La variedad en la magia: las emociones

Respondiendo a vuestra petición voy a tomar un Juego que muchos conoceréis del Cartomagia Fundamental que describe la presentación de Juan Tamariz. Tomo éste porque me parece una obra maestra de cómo conseguir una variedad e intensidad de sensaciones en los espectadores con efecto que se repite. Solo me iré refiriendo a las etapas, se puede consultar en el libro
Ascensor con tres cartas:
1.- Se extraen 3 cartas sin enseñar del bolsillo. Esto al espectador ya le parece raro ¿por qué no se toman de la baraja? ¿Serán especiales? Aquí se juega con la curiosidad del espectador y cierta sospecha.
2.- Se produce la primera subida del as. El espectador recibe una sorpresa pequeñita, y ciertas dudas.
3.- Se repite. Se produce en el espectador cierta ironía… este tío está de coña, pero aún duda.
4.- Nueva subida. Suficiencia del espectador. Lo sé, ahí hay cartas repetidas. Este truco es muy flojito para alguien inteligente como yo (suficiencia).
5.- El mago pregunta si sabe cómo se hace. Choque en la mente del espectador, que piensa en cartas repetidas, pero ante la inesperada pregunta del mago, duda de si es una trampa (incertidumbre y tensión por si le pone una trampa y queda ridículo)
6.- El mago confirma que son todas iguales… Relajación de la tensión y se producen risas como consecuencia de eso. La certeza de que son todas iguales es absoluta.
7.- El mago le pide que toque una. Habitualmente la gente lo hace con cierto reparo, pues no sabe ahora a qué atenerse. Por eso aquí el forzaje es facilísimo.
8.- La carta tocada es una igual… ¿sigue la broma?...
9.- Se muestran las otras dos que son cartas diferentes!!! Aquí la sorpresa es brutal ante el convencimiento psicológico de que las cartas eran iguales, fue el espectador el que se auto convenció de eso. Y la emoción de misterio se ha conseguido.
El espectador ha pasado por todo un abanico de sensaciones, sin haber un reto que lo ofenda, todo queda como un juego… un juego con magia.
Pensad en qué distinto es que tomas 3 cartas de la baraja, que el público sabe no son iguales. Haces varias subidas tipo carta ambiciosa, que la sensación que produce es del tipo fíjate que bueno soy, que hábil, puro reto. Si enseñas que las cartas se convierten todas iguales el convencimiento es débil, ya que el público no lo cree del todo, pues la enseñada no es demasiado clara y el final no es más que mostrar lo que ya sabían, volver al principio donde las cartas ya eran distintas.
Espero que os anime a contar vosotros otros.

Pues Luis tienes toda la razón, al principio yo las sacaba de la baraja, pero ni punto de comparación a cuando las llevaba ya preparadas.

Yo prefiero hacerlo con 2 comodines en vez de 2 cartas de puntos rojos, como pone en el CF, al igual que en vez de hacer el efecto 3 veces lo hago 5.
¿Que os parece?

En el punto 5 al adivinar el espectador que las 3 son iguales no se que emoción transmitir, como mago:

a) Cara de fustración, ¡me has pillado!
b) Gesto complice; -Claro, era muy evidente

El análisis es bueno, pero para estar completo, en mi opinión, le faltan un par de detalles.

En primer lugar, el guión interno. En el juego mencionado es, creo, importantísimo. Básicamente, en mi caso, es así:

Saco las cartas del bolsillo, muestro el As, y digo "un juego con el As y otras dos cartas que no importan. Pensamiento: "Vamos a hacerlo rápido y tirando de misdirection, para que no se fijen en las otras, que, por supuesto, son iguales."

Durante las transposiciones: "Vale, parece que no se están dando cuenta. ¡Qué ilusos!"

Al reconocerlo: "Mierda, me parece que se ha notado. Bueno, de perdidos al río, más vale confesar que negar lo evidente." Y la frase de defensa chulesca: "Pues la primera vez te engañó, ¿eh?"

En la enseñada: "Sí, hombre, tenías razón. ¿Ves?"

En el clímax: "Aunque... no deberías dudar de la magia".

El segundo punto importante es, por supuesto, el ritmo. El ritmo es un potentísimo transmisor de emociones. Un juego pausado, relajado, transmite emociones muy diferentes al de un juego echo en plan "ametralladora", por poner ejemplos extremos.

En este caso, por ejemplo, a mí me gusta llevar un ritmo rápido, aunque sin perjudicar la claridad expositiva. Dicho ritmo me permite adoptar el enfoque de "estoy jugando a un juego que, en el fondo, es un poco tonto".

