claro). El olfato y el gusto son, por otro lado, demasiado complicados y "arriesgados", creo yo. El tacto... puede ser interesante, aunque lo veo limitado en un contexto de escenario.

Pero desde luego SIEMPRE es bueno plantearse las cosas desde ángulos diferentes.

Un abrazo.

[Pulgas]

Antes de seguir profundizando en el tema, y al hilo de algunos comentarios que han surgido, me gustaría incidir en otros aspectos del oído, en este caso asociados a lo que hacemos constantemente y a lo que, quizás, le prestamos poca atención.
Es el papel que juega como elemento en lo "cotidiano" de nuestra magia.
¿Por qué resulta tan atractiva una mezcla americana en las manos? ¿Sólo por lo visual, o también por el elmento sonoro de las cartas al agruparse en el mazo? ¿Por qué utilizamos el sonido, como misdirection, al arrojar una moneda sobre la mesa? ¿Es sólo lo visual, o el tintineo de la moneda ejerce en el público una nueva fascinación que le impide mirar la mano? ¿Qué efcto causa en el público el chocar de dos cubiletes, o el golpe de la varita contra uno de ellos? ¿Qué significado tiene hacer que chasque una carta cuando la mostramos como final de una rutina) ¿Por qué chascamos los dedos a modo de pase mágico?
El oído, pues, es fundamental en nuestro hacer, y lo estamos trabajando todos los días con excelentes resultados.
Por eso planteo nuevas posibilidades, porque ya está demostrado que funciona, que nos ayuda (y mucho) en el trabajo como magos.
Lo hemos visto como un elemento generador de emociones (banda sonora); lo vemos como un recurso cuya eficacia está demostrada (misdirection). Es ese puntín añadido el que estoy buscando ahora, el centrarme en algo que yo hago, que meto en mi espectáculo en un momento muy concreto, y que invita al espectador a relajarse, a sentir. Esa es la finalidad de la caja de música de la que hablaba (Dominique Duvivier) y que, al ser accionada por manivela, obliga a la vista también a intervenir.
Si tomamos conciencia de que a través del oído podemos alir fortalecidos, entonces podremos utilizarlo como recurso: el chirrido (desagradable) de las uñas al arañar la pizarra espiritista, el tamborilear con los dedos en la mesa, silbar, cantar, hacer sonar una copa medio llena de agua antes de que aparezca un pez...
Cuando tomemos consciencia de que el oído atrapa al espectador, podremos utilizarlo de una manera más eficaz, más estudiada, más meditada.

Soy consciente de que el silencio es afecaz también (soy un enamorado del mimo), soy consciente de que hay maravillosas rutinas que se hacen en silencio absoluto, pero, me parece acertado jugar con el sentido del oído como alternativa o, al menos, emplear unos minutos en pensar en ello.

[marcoCRmagia]

en cuanto al oido pienso que la musica que se elija ayuda a potenciar el efecto de manera impresionante, en la experiencia personal he tenido mejores impresiones cuando hago algunas cosas con una musica que ayuda al climax del efecto que sin musica. para lograr esto hay que practicar con la musica, interiorizarla y hacer que el climax de la pieza concuerde con el climax de la magia.

.... ¿Hay algún juego o momento dónde intervengan los cinco a la vez? Cual/es.

mmm creo que esta dificil pero se podria... mmm a ver, con dulces, haces una prediccion del dulce que va a elegir la persona, la persona elije el dulce, y al revelar la prediccion lo haces de esa manera: persona con los ojos vendados saca de un sobre el dulce de la prediccion y siente que es como el que eligio (tacto) prueba el dulce de la prediccion para encontrar que efectivamente fue el que eligio (gusto) en el momento en que lo prueba hay musica de suspenso que ayuda al efecto (oido), la persona se quitala venda y mira el envoltorio del dulce verificando nuevamente que es el elegido (vista) y el olfatooo... jejeje no se, antes de que lo pruebe que lo huela o algo asi

si ya se que esta un poco loco y talvez muy forzado pero es una idea asi rapida ...

[S. Alexander]

Sólo me gustaría apuntar que Pepe Carroll, en su libro "52 Amantes a Través del Espejo" hace interesantísimos apuntes sobre, precisamente, el tema de los 5 sentidos. Enhorabuena por el hilo, lo sigo súper interesado :P

[Pulgas]

(Perdón, porque tengo el tema abandonado -pero no olvidado-. En cuanto terminemos unos asuntillos de la remodelación del foro, lo retomo).
Gracias a todos.