Magia o habilidad ???

Estos días estuve leyendo nuevamente, y después de mucho tiempo, algunos de los ensayos y entrevistas de Eugene Burger. Verdaderamente aportan ideas y críticas muy interesantes en materia de "Teoría y presentación" de la magia. En una entrevista publicada en 2004, Eugene propone un tema que, francamente, me dejó pensando por mucho tiempo, hasta el punto de replantearme muchos efectos de mi repertorio.

A continuación, el extracto de dicha entrevista:

"Mucha magia, particularmente la magia de cerca, creo yo, es presentada como si no fuera importante, es trivializada. Es presentada en su mayoría como si hicieramos proezas, sabes, balancenado una silla sobre tu cabeza, o una pluma sobre tu naríz. Esto puede ser extremadamente divertido, puedes detener una fiesta haciendo eso y todos lo disfutarían, pero para mi eso no es magia. Son proezas. Así que la pregunta para mi es: como hago que mis públicos vean mi magia como magia y no como una serie de proezas??"

Que piensan ustedes? Sería un error intorucir en una presentación algún efecto que demuestre habilidad, y aunque presentado con un guión, sea percibido más como habilidades que como magia?
Sin duda la magia de cerca está muy bastardeada, y muchas veces vemos a ilusionistas hacer un juego tras otro por el mero hecho de demostrar "cuanto sabe". También, leer esto, me hizo preguntarme: "¿Sabemos realmente como nos percibe la gente??".

Supongo que hubo un tiempo en el que tú eras profano. ¿Cómo percibías la magia entonces?

La verdad es que cuando no sabía nada de magia, tuve la posibilidad de ver a varios ilusionistas, y francamente, percibí la magia de maneras distintas, según la persona que la hacía.

Es que yo creo que esa es la clave de todo, lo que importa es la personalidad. Un excelente técnico con una pobre personalidad probablemente no nos llegue tanto como uno con una técnica más normalita, pero con una forma de ser muy definida y agradable.
Pero supongo que de este tema se habrá hablado ya en el foro muchas veces.
A ver qué te dicen...
Saludos.

Antes de ser un "conocedor" al ver a esos magos que te llamaron la atención ¿cuál fue el deseo interno que te entró? ¿qué deseaste poder imitar?

1 ¿Cómo manejaban las cartas?
2 ¿Su habilidad para ganar al poker y controlar el azar?
3 ¿Su capacidad para entretener y divertir al público por medio de unos juegos de magia y ser el centro de atención?
4 ¿El ingenio que demostraba el mago para dominar al público y quedar como un súper hombre muy ingenioso?
5 ¿Pensaste que era capaz con su mente de mover objetos y leer las de otros? ¿te gustó esa atmósfera de misterio creada?
6 ¿Te gustó la imagen friki de ese mago?
7 ¿Te gustó la belleza poética de su número?
8 ¿Simplemente te gustó que hacía cosas imposibles y que era poseedor de secretos para ti desconocidos?


Las repuestas a estas preguntas (u otras parecidas) te dán la solución para saber a qué tipo de mago te gusta parecerte y tu subconsciente intenterá buscar juegos y rutinas que proyecten esa imagen que te ha llamado la atención y pretendes imitar. Probablemente acabarás siendo un personaje que intente transmitir a su público las sensaciones que te cautivaron. Si tienes suerte y ese personaje se adapta a tu personalidad, tendrás éxito como artista; en caso contrario, es más difícil, pues lucharás contra tu tendencia natural, contra tus condiciones.

Si piensas un poco, seguro que se te ocurren amigos que el conjunto de su actuación entrará en una o dos categorías de esas preguntas. Y algunos que pretenden ser un personaje que no les va.

Todas las formas son válidas como modalidad artística, unas con más fuerza de asombro y otras con más entretenimiento. Pero ese es tu camino a trabajar, pues es lo que te gusta.

Ese es tu sueño.

Todo está muy relacionado con el tipo de personalidad que tengas, y también por la forma de presentar tu magia. Es decir, la gente te verá como alguien habilidoso si realizas constantes cortes y florituras, como también te verá como un mago mientras hagas movimientos lentos, pausados y que principalmente el espectador los pueda ver bien (dando así un mayor énfasis en el grado de imposibilidad que presentará el efecto), o más aún si dejas que él participe del milagro, es en ese momento en donde ellos verán la magia y la sentirán, y no así como en el primer caso que te expuse en donde desbordas habilidad, pero nada de magia.

Después de hacer un juego, si alguien me dice "¡buf! Cualquiera juega contigo al poker", malo, no me gusta.

Si me dicen: "¿Cómo lo has hecho?¡Es imposible!". Malo, pero no tanto.

Y si la reacción es el silencio, el estupor, o un balbucenate "Pero... cómo... No, no, espera", entonces es que la cosa está saliendo bien.