Bueno, esto es lo que a mí me ha dado mi experiencia con este juego (de los poquitos de cartas que hago). Posiblemente no le sirva demucho a nadie, pero a mí me funciona.

Saludines.

Estoy de acuero con Rafa, faltan esas facetas. De momento solo estaba pensado en las reacciones desde el punto de vista del espectador. Pero el guión interno, el ritmo y la actitud del mago son determinantes, vaya, lo que nos hace dferentes unos de otros.

A lo que pregunta Ritxi, yo prefiero la oción b), aunque creo que es cuestión de gustos.

Yo también prefiero la b, quizás con un segundo de la a, pero lo veo más bien como un "juego", en el sentido de jugar, es decir, que mi guión interno es "sé que lo que estoy haciendo es evidente al segundo pase, y no me puedo extrañar demasiado de que laguien lo pille." Es más "cuánto tardan en pillarlo" que "a ver si no lo pillan".

Tras volverme a releer todo el hilo (interesante donde los haya) creo interesante precisamente el volver al "sueño del avaro". Que además así nos "olvidamos un segundito de las cartas". Que sí, que las cartas molan mucho, pero hay mucha magia aparte de las cartas. :P

He estado pensando emociones que se podrían intentar conseguir:

Las evidentes:

Sorpresa, incredulidad, etc.

Algunas más personales:

Ilusión ("si yo fuera capaz")
Envidia (Vale, basta ya de restregarnoslo por las narices) potenciada por la presentación.
Complicidad (se me ocurre, por ejemplo, hacer aparecer una, tirársela al público y que resulte ser de chocolate) "A ver qué os creíais, que esto es jauja".
Protagonismo y por lo tanto, orgullo de un voluntario, y su efecto de contagio al resto del público (cuando se le hace tirar una moneda imaginaria que se recoge con la champanera.
Conciencia social (Sí, ¿por qué no, en estos tiempos que corren?) si empezamos la rutina diciendo: "Esto antes no lo hacía, pero estamos en tiempos de crisis, así que agradeceré cualquier propinilla que tengáis a bien darme. ¿Nadie? Menos mal que me queda la magia, que si no, ni como".

Probablemente las palabras escogidas no sean las mejores, pero creo que se comprende. Y sobre todo me resulta muy interesante los diferentes enfoques que se pueden dar a una rutina a pesar de que técnicamente y estructuralmente se realice igual en todos los casos.

Tengo que confesar que es uno de los campos que más me gustan estudiar cuando pienso en un número nuevo, y un campo muy amplio para encontrar nuestro "estilo personal", y un enfoque más artístico.

Aparte, se me ocurre que el saber qué emociones buscamos ayuda mucho a conseguir guiones o "charlas" más solidos y personales.

Saludines.

Pues yo no lo presento en plan ametralladora. Si no que empiezo muy lento, como queriendo dar la máxima claridad al hecho de subir la carta.

Y se acelera hasta un ritmo infernal cuando el espectador "averigua" que son todas iguales.

Y aquí, se vuelve a pausar el ritmo progresivamente para una mayor claridad expositiva y, creo yo, efecto final.

Es decir no lleva un ritmo lineal. Y aquí quería yo llegar:

A la variación de la curva del juego.

¿Cuanto más variada sea esa linea más interés adquiere el juego?

¿Un exceso de "curvas" resta limpieza o puede generar más confusión?

¿Cuánto se debe estirar la diferencia entre los distintos puntos de las curvas, es decir, los "picos" y los "valles" para que un juego gane y no pierda?

¿Los picos han de ir en orden ascendente siempre hasta el último que es el final y más alto, o el primero, si hay más de tres, ha de ser más alto que los subsiguientes, pero menos que el último?

Mmmmm, bueno, a lo mejro se me ha ido un poco. Disculpad si no le encontráis mucho sentido (yo si, debo estar locuelo :o15:)

Hombre, por supuesto que al hablar de ritmo no tiene por qué ser un ritmo lineal. Yo creo que tu propio enfoque del asunto te da ya una buena sensación de por dónde deben ir los tiros en cuanto a ritmo.

Yo, por ejemplo, en este juego, procuro darle un ritmo vivo (tampoco "ametralladora", que me interesa que se va bien lo que tiene que verse bien). Como ya he dicho antes, en plan "estoy jugando contigo", y sin dar muchas pausas porque "estoy intentando que no me pillen" (y de hecho, estoy intentando que no me pillen, pero otras cosas diferentes, claro...)

Pero este es MI enfoque. Si fuera el único correcto, o siquiera si fuese el más correcto, no tendría interés que yo hiciera ese juego. Si lo hago igual que el resto porque sólo hay una manera correcta, ¿para qué?

Otra cosa son, creo, las curvas de interés. Obviamente, tienen relación con el ritmo. Pero no directa. Me explico: Hay veces que para aumentar el interés lo mejor es acelerar el ritmo. Otras, crear una pausa dramática (¡me encantan las pausas!).

Yo creo (y lo estoy pensando muy rápido, así que a lo mejor digo alguna tontería) que hay que definir estructuralmente qué puntos son los momentos clave, y a través de la presentación, intentar que en dichos puntos la curva de interés esté en su punto más alto. Pero también hay que dejar descansar la atención de los espectadores. Debe haber momentos de más relajación. Así pues, la curva de interés no debe ser lineal. Pero digamos que sí debe ser ascendente, en el sentido de que cada punto de interés esté situado a una cota superior al anterior (me da la impresión de que aquí estoy citando a Nelms casi textualmente).

Lo interesante, volviendo a la premisa del hilo, es que las emociones de los espectadores, si se consigue llegar a ellas, son, creo, captadores naturales del interés. Si algo despierta una emoción en los espectadores, les interesará.

En mi opinión que, por supuesto, seguramente esté equivocada.

Eidan... has hecho que me líe y escriba un post hiperconfuso. Culpa tuya... :P

Simplemente gracias.

A pesar de que hay muchas cosas que todavia no alcanzo a comprender otras muchas que habeis comentado me han abierto nuevos frentes que estudiar.

Como algo a destacar que me ha parecido muy interesante (comentado por rafa_cama) es el guion interno. Por dios, claro que si.. tenemos que creernos lo que estamos haciendo y enfocarlo hacia lo que queremos conseguir (y ahora entiendo algunos apuntes en las presentaciones que propone Giobbi en su GEC) y es algo que yo, al menos, no le he prestado ninguna atencion a la hora de preparar una presentacion.. me quedo en lo superficial.

Perdon si me he hido un poco de tema, por favor, seguid!

Gracias Rafa por haber retomado el sueño del avaro. Si se me ocurre algo de interés lo escribiré.

Yo creo que lo primero que tiene que conseguir una rutina es despertar y mantener el interés del espectador.

Normalmente cuando empezamos a hacer magia lo que más nos gusta es que los demás nos admiren por las nuevas habilidades adquiridas: ¡Mira lo que hago! y está bien, pero no en exceso, eso está correcto para los videos de youtube, duran poquito. Al público que solo te muestres tú le aburre pronto.

Pensando en lo que le interesa a los espectadores (fijándonos en la tv) es cómo hablan y se interrelacionan otros seres humanos (películas, programas del corazón) Nosotros lo podemos conseguir con la participación del público.

Les interesa la gente provocadora tipo Boris, y otros que además insultan... La provocación es un captador de interés muy fuerte. Si pensamos un poco en tv encontramos muchos provocadores de muchos estilos como personajes. Pero también puede ser por el tema: por ejemplo: Afirmar: Estoy de acuerdo con matar al recien nacido si es feo... Y a lo mejor se usa eso para después decir que se está en contra del aborto. En magia tambien se puede hacer afirmaciones provocadoras: Mis poderes vienen de un ovni, o del diablo... O decir algo sobre las cualidades de los distintos sexos, meterse con el público. Esto hay que manejarlo con mucho cuidado

Contar historias o mostrar objetos con propiedades exóticas o con argumentos interesantes. En nuestro arte tenemos muchas oportunidades de emplear esta argucia.

Crear conflictos: Es lo habitual en los debates y las tertulias de la radio. Aquí encajarían rutinas de te lo repito una y otra vez y no me pillas o con dos magos trabajando.

Ponerse una prueba tipo del libro guiness: El más difícil todavía o un reto espectacular"imposible"

Se puede proponer un juego (de jugar) interesante, con participación. En esto hay rutinas de mentalismo y de tahúres.

Se pueden hacer unas bellas manipulaciones adornadas con música...

Bueno, no quiero cansaros. Podeis ir aportando todas las que se os ocurran.

Al armar (como dicen en argentina) una sesión de magia creo que la variedad consiste en ir combinando estos elementos de forma inteligente para que los espectadores vayan pasando por sentimientos diferentes. Lo mismo que se ha descrito en los comentarios a los juegos anteriores.

Y ya se me estan acabando las p i l a s . . .